Tranquilos, la vida sigue…

Max Avila

02 de October, 2022

La ceremonia de toma de protesta de Américo Villarreal Anaya se convirtió en el escenario perfecto para tres aspirantes a la candidatura presidencial de Morena. Ellos y ella vinieron a publicitarse a la esquina de la república más polémica de los últimos tiempos. Y les fue bien porque después del gobernador, robaron el aplauso y las “porras” del respetable que, de acuerdo con las crónicas, favorecieron a Claudia Sheinbaum.

En este caso la jefa de gobierno de la CDMX debió agradecer también, que por estos andurriales la promoción de su figura muestre importantes avances. En efecto, no es novedad encontrar nombre y foto al canto de quien se supone la más probable sucesora de López Obrador. No extraña que en los puntos donde existían plásticos u otros materiales de AVA en campaña, ahora aparezcan a nombre de la hembra en cuestión. 

El asunto es que doña Claudia, Marcelo Ebrard y Adán Augusto López por sobradas razones ocuparon la atención en el señalado evento dejándose querer como manda el catecismo de la grilla mexica. La nota complementaria por parte del columnista es que más tarde algo sucedió en palacio de gobierno, probablemente una reunión de distinguidos personajes con el flamante mandatario, puesto que los alrededores del inmueble fueron tomados por guaruras quienes además de prohibir el paso gustaron mostrar su estatus de feroces guardianes al servicio de funcionarios de la moda transformadora. Y deje que la cantidad de potentes y lujosos vehículos con placas de distintos estados convirtieron el lugar en estacionamiento particular con el consecuente temor e inconformidad de vecinos y familias que por costumbre se dan cita en la plaza aledaña. 

En este caso usted dirá que quizá no todos los invitados hicieron viaje por carretera y tiene razón, cuando existe el registro de que la mayoría enviaron como avanzada máquinas y “ayudantes” para luego viajar en aviones de línea y por supuesto privados u oficiales al servicio de los gobernadores, (pa’ no dar molestias al anfitrión que bastantes problemas tiene con la herencia que recibe), y moverse con sus propios recursos. Un ejemplo fue la maestra Delfina Gómez candidata al gobierno del Edomex a quien vimos bajar de una super camioneta acompañada de tres sujetos con aspecto de luchadores estelares de la triple A. 

En cuanto al discurso de AVA, ni como negar que fue como canto que envolvió de esperanza a todo el estado. Un acto que, aunque recordó la vieja tradición del tricolor tuvo matices diferentes respecto del pasado inmediato que deja profundas huellas y el clamor de que Tamaulipas regrese a la normalidad institucional lo antes posible y así participar de la transformación a que convoca el supremo gobierno. Se trata de recuperar lo perdido por la confrontación y las diferencias inexplicables para la paisanada que en última instancia resultó la más perjudicada. 

Es de creer que las circunstancias serán diferentes, aunque sin la garantía de resolver la problemática en corto plazo, ni siquiera con el apoyo prometido por AMLO considerando que algunas de las enfermedades que padece el estado son de pronóstico reservado, es decir, graves de toda gravedad difíciles de curar hasta por el mejor médico, dicho sea, sin deseos de ofender.

Las promesas del gobernador fueron muchas y variadas y quisiéramos que todas se cumplieran, pero habremos de ser realistas y aceptar que las condiciones económicas de la república en su conjunto lo dificultarán. Así que, concretar la mitad significará buen triunfo para la administración que inicia y el partido que la representa.

                                               

 “¿Y LO OTRO APÁ?”

Mucho se dice y escribe sobre la responsabilidad de la anterior administración siendo lo más probable que todo o la mayoría de presuntas culpas, vayan a parar al archivo muerto de la historia. La memoria pública registra que en situaciones como la de Tamaulipas es mejor seguir adelante que detenerse en investigaciones infructuosas que tienen que ver con la falta de voluntad o la incapacidad para demostrar lo indemostrable. A quienes corresponde ya lo harán a su tiempo. No es crítica, simplemente suponer que es preferible hacer a un lado, al menos por ahora, aspectos no urgentes para el avance de la entidad. 

Al actual gobierno no le conviene atorarse en asuntos de orden judicial que, por complicados han de consumir meses y años sin llegar a conclusiones satisfactorias para quienes piensan en una revancha partidista más que desarrollo social. No olvidar que el interés comunitario va mucho más allá que el simple triunfalismo de una generación que ha de transcurrir como todas las que ya forman parte del pasado. 

Lo anterior tampoco indica resignación o impunidad, pero sí el convencimiento de que en política “la forma es fondo” como dicen que dijo Jesús Reyes Heroles en relación con el papel que juegan los servidores públicos.

En síntesis, si usted espera espectáculos con alta carga de morbo y amarillismo, es mejor que lo haga cómodamente relajado en una hamaca porque de haberlos, han de pasar muchas lunas. Y si no, pa´l baile vamos.

 

SUCEDE QUE

En relación con la situación de Geño Hernández, recordad que su probable extradición depende de Relaciones Exteriores y que AMLO no desperdicia oportunidad para señalar su presunta participación en el fraude electoral del 2006. Así que deduzca.

 

Y hasta la próxima.