La injusta inseguridad

Martín SIFUENTES

24 de octubre, 2021

Si bien es cierto que el tema de la inseguridad en Tamaulipas hoy en día no se parece en absolutamente nada a los días negros de 2010, 2011, o 2012, cuando se vivía con el rosario en la mano y era practicante impensable un viaje por carretera, aun no se puede afirmar que la entidad esta completamente libre de ese flagelo.

Particularmente en la zona fronteriza, la inseguridad aún se percibe. Nuevo Laredo es continuo escenario de enfrentamientos, y que decir de la frontera chica, de Reynosa y de Matamoros.

Sin dejar de reconocer que se ha avanzado, lo cierto es que aún falta mucho por hacer para lograr llegar la estado idea de paz y tranquilidad que la ciudadanía tamaulipeca reclama desde hace muchos años.

Evidentemente la estrategia del gobierno federal ha cambiado. Ya no se ven los patrullajes del ejercito y la Marina, aun y cuando la sociedad sabe que ahí están.

La policía estatal suple la ausencia de policías municipales y su presencia es disuasiva.

Cierto, Tamaulipas no figura entre los estados más violentos, pero también es cierto que aún hay miedo entre la sociedad.

Aquí sólo cabe preguntarse, que nos pasó ¿Donde nos perdimos, cuando comenzó esa descomposición de la que hoy somos presos? ¿Por qué le pasó esto a Tamaulipas?, ¿han sido culpables las autoridades que nos han gobernado o hemos sido nosotros mismos los que hemos descompuesto nuestro entorno?

Los momentos oscuros que hoy se viven en Matamoros, en Ciudad victoria y Reynosa, ya se han vivido en Tampico, Matamoros o Nuevo Laredo, y aún en ciudades medidas como Madero, Miguel Aleman, o Rio Bravo. 

Todos los tamaulipecos sabemos de una manera u otra lo que es vivir en medio de la violencia, en medio de balazos y de terror. 

Eso no es justo.