Luis Alonso Vásquez
Dirección General
Martha Isabel Alvarado
Sub Dirección General
6 de noviembre, 2010
Cuando termina una administración municipal por lo general los que salen de regidores rara vez logran colocarse en el nuevo gobierno. La realidad es que salen apestados. La nueva administración no los quiere, sobre todo si son del PRI.
Por ejemplo, cuando terminó el trienio de Daniel Peña, en el gobierno de Ramón Garza Barrios, solo dos ex regidores encontraron cobijo, los dos, casualmente, de la oposición: Carlos Canturosas Villarreal que quedó en el Instituto Municipal de Vivienda y Suelo Urbano y Oscar González, que despacha en una subdirección de Obras Públicas.
En marzo pasado, a ellos se unió el priista Pedro Robles García, en la subdirección de Desarrollo Social, donde el anterior jefe, Heriberto Martínez, dejo una mala imagen al no manejar correctamente los recursos facilitados.
Hoy todavía no termina la administración y algunos de los regidores actuales ya andan presumiendo puestos en el gobierno que entrará en el 2011. Se sabe de por lo menos cuatro nombres, dos hombres y dos mujeres. Uno ya se siente dirigente del PRI y otro de la CNOP, en tanto que las damas presumen una larga y entrañable amistad con el alcalde electo. Nadie discute que sean amigas, pero eso no les da derecho a la jactancia.
En la década de los cuarentas del siglo pasado, Maximino Avila Camacho se jactaba de que él manejaba al Presidente de la República y que él sería su sucesor. Una y otra vez maltrato al Secretario de Gobernación, Miguel Alemán Valdés y hasta llegó amenazarlo de muerte, peri el pobre hombre murió antes de que arrancara la sucesión que terminó favoreciendo a Miguel Alemán. Por supuesto, es un paralelismo exagerado, si se quiere, pero que retrata lo imprudente que es jactarse de lo que todavía no se tiene.
En cambio, en el caso de los dos hombres que se promueven uno para el PRI y otro para la CNOP, ni siquiera tienen amistad con el alcalde electo. Lo conocen, alguna vez han cruzado palabra con él, hasta han estado en un mismo lugar, compartiendo el pan y la sal, pero de eso a que sean los grandes cuates, hay un mar de diferencia. ¡Ah!, y tampoco son cuates de Egidio Torre.
Es altamente probable que antes de abril del próximo año haya cambios en el PRI y en algunos de los sectores. Es lo normal en cada cambio de administración y máxime que el 2012 está a la vuelta de la esquina. Tanto el Gobernador como el Alcalde querrán tener al frente del partido a un hombre de su confianza que la garantice resultados en la elección del 2012, sobre todo porque el PRI tiene muchísimas posibilidades de recuperar la presidencia de la república, pero recuperarla no será tarea fácil.
Mientras se llegan los tiempos, el actual dirigente del PRI, Ramiro Ramos Salinas sigue trabajando como si su estancia al frente del partido estuviese asegurada. El es institucional, sabe que los cambios en el partido se pueden dar en cualquier momento, aún aunque busque oponerse. Por supuesto, no pondrá obstáculos a su relevo.
En tanto llega el relevo, Ramiro Ramos trae trabajando a los sectores y organizaciones en una serie de actividades para celebrar el Centenario de la Revolución Mexicana, que incluyen un torneo de golf, una reunión del consejo político municipal, un concurso cultural y una verbena para el 20 de noviembre, entre muchos otros eventos.