Luis Alonso Vásquez
Dirección General
Martha Isabel Alvarado
Sub Dirección General
3 de diciembre, 2010
Al cumplirse las dos primeras partes del gobierno del Presidente Felipe Calderón, este tiene una aceptación ciudadana del 54 por ciento, de acuerdo con la empresa encuestadora Mitofsky.
Esta cifra dice mucho o muy poco, de acuerdo al cristal con que se mire y en el caso de los calderonistas no les va a gustar enterarse de que en los primeros dos tercios de su gobierno, Carlos Salinas tenía una aceptación popular del 77 por ciento, en tanto que Ernesto Zedillo alcanzó 62. En cambio, Calderón obtuvo el mismo porcentaje que en su momento alcanzó Vicente Fox. Y si el tiempo terminó convirtiendo a Carlos Salinas en el principal villano de la historia mexicana, por encima de Antonio López de Santa Ana y de Porfirio Díaz Mori, quién sabe cual irá a ser el destino histórico de Calderón, si empieza su tercer tercio con una popularidad 23 puntos debajo de la que tenía el villano Salinas.
De acuerdo con la misma encuestadora el 59 por ciento de la población está convencido de que el rumbo del país está equivocado; el 87 por ciento ve muy mal la economía: y el 83 por ciento cree que la inseguridad es el principal problema en el país.
En otro tema, muy bueno sería que el Gobernador Eugenio Hernández estuviese en Nuevo Laredo más seguido, pues es la única forma de que los regidores del PRI se dejen ver. En los meses anteriores, fueron raros los regidores del PRI que asistieron a sus cubículos en la presidencia municipal, destacando Juan Manuel Cortés y Griselda Garza que van a diario. Otros como Fernando Castillo y Ernesto Saldaña, Baudelia Juárez acuden con regularidad, pero el resto asiste solo de vez en cuando.
En cambio, ahora que vino el Gobernador, la mayoría de los regidores se dejaron ver. Ahora que también hay que aclarar, que ir a la oficina a echar la chorcha no debe ser suficiente. Lo correcto es que cumplan con su responsabilidad, desde trabajar en comisiones hasta atender a los ciudadanos que los buscan para alguna gestión.
Pero bueno, esta administración ya se acabó, lo que no se hizo en tres años no se va hacer en 27 días y ahora hay que esperar a los nuevos regidores que dicen tener muchas ganas de trabajar por el pueblo, frase, ¿qué dónde y cuándo hemos escuchado? Vamos a concederles el beneficio de la duda y que el tiempo ponga a cada quién en su lugar.
Pero lo peor de los regidores que ya se van es que varios de ellos están convencidos de que hicieron un súper papel y que dentro de tres años deben repetir, como Alfonso Meza que está obsesionado en volver a ser dirigente de la CNC para después buscar su regreso al cabildo, a pesar de que en su momento puso obstáculos al actual dirigente de ese sector, Alejandro López. O como Rosa Pecina que siente que fue tan buena regidora que el grupo Líderes Unidos volverá a apoyarla para que dentro de tres años repita, cuando hay el riesgo de que la expulsen por no haber hecho nada para fortalecer al grupo que la apoyo.
Ellos ya tuvieron su chance, aprovecharon para hacer negocio y dinero y desatendieron el aspecto político y social, necesario para permanecer vigentes en el mundo político. Lo mejor que pueden hacer es prepararse para permanecer varios años en la banca. Ni modo, se ganaron el lugar.