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La muerte no tiene permiso

Max Avila

25 de October, 2020

Este dos de noviembre recordaremos a nuestros difuntos en forma virtual porque no vendrán como sucedió por los años de los años, y por tanto la cita entre vivos y muertos no será presencial. Hay temor por la pandemia y los que se fueron no querrán ser factores de contagio, y los que aun vagamos en este valle de lágrimas tampoco deseamos que la tragedia trascienda al más allá…con lo que existe en el más acá es suficiente.

En esta ocasión la peste nos arrebató la felicidad al suponer que los tendríamos otra vez cerca. No habrá voces, risas, ni recuerdos de los buenos y gratos momentos compartidos en los años de vida. Quizá en la soledad observaremos apenas una película en blanco y negro cuyas imágenes desfilarán borrosas por el tiempo, e incompletas por las voces distorsionadas debido a la distancia.

¿Quién iba a pensar que en esta fecha ni la muerte tendría permiso?...¿ni siquiera bajo el compromiso de observar las más estrictas medidas sanitarias?...Las autoridades han decidido que los santos difuntos no salgan, que no se manifiesten por el modo acostumbrado, ni cualquier otro que ponga en riesgo la salud familiar y social.

Por supuesto no habrá cantos, oraciones, lágrimas o banquetes sobre las tumbas, por la sencilla razón de que los panteones permanecerán cerrados. Habrá vigilancia, dicen, para que a ninguna alma se le ocurra convocar a protesta masiva de espíritus en pena. Y pobre de quien lo intente porque la justicia terrenal aplicará con la severidad que va más allá de cualquier acta de defunción por más elegante y de circulación privada que haya sido. Aquí los muertos se entierran con sus nombres y apellidos y los que fortuna material dejen, será para los vivos mientras lo sean, es decir, antes de sufrir el destino manifiesto e ineludible…”cuando no te toca aunque te pongas, y cuando te toca, aunque te quites”. Ahora que si se trata de finura bueno será recordar a Amado Nervo que versos tributara a la madre vida que se escapaba: “Cierto, a mis lozanías va a seguir el invierno: ¡más tu no me dijiste que mayo fuese eterno!...Hallé sin duda largas las noches de mis penas; más no me prometiste tan solo noches buenas; y en cambio tuve algunas santamente serenas…Amé, fui amado, el sol acarició mi faz…¡vida nada me debes!, ¡vida estamos en paz!”…¿le parece cursi?, si es así y no le teme a la muerte, plis, arroje la primera piedra.

Evitar la provocación es uno de los objetivos más importantes de los guardianes del silencio celestial, sin embargo habrá que estar pendientes, ¿qué tal y se filtra algún manifiesto de protesta contra tan descabellada disposición terrenal?...¿hasta dónde mandan los vivos sobre los muertos?. Es tema del que debieran tomar nota aquellos que dicen “representar” a quienes deambulan por la faz de la república, pero no tienen que ver con los que existen solo para efectos de sentimiento humano.

¿Por qué disponen así de la muerte?.

Cierto es que los y las que nos abandonaron no cuentan más en las estadísticas de lo inédito, pero están presentes en sus familias que acuden a su recuerdo para solventar la tragedia humana. Son una especie del lucero de madrugada que orienta el camino y provee de fe y esperanza.

Los santos difuntos no son cualquier cosa, sino el pasado que significa el marco referencial de historias presentes. Son el referente de la memoria colectiva el dos de noviembre, sea que en un solo día, aparecen y desaparecen con la potencia plena del sistema solar del que siguen siendo parte…”nada se destruye, todo se transforma”, dijo el sabio, verdad infinita, compleja e imposible de entender para quienes no tienen fantasía.

Esto de lo complejo de entender para quienes no tienen fantasía, Alberto Cortez lo musicalizó en “Te llegará una rosa cada día”. ¿Lo recordáis?: “Te llegará una rosa y la mañana, será como para vivirla entre comillas…tu alma escapará por la ventana, de tu orilla volando hacia mi orilla”.

El asunto es que este año no habrá encuentro entre vivos y muertos, mientras las flores (cempoalxóchitl), envejecerán en cualquier rincón, en tanto en las tumbas habrá reclamos por el derecho de sus moradores a regresar por su dosis de vida para seguir muriendo. Éste es uno de los privilegios del no existir, el otro es ya no pagar impuestos al gobierno.

De manera que este dos de noviembre no habrá forma de rendir homenaje a nuestros muertos en sus tumbas. Ahí donde dolidos y llorosos los dejamos alguna vez y a donde regresamos cada vez que requerimos de su consejo, aliento o apoyo para enfrentar la problemática existencial.

Esta ocasión será diferente: ni nosotros con ellos, ni ellos con nosotros. Guardaremos la sana distancia, ajustaremos el cubre-boca, lloraremos por dentro y seguro que muchos rezarán esperando el milagro de una aparición, así sea durante el desvelo del infortunio que significa vivir la inesperada tragedia que nos agobia.

Los difuntos son el pasado; después nosotros lo seremos de quienes nos sobrevivan y seguirá la interminable cuenta hacia lo desconocido porque nada es para siempre. Esto último lo debieran entender aquellos que disponen líneas imaginarias entre lo autoritario y lo absolutamente humano.

La poesía mexica se preguntaba: “¿dónde está el camino para buscar el reino de la muerte?...¿dónde está el lugar en que habitan los que ya no tienen cuerpo?...¿es que sigue habiendo vida en el lugar del misterio?...¿es que aún tienen allá conciencia nuestros corazones?...¿habré de verlos acaso?...¿veré a mi padre y mi madre?...¿habrán de venir a darme su canto y su palabra?...nadie queda con nosotros, ¡nos han dejado huérfanos en la tierra!”.

                                   NADA NUEVO EN MORENA

El INE dio su veredicto respecto de la dirigencia de MORENA resultando triunfador Mario Delgado quien ha de hacer equipo con Citlalli Hernández en la secretaría general, lo cual resultará más que difícil, sabiendo que esta mujer está decidida a hacerle la vida de cuadritos, por no decir que lo estará hodiendo, bajo la convicción de que es contrario al proyecto rumbo a la candidatura presidencial.

En este sentido el columnista opina que MORENA queda más dividido que nunca. Unos con Marcelo Ebrard, otros con Claudia Sheinbaum. No extrañará entonces que los pleitos sean interminables.

Uno se pregunta, si este será el destino del Movimiento creado por AMLO, cuando debiera aspirar a escenarios superiores. Esto no es juego, se trata del destino de la república y las diferencias debieran ser resueltas.

Pero, ¿cómo?...elemental: ha llegado la hora en que AMLO tome las riendas de MORENA, así de sencillo.

Por su parte Porfirio Muñoz Ledo “respira por la herida”, dispuesto a invertir sus últimas energías en combatir a Mario delgado, pero sobre todo a Marcelo Ebrard a quien acusa de todo.

Es penoso lo que sucede en MORENA, pero más penoso será que AMLO deje a la deriva lo que tanto esfuerzo costó construir…y disculpe la insistencia en el tema.

SUCEDE QUE

Parece que la visita de AMLO a Nuevo Laredo este domingo, terminó por convertirse en una feria de “porras”…unos que sí, otros que no. Total que hasta la hora de escribir esta columneja, José Ramón Gómez Leal seguía en su cargo de “super-delegado”, mientras “el guasón” Héctor González Garza frota que frota “la lámpara de Aladino” y Rodolfo González Valderrama le pega al sensacionalismo para destacar a modo presidencial.

Y hasta la próxima.

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