Luis Alonso Vásquez
Dirección General
Martha Isabel Alvarado
Sub Dirección General
Héctor Garcés
Alberto Guerra Salazar
Angel Virgen Alvarado
José Inés Figueroa
Arnoldo García
Max Avila
26 de mayo, 2019
Ambos bandos se pelean y se atacan fieramente.
Los que defienden a la 4T y los que la denostan, están entrando en un terreno peligroso, justamente en el que se toca la vida, la salud y la enfermedad.
Unos acusan de reducción del presupuesto de salud, de falta de medicinas, de recortes de personal médico, de mal servicio, y otros hablan de enorme corrupción, de vicios añejos que han colapsado al sistema nacional de la salud.
Sea lo que sea, aquí lo que más importa es que no se puede poner más en riesgo la salud y la vida de millones de mexicanos.
Si la corrupción ya existía; pues hay que exterminarla.
Si no hay recorte presupuestal, pues a demostrarlo, adquiriendo insumos y equipo.
No se puede pretender administrar mejor a costa de cerrar la llave.
Si hacen falta medicamentos, hay que comprarlos.
Si hay que meter a la carcel a corruptos , que los metan, pero sin suspender programas o afectar a terceros.
Si no es verdad que habrá más apoyo para el beisbol que para la salud de los mexicanos, hay que demostrarlo.
Que la austeridad no sea a costa de la atención a la salud de los mexicanos.
El propio presidente lo acaba de decir, hace unos días, cuando manifestó.
“Si hay falta de medicamentos o de equipos en los institutos de inmediato se resuelve, porque hay presupuesto, pero además que quede también absolutamente claro, para la salud del pueblo, para la educación del pueblo, no hay límite en cuanto a presupuesto”.
El mandatario declaró además que sería una contradicción que “un gobierno que surge de un movimiento popular”, no destine recursos para la salud.
Que esto no se quede solo en palabras.
J. Guadalupe Díaz Mtz.
Martha Isabel Alvarado
Jose Luis B Garza
Carlos López Arriaga
Clemente Castro