Luis Alonso Vásquez
Dirección General
Martha Isabel Alvarado
Sub Dirección General
15 de octubre, 2025
Como resultado de las últimas lluvias México vive una tragedia. De acuerdo a informes oficiales y diversos medios de comunicación casi la totalidad del territorio sufre daños en mayor o menor medida, esto obliga a las autoridades a redoblar esfuerzos para alcanzar la normalidad cuanto antes. Desde luego hay estados como Veracruz, Puebla, SLP, Hidalgo, Querétaro y algunos más donde la situación es doblemente difícil siendo prioridad para el supremo gobierno.
Lamentable por otra parte, las pérdidas humanas. A la hora de escribir esta columneja contabilizaban más de sesenta y cinco fallecimientos e innumerables desaparecidos. Además de la destrucción de unas cien mil viviendas cuyos propietarios cuentan con la promesa de Doña Claudia de que serán rehabilitadas y repuestos los enseres como ha sucedido en otros fenómenos que la naturaleza de vez en cuando nos receta.
Lo cierto es que la república enfrenta un problema grave que por supuesto aprovecha la minoría rapaz para atacar al régimen pretextando la falta de previsión y de fondos para esta clase de desastres. Recordad que el FONDEN desapareció justo porque era utilizado por gobernantes y empresarios ladrones que bien aprovechaban la situación para realizar jugosos negocios con la desgracia social. De ahí la crítica opositora que añora la corrupción de los viejos tiempos.
En esta situación obvio es que surja la desesperación ciudadana. Así lo constató la Señora Presidenta durante visitas a algunos puntos críticos donde la gente, como es lógico, exigió ayuda y apoyo oficial. Mentira que la situación haya salido de control con riesgo de la seguridad de La Jefa como pretende hacer creer la oposición PRIAN y sus voceros. Por el contrario, es prueba de la importancia de estar con el pueblo afrontando imprevisibles que nada tienen que ver con la voluntad humana, sea que llegan de pronto y hay que resolverlos de la mejor manera.
El asunto es que estamos en emergencia y corresponde a todos ayudar en la medida de lo posible para salir adelante. Es aquí a donde el columnista quería llegar, porque en esos “todos” se desentiende nada menos que la llamada “representación popular”. ¿Acaso ha visto usted algún integrante del Congreso de la Unión o de las legislaturas locales en labores de rescate?. Estos diputadetes y senadores prefieren ver el problema desde la comodidad de sus curules que ensuciarse su lujosa vestimenta, incluido el calzado de importación, ahora tan de moda entre los políticos cuyo costo no baja de mil dólares, según información sobre el tema.
Lo menos importante para quienes se ostentan como “defensores” de las causas públicas, es precisamente el sufrimiento de las mayorías. Aquello de que los políticos no regresan después de lograr el voto, sigue vigente. Y si acaso vuelven será solo porque buscan cargos más relevantes ratificando mediante su ambición, la burla hacia los que de buena fe creyeron en sus promesas. Recordad a aquel que en apasionado discurso convenció a los presentes destruir el puente de madera con la promesa de que al día siguiente llegaría maquinaria y materiales para erigir uno de concreto. Pasaron los años y nada. Por este y muchos casos semejantes es que la raza se encabrona, tal cual sucede ahora por la ausencia de quienes a cambio del voto daban vida y corazón por el pueblo. Hasta ha de creer.
Decir que Doña Claudia enfrenta casi sola esta tragedia es poco. ¿Dónde está “la representación popular y el resto de funcionarios y dirigentes de Morena incapaces siquiera de organizar centros de acopio?.
SUCEDE QUE
Hay reconocimiento hacia Américo Villarreal Anaya por el apoyo solidario y oportuno a las víctimas de las lluvias que afectan al país. El humanismo se demuestra con hechos, así lo entiende y aplica el gobernante tamaulipeco. Son acciones que debemos aplaudir.
Y hasta la próxima.