El congreso de la risa

Max Avila

03 de octubre, 2021

A la memoria de mi amigo Anacleto Sotelo Rodarte quien libre, ya viaja por la inmensidad del infinito. Descanse en paz.

Las nuevas encomiendas a personajes ligados a MORENA contribuyen a multiplicar la confusión respecto al futuro del estado. No se trata precisamente de estrategias que dibujen el perfil del candidato a la gubernatura, sino todo lo contrario, y es que a estas alturas y con  la premura a cuestas, tanto Rodolfo González Valderrama, como José Ramón Gómez Leal se ubican en circunstancias inesperadas. El primero a fortalecer los programas de bienestar federal y el segundo a promover el voto a favor de la ratificación de AMLO en el cargo más importante de la república. Y vea que ambos están en riesgo de fallar y por lo tanto ser eliminados de la contienda, ¿es esta la intención?, a lo mejor, quizá, tal vez, es probable, igual y sí…uno nunca sabe. 

El asunto es que a unos dos meses de la convocatoria para quienes se consideren con derecho a participar en el proceso interno, todo está como al principio en Tamaulipas, lo cual es lógico y normal en un partido ausente de liderazgo donde la dirigencia actúa más bien en la clandestinidad, sea sin el propósito elemental de atraer militancia, mucho menos establecer las diferencias ideológicas con sus adversarios. Además incapaz de proponer proyecto para la entidad cuando sin brújula ni capitán, navega en completa obscuridad. 

Con todo y lo obtenido aquí en las anteriores elecciones, la sobrevivencia de MORENA  sigue siendo uno de los milagros mejor logrados de AMLO. Por supuesto que eso de “lo obtenido” en los últimos tiempos tiene sus asegunes porque nada garantiza lealtad de quienes gracias a la marca lograron poder local o regional mediante alcaldías o diputaciones. Perrrrrmítame afirmar que conociendo la condición humana de los políticos, tales “triunfos”, pa’ ser más claros,  son mera fantasía. 

De manera que la confusión se multiplica sobre la candidatura a gobernador y en este escenario aparece desde luego Américo Villarreal Anaya, llegado a la política por accidente o mejor dicho, por un arrebato nostálgico de AMLO que lo catapultó a la senaduría que ostenta sin mayor derecho que el apellido, y de ahí al prematuro e irresponsable “destape” por parte de Mario Delgado Carrillo, desde las lejanas tierras de Sinaloa a donde enviaron al prestigiado médico dizque “a foguearse”. 

Cosas extrañas suceden en Tamaulipas cuando el destino casi lo alcanza: MORENA serpentea entre caminos, brechas y veredas donde pueda evadir lo relativo a la marca, (entre más lejos de AMLO mejor); un activismo panista que, al margen de su circunstancia, sorprende por su disciplina en cualquier prueba o adversidad, sea que no se detiene ante nada, (“y nada es nada” como dijo aquel), y un priismo que dosifica su último aliento para el cual las presuntas alianzas no tienen más sentido que alargar su agonía.

Mientras tanto, sin estructura ni algo que se le parezca, MORENA fue rebasado por la realidad. Ya son tres años de gobierno federal y en Tamaulipas no logró avanzar con la dignidad a que obliga el triunfo nacional. Ni siquiera con humildad pudo imponer su presencia, actúa más bien con miedo, incluso en las recientes victorias que ya le digo, son más bien simbólicas. Es como el indigente que espera la noche para buscar un lugar donde echar a volar sus fantasías.

En estas condiciones la paisanada no sabe por dónde y cuándo aparecerá el sol…si es que aparece.

EN ESO NO QUEDAMOS…

Insisto, las “victorias” de MORENA son ficticias y hasta peligrosas para el futuro. ¿Qué mejor evidencia lo que sucede en el congreso local?. “El chapulineo” ratifica la condición humana de quienes participan en política, más cercanos a la praxis generadora de beneficio personal que de la virtud derivada del servicio público. En este sentido molesta al columnista pero es necesario recordar, la duda que anticipó respecto de la lealtad entre los (las) integrantes de la mayoría morenista.

Es una pena el brusco cambio de bancada por los motivos que usted crea y guste, pero más vergonzoso el ridículo hecho por Armando Zertuche Zuani presunto líder de una fracción que conforme transcurren los días apunta a la baja. (La raza dice que llegará el momento en que ni con él mismo podrá hablar).

Sin exagerar porque la realidad no miente, pareciera que el éxodo de legisladores(as) morenistas hacia otras filas es inevitable, tanto que “los derrotados” pueden convertirse en mayoría legal echando por tierra las valentonadas de quienes ignoran que el cambio fundamental debe ser en la conciencia. ¿Quién seleccionó a los candidatos (as) a las diputaciones locales y alcaldías sin conocer sus verdaderas intenciones?...Buena pregunta.

Y hasta la próxima.