Luis Alonso Vásquez
Dirección General
Martha Isabel Alvarado
Sub Dirección General
17 de junio, 2011
La jornada sabatina nos permite algunas licencias para que los teclazos alcancen temas anecdóticos.
El Refranero amigo insiste en aquello de “la cabra siempre tirará al monte” y la verdad sea dicha, le sobra razón.
Quien perdió su empleo de cantinero, o de peluquero, carnicero, chofer, periodista, etc. seguramente decidirá “poner” una cantina, una peluquería, tener su propia carnicería y hasta agenciarse un vehiculo de mas o menos buen ver para seguir la vida.
En tratándose del oficio, de este que aprendimos a fuerza de constancia en la sala de redacción, cuando por tal o cual razón se pierde el empleo, la primera reacción es “vamos a poner un periódico”.
Lo hizo Lupe DIAZ cuando se cerró La Voz de la Frontera.
Lo hizo Pagés cuando se separó de Regino.
Lo hizo Scherer cuando fue expulsado de Excélsior.
Cuenta la leyenda que cuando un grupo de reporteros fue echado del periódico por causa de no respetar la llamada “política editorial” de la empresa, tras la obligada jornada etílica, acordaron “poner un periódico”.
Asi como el estudiante de derecho sueña con tener en sus manos la espada justiciera, el médico la fórmula mágica para aliviar los males de la humanidad, así el periodista enarbola el ideal quijotesco de ir en busca de la verdad, con el inmenso riesgo de encontrarla, pero confiado que, al final, nos hará libres.
Y es entonces que con la copa en la mano –emulando a Arturo, aquel bohemio puro- el líder del naciente equipo de futuros empresarios de la comunicación, sentenció: “Vamos a hacer un periódico. Pero será un periódico honrado, digno, e independiente”.
Emocionada hasta las lágrimas, la cofradía aplaudió generosamente y las copas se alzaron para brindar por tan brillante apotegma.
Siguió la tempestad de frases vanas, de esas tan humanas que brotan generosamente al calor de la amistad sublimada por el conjuro de los agaves, la cebada en su mejor momento y los escoceses bailoteando alegremente sobre la mesa.
En uno de esos soberbios momentos de lucidez, una voz varonil preguntó de pronto….
“A ver a ver a ver……. Vamos a hacer un periódico ¿honrado, digno e independiente?”
“!!Sí!!, respondieron eufóricos.
“¿Y qué haremos si por razones de amistad, o por tratarse de alguien poderoso nos sugiere publicar algo contrario a lo que pensamos?”..¿Dónde quedará la dignidad editorial?”
Todos callaron.
Tras los minutos de reflexión y el obligado “refil” de los vasos, el líder sentencia:
“Entonces haremos un periódico honrado e independiente”.
De nuevo los aplausos. De nuevo los brindis.
Todos reían. Todos festejaban anticipadamente el clamoroso triunfo editorial.
Otra voz interrumpió la adelantada celebración….
“¿Y si ese amigo poderoso llegase a pedir que se publicara algo que pudiera dañar la imagen de alguien?”…..¿Podremos seguir siendo honrados?”
Alguno de ellos recordó al afamado columnista que vertía veneno lo mismo que cobijaba sus palabras en la melosa adulación a cambio de jugosa recompensa….
En medio de las risas que se escapaban, el líder impuso el imponente silencio.
“Entonces –sentenció con voz grave-¡haremos un periódico independiente!....... a secas”…
Volvió el regocijo y con la complacencia del “barman”, el humo de los cigarrillos dibujaban caprichosas formas que al resolverse en la nada, consumía sus etilismos oníricos.
Todos reian, todos se inspiraban al calor de los galopantes proyectos que harian de ese periódico independiente, el líder en eso que se llama opinión pública.
Pero el sublime don de la embriaguez despertó en otro el desesperando afán de vencer los rigores del incierto destino de quien abrazó el periodismo con la esperanza de mitigar las muchas penas que causa la penuria.
Alzó su copa y dijo así a la alegre tropa, desbordante de risa y de contento, ya vidriosa mirada los recorrió y con inspiración divina y seductora que hizo vibrar las cuerdas mas sensibles del corazón de sus compañeros de infortunio les dijo….
¿Y si ese poderoso personaje nos pide hacer alianza con tal o cual político, o con el gobierno, o con sus proyectos?......¿Vamos a sacrificar nuestra independencia?.
Se esfumó el eco de las risas. Nadie osó profanar la brutal interrogante.
