AMLO, tareas pendientes

Max Avila

23 de junio, 2022

A poco más de tres años y medio de su gobierno, AMLO ha cumplido casi todos sus compromisos con resultados de alto beneficio para la república. Debemos aceptar, sin embargo, que resta combatir la corrupción hasta sus últimas consecuencias y disminuir la violencia e inseguridad en grado que no perjudique la convivencia social. Estamos de acuerdo en que la tarea no le es fácil y que en este aspecto quizá haga falta algo más que repartir abrazos.

No ha sido fácil digo, considerando que a veces la ley se tuerce provocando desconfianza en ciertas instituciones que impiden el imperio del derecho. Ahora mismo, de acuerdo con la información pública, son innumerables los personajes que permanecen impunes después de ejercer cargos que permitieron su enriquecimiento. El propio AMLO a varios los menciona con insistencia y siguen tan campantes disfrutando las ganancias del poder, incluso en el extranjero. 

En este sentido, imposible aceptar, por ejemplo, que la cadena de corrupción terminaba en Rosario Robles o Emilio Lozoya, siendo como lo fueron, solo eslabones del saqueo en gran escala. ¿Dónde están sus ex jefes Enrique Peña Nieto, Luis Videgaray y el resto de los ex funcionarios que disponían a su antojo del patrimonio nacional?. ¿Por qué no se llama a Vicente Fox o Felipe Calderón para que rindan cuentas sobre su responsabilidad?. Y a Carlos Salinas de Gortari y Ernesto Zedillo.

El columnista insiste desde hace tiempo en que la guerra contra la corrupción está incompleta al excluir a los expresidentes operadores del neoliberalismo que empobreció al país y a más de la mitad de la población. Es necesario ver tras las rejas cuando menos a uno de ellos, saber que la justicia no es selectiva y que la oportunidad histórica toca a las puertas del régimen morenista. Por otra parte, visto como aporte político, ¿qué mejor reconocimiento hacia el partido de AMLO para garantizar su permanencia no solo a nivel federal sino estatal o local?. 

Mientras tanto, mañana tras mañana nos enteramos de nuevos actos de inmoralidad heredados de regímenes anteriores y de los esfuerzos para remedir en lo posible el daño, como el desastre ecológico en el caribe propiciado por una empresa extranjera con permiso para destruir miles de hectáreas de selva con el único propósito de extraer materiales de exportación. La Federación quiere evitar más robo, pero dicha empresa recurre a amparos de todo tipo, incluso internacionales. Como ésta, existen infinidad de irregularidades conocidas solo por la denuncia pública donde hay culpables que no pueden ser otros que los exfuncionarios mencionados.

 

Quedamos en que la violencia e inseguridad quizá no son combatidas con la firmeza requerida. En este aspecto hay tareas pendientes. La muerte de dos religiosos en Chihuahua, por ejemplo, pega en lo más sensible de la sociedad, como sucede cuando se trata de feminicidios o de menores inocentes sacrificados en diversas circunstancias. Es muy doloroso comprobar que la crueldad se impone sobre los buenos sentimientos y el humanismo a que llama el gobierno. Los resultados para lograr la paz son casi nulos a pesar del optimismo de AMLO.

Visto lo anterior el columnista opina que el débil combate a la corrupción y la inseguridad, de seguir en la situación actual, podrían influir en el futuro de Morena. A esto agregaríamos la mediocridad de su dirigencia que encabezada por Mario Delgado que alcanzó, (por decirlo en forma decente), grado de indigencia mental. Y ni modo que sea invento.

                                             

NO ME AMENACES, NO ME AMENACES

Tan pobres son las convicciones de Ricardo Monreal que condiciona su permanencia en Morena a que lo consideren aspirante “de número” a la candidatura presidencial. Entre otras cosas, el líder senatorial se queja de no haber sido invitado a la reciente reunión partidista en Toluca donde literalmente dio inicio el proceso interno rumbo al objetivo en cuestión. Evento que recordéis, enmarcó las posibilidades de Claudia Sheinbaum, Marcelo Ebrard y Adán Augusto López. 

Por supuesto Monreal no será candidato de Morena y fuera de la organización no encontrará la mínima posibilidad de suceder a AMLO, así sea adoptado por Movimiento Ciudadano cuyo dirigente Dante Delgado siempre anda cazando ofertas “de temporada” que dejen atractivas ganancias.

Don Ricardo se sobrevalora en esta ocasión, poniendo en riesgo su carrera política…como luego dicen, “¿a donde vas que más valgas?”.

 

SUCEDE QUE

Avisen al PAN y a su ex candidato que la elección ya pasó y que la mayoría decidió quién será gobernador del estado.

 

Y hasta la próxima.