Corrupción, dos años y casi nada

Max Avila

10 de January, 2021

Esta semana podría haber novedades respecto del proceso que se sigue a Emilio Lozoya relacionado con la corrupción en PEMEX y algunos otros pendientes. Y fue AMLO quien lo anunció en una de sus últimas mañaneras. Recordéis que unos días antes fue el propio Presidente quien exhortó el aceleramiento de las investigaciones que han consumido más tiempo del previsto, de lo que se deriva que el supremo gobierno no ha cumplido con la promesa sustancial de combatir a carta cabal, el flagelo causante de la desgracia nacional. Lo anterior incluye por fuerza, el castigo a los culpables.

Ni lo uno ni lo otro sucede aun. Todo queda en perseguir a cuadros medios que bien pueden ser calificados de “chivos expiatorios”, en tanto los responsables disfrutan de sana impunidad y algunos, como Felipe Calderón, se dan el lujo de orquestar ataques o críticas malsanas desde redes sociales, o crear organismos electoreros que bien cumplen un papel chantajista, aunque en realidad no dejan de ser negocios privados de ocasión.

En este sentido, ¿acaso no es significativo el humillante retorno, tanto de Margarita Zavala ( a quien ya ubican como candidata a una diputación aliancista), como del ex presidente al PAN, después de que ambos salieron por la puerta trasera insultados y condenados por buena parte de la militancia?. Otros como Luis Videgaray, (cliente obligado en expedientes relacionados con el tema), se mantienen fuera del país, aunque en este caso no sabemos cómo le irá después del veinte de enero próximo, cuando su protector, el judío Jured Kushner yerno de Trump, pierda su influencia en la Casa Blanca.

El asunto es que los mexicas podríamos tener más noticias relativas a la corrupción durante el periodo neoliberal en los próximos días, si es que en verdad el fiscal Gertz Manero atiende la sugerencia del ejecutivo federal y no se sigue haciendo como “tío Lolo”, sea posponiendo lo que no tiene remedio, es decir, judicializar a los cabecillas de la delincuencia “de cuello blanco” quienes transcurrido ya el primer tercio del actual régimen, siguen burlando a la justicia con singular alegría. ¿Por qué motivo, razón o circunstancia?. Eso es lo que vamos a saber, pero de que existen evidencias de saqueos, fraudes y demás, eso-que-ni-que, al margen que desde el punto de vista político, a la 4T le conviene dar un buen golpe antes de las próximas elecciones.

En efecto, ya son dos años y pico de gracia para los corruptos y las investigaciones permanecen en el limbo, al menos para la opinión pública que sospecha exageración en la secrecía judicial, cuando por lo delicado de la cuestión, debiéramos mantener información actualizada, tal cual sucede en otras áreas de la administración. Está bien que ahora mismo lo que más importa es atender el problema sanitario, pero ello no obsta para cumplir en tiempo y forma la promesa de transparentar las acciones de gobierno. Y ni como negar que el combate a la inmoralidad sigue siendo objetivo del cual se deriva lo más importante del proceso transformador.

AMLO insiste en la necesidad de la consulta ciudadana para investigar a los ex presidentes, y uno se pregunta, ¿será necesaria cuando hasta los pequeños de guardería conocen los nombres de los ladrones del patrimonio nacional?. Y cuando menos hubiera duda pero deje, que las pruebas son contundentes.

                             CONSERVADORES NO SE UBICAN

Ciertas voces reaccionarias consideran que lo ocurrido en Washington la semana anterior podría repetirse en nuestro país. En verdad y para decirlo en forma decente, ¡qué poca progenitora!. Suponen que por acá grupúsculos como “Frenaa”, “Sí por México” y otros creados como respuesta fascista, elitista y discriminatoria a la 4T, podrían ser capaces de asaltar símbolos institucionales como las cámaras de diputados y senadores, la Suprema Corte de Justicia y hasta el Palacio Nacional. Es lo que quisieran, pero se quedarán con los deseos porque la situación es muy diferente.

Para empezar, AMLO es un presidente que cuenta con el apoyo del 70 por ciento de la población y se mantiene por los cauces democráticos en todos los aspectos de la tarea republicana, contrario a sus adversarios cuyos ataques y críticas se alimentan de la nostalgia del pasado corrupto, sin nada que ver con el mejoramiento social y económico de las mayorías y respeto a las instituciones. Los reaccionarios son tan inmorales como los gobiernos neoliberales y tan cobardes como la clase pudiente y empresarial que los patrocina.

La toma de edificios públicos es una insinuación criminal además de irresponsable, solo concebida por mentes enfermas de rencor, incapaces de lograr espacios políticos por medios legales. ¿Cómo los van a obtener si la mayoría votante los conoce?. En este aspecto hasta partidos formales como PRI, PAN y PRD abusan de ingenuidad al imaginar que aliados van a truncar las expectativas justicieras de los mexicanos. El columnista quisiera saber cuántos paisanos estarían dispuestos a votar por su propia desgracia.

Quedamos en que los adversarios quisieran que acá sucediera lo mismo que en Washington y apuestan por ello en diversos medios de comunicación y por voz de “analistas” expulsados del presupuesto gubernamental, otros con expresiones que disfrazan sospechosas intenciones, como las de Lorenzo Córdova, todavía presidente consejero del INE, (que de “lorenzo” no tiene nada porque todo lo hace bien cuerdo, sobre todo al cobrar el medio millón de pesos de sueldo cada mes). El hombrecillo dice en pose que no le queda: “que los actores asuman su responsabilidad democrática para evitar polarización y violencia”. Que se los diga a partidos como los señalados, y además que como autoridad, les aplique las sanciones a que se hacen acreedores cada vez que llaman a la insurgencia antidemocrática, incluso violenta contra un gobierno legalmente constituido. Vea los comerciales, son auténticos bodrios regidos por el odio y el revanchismo. En síntesis, quiénes polarizan el ánimo y la pasión político-social son PRD, PAN y PRI, además de grupos clasistas como la Coparmex y hasta la iglesia católica cuya jerarquía permanece muy metida en asuntos que no le competen de acuerdo a la Constitución.

SUCEDE QUE

El tianguis de candidaturas en Tamaulipas incluye a MORENA donde al parecer no van por el triunfo, sino por “la lana”…”Adió”.

Y hasta la próxima.