Luis Alonso Vásquez
Dirección General
Martha Isabel Alvarado
Sub Dirección General
12 de septiembre, 2025
El Instituto de las Mujeres de Tamaulipas (IMT) puso sobre la mesa una deuda histórica: garantizar justicia social para las mujeres del campo, donde persisten desigualdades jurídicas y patrimoniales que impiden reconocer plenamente a las ejidatarias como dueñas de sus derechos.
La titular del IMT, Marcia Benavides Villafranca, afirmó que la prioridad es abrir camino para que las mujeres sean reconocidas legalmente como ejidatarias, accedan sin trabas a los programas estatales y reciban respaldo integral frente a la violencia familiar y de género.
“Durante mucho tiempo se dijo que era la hora de las mujeres, pero nunca lo fue realmente. Hoy buscamos que tengan reconocimiento jurídico, voz en los consejos ejidales, derechos parcelarios y capacitación para prevenir la violencia”, señaló.
Benavides subrayó que, aunque las mujeres participan activamente en el trabajo agrícola, en la conservación de recursos naturales y en la vida comunitaria, han sido invisibilizadas por décadas y siguen enfrentando violencia patrimonial en el medio rural.
Las cifras son claras: solo 25.9% de las personas con derechos agrarios reconocidos son mujeres, y apenas el 21% de quienes integran comisariados ejidales y bienes comunales son del sexo femenino.
“La tierra no tiene género, pero la justicia sí”, advirtió la funcionaria, quien destacó el papel de la delegada estatal de la Procuraduría Agraria, Dania Itzel Rodríguez Zamarrón, en la asesoría legal que requieren mujeres atrapadas en procesos jurídicos complejos.
El IMT también planea crear una base de datos personalizada, con el fin de dar atención integral a cada mujer, enlazándolas incluso con dependencias como la Secretaría General de Gobierno para resolver trámites básicos, como la obtención de actas de nacimiento.
La estrategia incluye el trabajo de los 16 Centros Libre, distribuidos en igual número de municipios, donde promotoras comunitarias realizan difusión de derechos, acompañamiento psicoemocional y acciones de prevención de la violencia.
“Durante muchos años en Tamaulipas no existió esta coordinación institucional. Hoy vamos a unir esfuerzos para que las mujeres del campo accedan, sin excusas, a sus derechos”, concluyó Benavides Villafranca.