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¡Salven a MORENA!

Max Avila

11 de abril, 2021

En junio MORENA ganará porque pesa mucho la imagen de AMLO y la heroica obra que realiza a favor de las mayorías. Ganará digo, porque los mexicas no renunciarán fácilmente a las conquistas obtenidas y menos después de conocer el alto grado de corrupción e inmoralidad (y lo que falta por descubrir), que significó el periodo neoliberal. Desde luego hay diferencias, discrepancias, incluso pugnas, hacia el interior de la organización pero ni en estas ni en otras circunstancias, es factible su derrota.

Lo anterior no obsta para insistir en que MORENA carece de un líder formal cuando la mediocridad de Mario Delgado Carrillo es evidente por la serie de torpezas, (muchos las llaman pendejadas, entre ellos el escribidor), aprovechadas por los adversarios de la 4T y sus cómplices. Ahora mismo en algunos estados los reclamos se multiplican debido a imposiciones de candidatos que contradicen el espíritu democrático de los nuevos tiempos. En este sentido Tamaulipas no queda exento de tan maligna actitud y son diversos los grupos que manifiestan su inconformidad, principalmente contra el delegado partidista Ernesto Palacios Cordero, en cuyo perverso jueguito los auténticos morenistas adivinan rasgos identificados con el pasado y presente regional. 

Usted dirá que con toda y la fortaleza mostrada por MORENA de alguna manera la antidemocracia lo daña y tiene razón, sin embargo existe la esperanza de que el camino se pueda recomponer transcurrido el actual proceso electoral. Es lo que debiera suceder para no poner en riesgo ni el congreso de la Unión, ni la Presidencia de la República en el 2024. Por ahora no hay peligro, pero el partido de AMLO urge de cirugía mayor, lo cual implica exterminar a los facciosos con miras futuristas influenciados por intereses personales y de grupo. Y uno de ellos es Mario Delgado Carrillo entregado a las ambiciones de Marcelo Ebrard a quien sin restarle méritos, debiera ser de los más obligados a guardar disciplina y lealtad considerando la proyección como secretario encargado, no solo de las relaciones internacionales, sino de negociar y obtener las dosis del antivirus que requiere la república. Este funcionario es quien trata con diversos y poderosos gobiernos a un nivel que lo prestigia y otorga respeto. Ahora mismo está a punto de iniciar una gira por China y Rusia bajo el propósito señalado. 

Méritos al margen de Marcelo, debemos leer entre líneas lo que AMLO ha dicho en más de una ocasión, respecto de que a pesar de que el futuro Presidente surja de MORENA, habrá que tener cuidado para conservar los avances sociales logrados en la presente administración. Y lo dice a sabiendas de que entre los y las que se empiezan a mencionar para sucederlo, también existen conservadores. Marcelo es uno de ellos y en menor medida Ricardo Monreal, no así Claudia Sheinbaum considerada de la “línea dura” de la Izquierda en el poder. 

MORENA debe cambiar en cuanto a que su dirigencia sea congruente y de consecuente actuar con los objetivos democráticos y de justicia social del supremo gobierno. Es éste el primer y lógico elemento de respaldo hacia un régimen que de ninguna manera puede, ni debe quedar huérfano de apoyo partidista, como sucede en cualquier parte del mundo, sin que sea violatorio del mandato institucional de gobernar para todos. (Aunque entre estos “todos” haya traidores, ladrones y saqueadores del pasado reciente, siempre dispuestos a malbaratar el país al mejor postor. Y ni modo que sea invento).

Quedamos en la urgencia de salvar a MORENA de facciosos como Mario Delgado Carrillo, causantes entre otras torpezas (insisto en llamarlas pendejadas), de provocar la anulación de las candidaturas a gobernador de Guerrero y Michoacán. Un detalle de contabilidad que pudo aclarar cualquier profesional del ramo, pasado por alto por la dirigencia nacional sabedora que se trataba de una falta mayor de graves consecuencias. Ahora Félix Salgado Macedonio y Raúl Morón debieran reclamar a Mario Delgado y no al INE cuyo presidente Lorenzo Córdova, no deja ir estas oportunidades para perjudicar a MORENA. 

Si existe culpable, este no es otro que el dirigente, por más que se proteste contra el INE del que hay que reconocer, aprovechó acomodándose a la ocasión para vengar las presuntas ofensas de AMLO. Lorenzo feliz, no así Salgado Macedonio y Raúl Morón que mastican su frustración entre amenazas de violencia que no conducen a nada. Total bueno sería que Mario Delgado Carrillo deje la dirigencia y cuanto antes. Ya estuvo bien de tantas tonterías.

                                    

 DE LORENZO, PA’ VARIAR

El consejero-presidente del INE tiene razón al asegurar que la democracia “no pasa por buen momento”. Un poco tarde, Lorenzo Córdova se dio cuenta cuando debió saberlo desde que encabeza la institución. Y no es que haya sido culpable de las sospechas acrecentadas, sobre todo en la última etapa del neoliberalismo, sea en la época de Peña Nieto, su padrino.

De las sospechas no, pero, ¿qué tal de sus actitudes racistas, burlonas y carentes de respeto hacia la ciudadanía o de sus rencores mal disimulados contra la Izquierda que ahora combate la corrupción e inmoralidad de anteriores administraciones?. No olvidéis que este funcionario es herencia del inmoral pasado.

Es claro que Córdova está convertido en activista del neoliberalismo. Por ello no extraña su protagonismo tendiente a combatir la 4T con los instrumentos legales que se lo permiten, en un escenario donde MORENA parece vulnerable y a expensas de intereses inocultables.

Don Lorenzo llegó a presidir en INE por efectos de sus relaciones políticas del peñismo. No existe otra explicación que es la misma de su enojo actual. Es un provocador que manipula el concepto a su favor. No es un demócrata en el sentido estricto del respeto a la voluntad popular. Al contrario, como que le molestan las decisiones mayoritarias al no terminar de aceptar los triunfos de MORENA. Es un aristócrata con todos los valores que el calificativo significa, por lo tanto ignora el espíritu combativo de una comunidad humillada, explotada y saqueada durante 36 años.

La democracia entonces, efectivamente “no pasa por buen momento”, por la sencilla razón de que él sigue al frente del INE.

SUCEDE QUE

La lealtad de Américo Villarreal Anaya hacia AMLO está bajo sospecha. No denunciar las irregularidades en MORENA – Tamaulipas, casi, casi es una traición. No olvide el senador que la mano que dio, también quita cuando se sobrevaloran las ambiciones personales.

Y hasta la próxima.

Usa los números de emergencia responsablemente.
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