Luis Alonso Vásquez
Dirección General
Martha Isabel Alvarado
Sub Dirección General
20 de octubre, 2010
Cuando Felipe Calderón dejo de trabajar para dedicarse de lleno a buscar la candidatura presidencial se justificó diciendo que era su “vieja” la que sostenía el hogar y así estuvo dos años. En ese momento Margarita Zavala era diputada federal, ganaba más que bien para mantener a su “viejo”.
Pues bien, desde hace cuatro años, Andrés Manuel López Obrador no trabaja, no tienen negocios, ni cuentas bancarias y está dedicado a su obsesión por ser presidente de la república. A diferencia del Presidente Calderón, es viudo y no tiene una mujer que lo mantenga, aunque ahora que compareció ante el Instituto Federal Electoral se aventó la puntada de decir que gana 50 mil pesos mensuales que le paga la Asociación Civil Honestidad Valiente.
Y así como esa puntada, también dice que no es cierto que ande haciendo campaña en busca de la candidatura presidencial en el 2012, pero hasta un niño de siete años sabe que López Obrador no solo anda en campaña, sino que además está desesperado, y diríase que al borde de la locura, porque en su busca de la candidatura se ha encontrado con el rechazo de buena parte del PRD, que lo han orillado a trincherarse en el PT.
A estas alturas es evidente que López Obrador no tiene ninguna posibilidad de ganar las elecciones del 2012, pero esta tan enfermo de poder que es posible que se contente con ser candidato por segunda ocasión y esperar mejores tiempos para el 2018. La tercera es la vencida, ha de pensar.
El más beneficiado con todo esto será el PRI que por un lado es favorecido con el descrédito del PAN porque 10 años le han bastado para demostrar que no sabe gobernar y por el otro el PRD está dividido entre los que están con López Obrador y los que quieren otra opción. A dos años de las próximas elecciones todo apunta a que el PRI estará de regreso a Los Pinos y si la primera vez duró 71 años en el poder, en este segundo regreso podría durar otro tanto y hasta más porque en ese segundo regreso evitaría repetir los errores que lo llevaron a perder en el 2000.
Por otro lado, como lo anticipamos aquí, en varias colaboraciones, el PRI dio marcha atrás a su propuesta de reducir el IVA en un punto porcentual y junto con los demás partidos políticos aprobó la Ley de Ingresos del 2011 en la que el IVA quedó igual tanto en la frontera como en el resto del país.
Desde un principio se vio que el anuncio tenía fines mediáticos y no un propósito real de favorecer a los contribuyentes. Se utilizó el anuncio como medio de presión al gobierno federal para obligarlo a negociar.
Hoy nos dicen que al reducir el IVA se dejarían de percibir más de 32 mil millones de pesos y que eso atrasaría la reconstrucción de las economías en los estados donde este año hubo desastres naturales. Argumentos pueden darnos muchos, la verdad es que jamás hubo intención de bajar el IVA, como tampoco hay intención de acabar con los regímenes especiales con los cuales las grandes empresas dejan de pagar alrededor de 500 mil millones de pesos al año.
Al final el PRI utilizó la ilusión de la gente para negociar con el gobierno federal y lograr acuerdos económicos para los estados donde gobierna. Era algo que pocos previeron, en cambio el gran público se ilusionó con la posibilidad de que hubiese una ligerísima reducción en la tasa del IVA