Luis Alonso Vásquez
Dirección General
Martha Isabel Alvarado
Sub Dirección General
18 de mayo, 2011
La fórmula que impone el Gobierno Federal para establecer las tarifas eléctricas en Tamaulipas es obsoleta y si no se modifica, no se podrán bajar los costos que pagan los ciudadanos y empresas por el servicio de luz, aseguró Roberto Schúldes Dávila.
El gerente del Organismo Cuenca Golfo Norte de la Comisión Nacional del Agua, dijo lo anterior tras acudir a una reunión de trabajo con la Comisión Especial para la atención y seguimiento de la Problemática Inherente a las Tarifas de Energía Eléctrica en Tamaulipas, del Congreso del Estado.
El funcionario federal admitió que no es justo el precio que pagan los habitantes en la entidad por tener electricidad en sus hogares, y que estará aportando todos los datos técnicos posibles, para ayudar a los diputados locales en aras de alcanzar la anhelada reclasificación.
“Existe una fórmula que determina el promedio de temperatura y de ahí se obtiene la clasificación de cada uno de los municipios; actualmente, se obtiene sumando la temperatura más baja del día con la más alta y se divide entre dos, pero eso es tanto como decir que 12 horas tenemos 20 grados centígrados o menos y la otra mitad del día, es de 30 o más grados”.
Schúldes Dávila dijo que el decreto federal para obtener las tarifas de energía en el país, data de 1986, y resulta obsoleta para los tiempos actuales, “iremos de la mano con quienes busquen poder bajar los precios para los tamaulipecos en cuanto al servicio de luz, y este problema no es privativo de aquí, también está en Coahuila, Chihuahua, San Luís Potosí, Nuevo León y Veracruz”.
El gerente de la CNA consideró que llevando un documento sustentado en datos técnicos, se podría obtener un resultado positivo ante la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) así como la Secretaría de Economía (SE).
“Esto no se trata de que si el Gobierno Federal quiere o no bajar las tarifas, no es político, es solamente cuestión de ver que desde hace 25 años tenemos esta fórmula, todavía no nacía yo, ¡imagínense¡”, concluyó Roberto Schúldes Dávila.