Luis Alonso Vásquez
Dirección General
Martha Isabel Alvarado
Sub Dirección General
22 de septiembre, 2025
De pena ajena, es la precampaña a la gubernatura que despliega la senadora Olga Sosa Ruiz. Desenfrenada, desbocada, desesperada, anda por todos los rincones de Tamaulipas, promoviendo ya las bondades de la política social de la IV T, ya el exitoso éxito parlamentario de las más recientes reformas, ya su persona con fotos que quieren reflejar una cercanía con la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo.
Con su inseparable sonrisa fingida lanza vivas a la IV T, a pesar de no comprender su esencia en la teoría y mucho menos en la práctica.
No ha podido -ni podrá- desprenderse de su hermandad con los hermanos Carmona. Fue una de las figuras intermediarias en el sur del estado, con los candidatos a la alcaldía de Madero y Altamira, de enormes sumas de dinero bajo sospecha, para impulsar la llegada a sus respectivas alcaldías.
En su ansiedad política, agarra lo que le den.
Así sea, encargos que por su perfil están fuera del rango de sus conocimientos y sus capacidades. Recientemente, la instalaron como la responsable de la Comisión de Agricultura en el senado de la república.
Su único nexo con la actividad agrícola, que se sepa, es su amistad con dirigentes campesinos del viejo PRI.
¿Sabrá del daño para nuestra agricultura de los alimentos transgénicos?
¿Tendrá idea de la agricultura protegida y sus beneficios para zonas con recursos hídricos precarios?
¿Conocerá el enorme daño generado por acuerdos infames con los fifís de Nuevo León, por el agua que pasa por su geografía y su aprovechamiento para sí cancelando su flujo natural, despedazando la agricultura en los distritos 025 y 026 del norte tamaulipeco?
¿Ponderará los costos de producción de la tonelada de maíz y su precio de garantía?
¿Tendrá algún proyecto salvador para la vituperada actividad agrícola de Tamaulipas?
La mera neta: del tema, no sabe ni como se cocina un jarro de frijoles, que es el producto más cercano que conoce de la práctica agrícola.
Menos, cómo enfrentar la problemática de los agricultores del estado y del país.
¿Por qué aceptó tal responsabilidad aun sabiendo el ridículo que haría?
No encuentro otra explicación: por su desmedido protagonismo, exacerbado por el efervescente escenario regional.
Muy probablemente, otro ambicioso vulgar, el senador Adán Augusto López, le haya recomendado a Sosa Ruiz, ese espinoso camino para facilitar su aterrizaje en la candidatura al gobierno de Tamaulipas.
Hubiera sido más adecuado que otro pupilo del tabasqueño, el reynosense senador José Ramón Gómez Leal, tomara la responsabilidad de esa comisión. Sobre todo, porque en su rancho disfruta de jugosas carnes asadas.
Pero no: tenía que ir el ajonjolí de todos los moles.
Ni modo: se siguen esforzando, por demeritar a MORENA y su IV T.