Apoya CANACO estrategia anunciada por Harfuch para combatir extorsión

Sandra TOVAR

10 de julio, 2025

La Cámara Nacional de Comercio de Reynosa (CANACO) celebró la reciente estrategia nacional anunciada por el titular de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana, Omar García Harfuch, para combatir la extorsión, delito que flagela a esta frontera tamaulipeca.

Roberto Cruz, director de la CANACO destacó que esta nueva iniciativa representa una señal positiva de que el combate a la extorsión está siendo asumido como una prioridad nacional.

Sin embargo, advirtió que para que esta estrategia sea eficaz, debe complementarse con el fortalecimiento urgente de las Unidades Estatales Especializadas en Combate al Secuestro y la Extorsión.

“La voluntad política es fundamental, pero no suficiente. Las unidades estatales requieren equipamiento, herramientas tecnológicas, personal capacitado y un presupuesto digno que les permita hacer investigaciones serias y generar inteligencia para prevenir y sancionar estos delitos”, expresó.

En Reynosa, dijo, donde el fenómeno de la extorsión ha golpeado con fuerza al comercio formal, la CANACO ha promovido activamente una reforma legislativa en la materia.

Esta iniciativa, presentada ante el Congreso del Estado por legisladores locales, contempla la tipificación más precisa del delito, la implementación de mecanismos eficaces para denuncias anónimas, protocolos de atención prioritaria a víctimas y una clara definición de responsabilidades institucionales.

“El sector empresarial no está cruzado de brazos. Hemos trabajado, propuesto y exigido soluciones viables. Por eso, pedimos al Congreso del Estado de Tamaulipas que dictamine esta iniciativa con altura de miras y responsabilidad. Es momento de dotar a los tamaulipecos de un marco legal que proteja sus negocios y su integridad”, puntualizó.

Finalmente,  advirtió que la extorsión no debe seguir siendo tratada como un hecho cotidiano o inevitable.

“Es un delito que agrede la confianza social, ahuyenta la inversión, limita el crecimiento económico y pone en riesgo la vida y el patrimonio de las familias. No podemos ni debemos acostumbrarnos a convivir con él”.