En el pedir está el dar

Max Avila

9 de diciembre, 2009

Los aspirantes del PRI a la gubernatura han recibido instrucciones en sentido de aparecer lo menos posible en la escena pública, lo cual es lógico y saludable en considerando que en este último tramo hacia “el destape” hay que mantener calma, tranquilidad y relax, mucho relax. Por eso notará que en algunas dependencias las “posadas” adelantaronse al par que sus titulares procuran sana distancia de los medios de comunicación y todo lo que comprometa su pasado, presente y futuro. Salvo José Manuel Assad Montelongo que como sabemos compareció por ley y con harto éxito, ante el legislativo. Aceptemos señoras, señores que el caso del secretario de Educación es especial sin que ello vulnere el esquema que rodea el proceso hacia la candidatura del tricolor, porque si alguien peca en exceso por discreto y disciplinado es justamente “el güero”. Por otra parte no olvidéis que en el ajo también están alcaldías y diputaciones, pero “first is first” como dijo aquel, y luego lo que sigue, que ya tendremos pa’ divertirnos un ratito. Usted dirá que no faltará alguno que intente meter zancadilla en el área chica, pero ya sabemos que el árbitro castiga la falta con penal y tarjeta roja, así que ya verán a que atenerse. De manera que la mejor medicina a la inquietud de estos tiempos será mantenerse lo más alejadito de todo lo que huela a publicidad y esto es lo que deben entender aquellos que pretendan trascender a la final de la temporada de ascenso diciembre-enero. Se preguntará si esto podría perjudicar al tricolor, ¡no’mbre!, con eso de que Richardo corazón de león nomás aplana el botón y funciona la maquinaria llevándose melgas, milpas y uno que otro naranjal. ¡Ah, bárbaro!. Pero los que sí se preocupan son los adversarios. Allá en el defectuoso otra vez se juntaron PRD, PT y Convergencia, quesque “p’a la reconstrucción de México”. Juntitos, pero escondiendo el puñal, entre otros; Manuel Camacho Solis, Jesús Ortega, Graco Ramírez y Carlos Navarrete, el senador ese del bigote de código de barras como le llama Dehesa, y quien ahora se cree más presidenciable que Judas Iscariote. Está claro que es la oposición tanto a AMLO como al carnal Marcelo. Estos malos cristianos tuvieron la brillantísima idea de unir sus partidos pa’ ir a las elecciones del 2010, 11 y 12. Sea que podrían tener presencia en Tamaulipas el próximo año. “Podrían”, digo porque los tales por cuales partidos tiempo tienen de estar recibiendo respiración boca a boca, lo cual significa que se encuentran en estado vegetativo, sea en calidad de moribundos. Así que su participación no deja de ser una vacilada solo aprovechada por sus respectivos gerentes, que no dirigentes porque bien que le echan números cuando se trata de dar brillo a la democracia. Ya solo falta que aparezca Bruno Álvarez y su hacha vengadora, es más, creo que ya anda por ahí. SUCEDE QUE En reciente evento Arnulfo Rodríguez dijo palabras más o menos a un grupo de sus compañeros: “en el 2010 nos irá mejor”, y no hay duda porque el líder magisterial en este sexenio ha tenido un repunte bruto, tanto que la diputación local podría quedarle chica. Y más mejor si el asunto se viene por o’nde el escribidor cree y supone. Y bueno ya sabrá que Carstens se va de Hacienda dejando la víbora chillando.¿Que pasa a Calderón?. Con estos cambios a mitad del sexenio ya no hay duda que el gobierno panista quiere dejar al país pa’l arrastre. El daño está hecho, los nuevos impuestos aprobados, en tanto los dispus felices cobran sus aguinaldos y se van de vacaciones. Sea que se reventó el barzón y la yunta sigue jalando. “Pobre México”, como decía mi inolvidable Chucho García Olvera. “¿Combatir la pobreza?”, ¡pamplinas!, que el diablo se los crea. Y hasta la próxima