Parecia que en aquel alegre ambiente comenzaban a flotar las pasiones voluptuosas que el fango de la realidad rompe con todos los sueños.
No hubo frases vanas que por doquier se acomodan.
Las libaciones, risas, abrazos, brindis se ahogaron en el silencio reflexionador.
Volvió Arturo a ponerse de pie, levantó de nuevo su copa ya a medio llenar -¿acaso media vacía?- y esgrimiendo en su frente la esperanza de un mundo mejor, corrigió entonces: “Vamos a hacer un periódico………sin adjetivos”
¿Qué cómo es que termina este cuento?.
Como todos los que se escriben en la bohemia que solo declara sumergirse en los sueños que, finalmente, sueños son.
Con su final feliz…..
Hicieron un periódico.
EN FIN…….. VIEJA HISTORIA es aquella de cuando un colega mostraba con orgullo el primer ejemplar de su periódico , recién salida de la imprenta, producto de su talento y ganas de mostrar al mundo su visión de una nueva forma de hacer periodismo.
Tuvo la suerte de encontrar en su camino al viejo sacerdote con el que de cuando en cuando discutía temas de esos en los que jamás se llega lugar común.
“Mire Padre -le dice, con acento de orgullo- esta es mi periódico?
El Sacerdote muestra gesto de asombro y exclama… “!Otro periódico!...¿Acaso no bastan con los que ya tenemos?”.
Entonces el joven periodista riposta:
“Así como ustedes los curitas quisieran que por doquier se erigieran iglesias o capillas para multiplicar La Palabra, así los periodistas queremos muchos periódicos para que cada vez sea mas fuerte la voz del pueblo”.
Bueno.,…
Y esta vieja historia la recuperamos ahora que una tercia de colegas, buenos amigos, bohemios hasta alcanzar el grado de impolutos, acordaron, tras largas reuniones que alcanzaron las primeras horas del dia, hacer un nuevo periódico para oxigenar el ya cargado ambiente editorial que pesa sobre esta flagelada ciudad capital.
Y ya pronto estará en nuestras manos.
¿OTRA anécdota del oficio?
Va….
Allá por 1970 los periodistas mas leidos eran entonces José LUIS MEJIAS y Manuel BUENDIA, autores de las columnas LOS INTOCABLES y RED PRIVADA que se publicaban en el Excélsior de Regino DIAZ REDONDO.
En la Revista SIEMPRE! Roberto BLANCO MOHENO no dejaba títere sin cabeza.
MEJIAS se caracterizaba por contar historias del poder sustentadas en información privilegiada.
Era quizá de los pocos periodistas que podrían darse el lujo inclusive de no cobrar por su trabajo, merced a la concesión de una –o varias- gasolineras que le regaló su amigo el presidente Gustavo DIAZ ORDAZ “para que al escribir, lo hagas con el corazón, con el cerebro, pero nunca con el estómago”.
En una de sus muy leidas columnas, MEJIA se refiere a un estudioso del periodismo en uno de cuyos libros se atrevió a equiparar la sala de redacción de los periódicos “con la de un prostíbulo. La única diferencia que en la primera no hay sinfonolas”.
A esta brutal sentencia MEJIAS escribió:
“Seguramente el autor estaba pensando en Roberto Blanco Moheno”….
¡Ya se imaginará el agarrón que se dieron!!!.
BIEN,… Registre perfectamente bien en su agenda que este domingo cumple años el ingeniero Egidio TORRE CANTU asi como la reportera de Canal 26 Televisa Yadira TEJEDA, demas el colega José G. AZPEITIA GONZALEZ.
“La seguridad está garantizada”, se nos dice, cuando se trata por ejemplo de proteger el traslado de la cosecha, o del mundial de futbol de la Sub 22, o en tratándose de espectáculos musicales masivos, o La Feria o en giras presidenciales…..
Si el Estado Mexicano es capaz de garantizar la seguridad en estos casos, ¿qué debemos hacer los simples mortales para que también a nosotros se nos garantice la seguridad para viajar por carretera?.
Sábado…… terca e irremediablemente sábado.
La jornada no ha sido fácil y los héroes están muy pero muy fatigados.
El viejo guerrero torna a casa a descansar tras el fragor de la batalla, con la esperanza de retornar a la trinchera el lunes…..
Sin hacer caso a la apabullante propaganda de los mercaderes que nos lleva a gastar los ahorros explotando en sentimentalismo por el instaurado dia del padre, caminamos repitiendo a Alejandro DUMAS (hijo)…. “la vejez no se podría soportar sin un ideal o un vicio”.
Asi que…..
¿Estamos?