Al inicio de las campañas

Martín SIFUENTES

18 de April, 2021

En el arranque de las campañas políticas, hay aspectos que, si bien no son nuevos, sino más bien recurrentes, no dejan de llamar la atención.

Seguramente como lo hemos visto en otras ocasiones, fuerzas extrañas buscarán trivializar el proceso con ataques, con guerra sucia, y descalificación de rivales, dando la impresión de que se busca bajar de nivel la contienda y de paso desanimar la participación ciudadana, algo que seguramente van a lograr.

Hasta ahora en las campañas federales y en los estados en donde se elige gobernador, lastimosamente, no podemos decir que hayamos visto una campaña rica en propuestas, con proyección real a futuro y con aspirantes confiables.

Ya lo hemos estado viendo, y a partir de ahora será más recurrente la tendencia de los partidos y candidatos a hacer uso de las redes sociales, pero como sucede normalmente, en la gran mayoría de los casos ahí se darán un encontronazo, con los contestatarios, esos que han encontrado en internet la tribuna ideal para decir y escribir.

Las redes sociales no han resultado en otros procesos ser un terreno fértil para hacer política, ni para persuadir, ni para convencer, pues sus usuarios frecuentes no se quedan callados, contestan y cuestionan. Y muchas veces insultan, amparados en el anonimato que brinda ese medio. Muchos candidatos y sus equipos no aguantan la presión de los cibernéticos.

El tema del respeto al tope en gastos de campaña, se convertirá próximamente en "el gran tema". Es seguro que habrá denuncias sobre dispendios, excesos y uso abusivo de dinero, porque en el pasado reciente, muchos candidatos y partidos se han pasado por el arco del triunfo la disposición del árbitro electoral en cuanto al limite de sus erogaciones.

Cualquier persona medianamente informada sabe bien que los mismo panistas, priistas y morenos, principalmente, han gastado de mas, y en muchos casos, ha habido verdaderos abusos.

Ojalá que hoy las cosas sean diferentes, pero no se ve como, y lo peor es que todo ese escenario solo se abona al desinterés ciudadano, al enojo social. 

Por eso al inicio hablábamos de como hasta pareciera que hay intereses en desalentar e inhibir la participación.