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Sobre la Historia

José Ángel Solorio

9 de octubre, 2025

El análisis político -fruto de observadores profesionales, de periodistas, de ensayistas, de politólogos, de estudiosos de la prospectiva-, en mucho, se nutre de los acontecimientos pasados en los cuales participó el hombre. Desglosar escenarios, o construirlos, sin tomar en cuenta el comportamiento de los actores sociales en el tiempo, nos remite a constructos frágiles y a una visión trunca, fragmentada, inmediatista, en la ponderación de la realidad.

 No es la óptica de un historiocéntrico, es la voz del pasado: la historia, es la maestra de la política.

 ¿Sirve de algo desentrañar los fenómenos políticos del pasado, para delinear el hoy?

 Obvio: si la historia nos auxilia en la comprensión del presente y no la tratamos, como un artefacto del pasado para los museos y la recitación de hechos y fechas históricas; es decir: la historia es un puñado de conocimientos para desentrañar y transformar -dentro de otras cosas- el mundo que nos rodea.

 Por eso los historiadores decimos: no tiene sentido estudiar el pasado sólo por estudiarlo; se explora para conocer y darnos cuenta de dónde venimos, dónde estamos y proporcionarnos herramientas en la delineación de mejores y más justas sociedades.

 Si vemos el pasado como pieza de exhibición, caemos en la visión de Borges y Funes el Memorioso: el uso de la memoria de la manera más estéril; el recuerdo de una realidad fotográfica, inmóvil, sin utilidad social, similar a los recuerdos que poseen los mundos, animal y vegetal.

 ¿Qué es la política sin la historia?

 Poca cosa: un cúmulo de saberes sin orientación y una disciplina coja, en toda explicación de sus fenómenos.

 ¿Sirve la historia para atisbar el futuro?

  No.

  Las ciencias duras, la Química la más sorprendente, permitió al ruso  Mendeléyev ver el futuro: su tabla periódica de los elementos dejó espacios vacíos para que sus colegas en el futuro ubicarán los faltantes por su masa atómica. Y así fue: su premonición fue exacta.

 En las ciencias sociales es diferente.

 Por una razón de peso: participa un ente que es socialmente zigzagueante, en sus conductas, el hombre.

 Algunas opiniones dan a la historia, la virtud de ver el futuro. Sobre todo, los marxistas; dicen: Marx vio el socialismo casi 70 años antes de que apareciera en la faz de la tierra. No es completamente correcto: los leninistas, construyeron la sociedad soviética en apego al manual del marxismo. No avizoró el futuro: sólo lo imaginó.

 Lo cierto: la historia carga con la enriquecedora explicación, de toda ciencia en el tiempo. 

 Nota: Pedro Salmerón, estará el jueves 9 de octubre en Victoria. Conferencia magistral: Los usos de la Historia, 5.00 pm. Sala de Conferencias del SARTET. 

contacto@historiahoy.mx 

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