Luis Alonso Vásquez
Dirección General
Martha Isabel Alvarado
Sub Dirección General
9 de noviembre, 2011
Esta colaboración también pudo haber llevado como título Elogio de la Locura pues trata de asuntos planteados ayer en el palacio municipal de San Fernando cuyo alcalde Tomás Gloria Requena no sólo se vanaglorió de la fama que adorna a la ciudad sino que la defendió a condición de que no crean al ciudadano ordinario como un zonzo, tonto, bobo, mentecato, necio.
Dicho en sus propias palabras, la reunió de ayer fue muy loca pues dio lugar a ventilar asuntos reservados para la confidencia, la clandestinidad, lo oscurito, tales como las chifladuras de ciertos ex alcaldes, las lunáticas decisiones de autoridades federales, las perturbadas acciones de PEMEX que desquician el ritmo de trabajo del Ayuntamiento.
Fue una sesión de trabajo que pudo haber regocijado al Filósofo de Güemez porque produjo un rico material para sus futuras ocurrencias que pocos creen verídicas por estar jaladas de los pelos.
Toda la jornada fue una verdadera locura. Tomás Gloria Requena estaba reunido con líderes sociales, representantes de partidos políticos, presidentes de clubes de servicio y ciudadano, en el segundo piso del palacio de gobierno.
El motivo era rendirles un informe sobre el quehacer del Ayuntamiento a efecto de involucrarlos en las acciones gubernamentales, pedirles opiniones, propuestas y participación activa.
Mientras hablaba frente al nutrido auditorio, el alcalde puso cara de extrañeza por la invasión de periodistas victorenses y de Reynosa que entraron ruidosamente al salón. Más adelante se declaró abiertamente sorprendido por el anuncio de una visita intempestiva a la ciudad del Comandante de la Octava Zona militar con asiento en Reynosa.
Colaboradores del alcalde compartieron el desconcierto de su jefe porque también fue una sorpresa para ellos que la presencia de periodistas forasteros obedecía a una presunta visita del Gobernador Egidio Torre Cantú.
Luego se aclaró que no, que era un representante suyo, el secretario general de gobierno Morelos Canseco Gómez, el que llegaría a San Fernando para atender la visita de funcionarios de la Secretaría de la Defensa Nacional.
Pero tampoco llegó Morelos sino el Secretario de Seguridad Pública Rafael Lomelí Martínez con la encomienda de poner en marcha programas de regeneración del tejido social no obstante que su dependencia tiene otras funciones específicas.
Tomás Gloria Requena no se distrajo por esta bola de esquizofrénicas confusiones y terminó de hacer su amplia exposición ante los representantes de la sociedad para dejar en claro que le interesa hacer un gobierno de resultados y de rendición de cuentas.
Confesó el jefe de la comuna que no ha sido una tarea fácil recomponer las cosas en el gobierno municipal porque se encontró con situaciones que vuelven loco a cualquiera, como por ejemplo excentricidades de ex alcaldes que construyeron drenaje pero no lo conectaron y que pavimentaban una calle pero una cuadra si y otra otra no y así sucesivamente.
Con sabiduría campirana (fue líder nacional de los jóvenes de la CNC) Tomás dio una lección de alta gerencia a ex Gobernadores como Humberto Moreira y Eugenio Hernández Flores que les llegó tarde porque no la atendieron y ahora tienen problemas. La enseñanza es simple: no gastes más dinero del que tienes.
Dijo Tomás con franqueza que encontró un completo desorden en la ciudad y no citó por su nombre al antecesor pero todos adivinaron que hablaba de Alejandro Franklin Galindo, de muy ingrata memoria quien ni siquiera vive en San Fernando.
Ofreció no hacer más tonterías en materia de drenaje refiriéndose a que se instalaron los tubos pero no se conectaron a la red y anunció emprender obras complementarias que hagan funcionales las que dejaron sólo encaminadas, a la mitad.
Criticó a ex alcaldes que se dejaron vencer por la vanidad pues gastaron en calles a las que querían bautizar con sus nombres. También censuró la construcción de pavimento hidráulico en tramos intermitentes de una sola calle. Una cuadra pavimentada, otra no.
PEMEX también saca de sus casillas al alcalde porque construye obra pública pero sin pedir permiso, sin avisar, sin entregar a la autoridad municipal. Reveló Gloria Requena que el propio Gobernador Egidio Torre Cantú exigió al director general de PEMEX Juan José Suárez Coppel, el Reynosa, que establezca coordinación con la autoridad local.
Ya se está haciendo, inclusive Tomás escribió un listado de obras que necesita San Fernando y lo entregó a PEMEX para que hagan aportaciones económicas a efecto de hacer equipamiento de edificios públicos, remozamiento de espacios deportivos; pavimento hidráulico, alumbrado público, bacheo.
No es para presumirse pero San Fernando tiene récord nacional con la única pista deportiva de México con pavimento hidráulico. Carcajadas.
Otras autoridades federales tienen desplantes de enajenación pues pavimentan una calle y luego la rompen para arreglar el drenaje. Las explicaciones técnicas que emiten para justificarse son dignas de Cantinflas.
Tomás se ríe de la fama de locos que le endilgan a los residentes de San Fernando. Los verdaderos locos están afuera (de los límites de la ciudad), como los funcionarios federales despilfarradores, dijo.
Pero no tuvo empacho en reconocer que tiene una idea loca, que es la de convertir en museo el panteón antiguo porque contiene tumbas de hace dos siglos, hermosas, artísticas, que merecen inclusive la protección de un gigantesco domo.
Con sonrisa traviesa compartió el alcalde con su auditorio la propuesta de la dueña de un restaurante venido a menos de hacer una campaña propagandística que proclame la característica singular de la ciudad, algo así como: “Estamos locos por recibir su visita y atenderlos”.
La anécdota verídica dio pie a la narración espontánea de algunos chistes por parte de algunos invitados, como el de un alienado que instruyó a un automovilista sobre cómo reponer los birlos perdidos para reemplazar una llanta ponchada.
El automovilista dio las gracias y declaró su extrañeza de que estuviera cautivo en una casa de salud mental. “Estoy aquí por loco, no por pendejo”, remató diciendo el invitado sin importarle que el uso de la palabra alti-sonante ofendiera a los otros.
(Eso nos da licencia para repetirla aquí, a menos que el señor corrector la suprima o use un sinónimo elegante. Gracias).
El mismo humorismo resignado lo hemos visto en otras ocasiones en San Fernando, como el bar de la calle principal que ostenta un nombre sin vergüenza “El Manicomio”, o el anuncio puesto en una casa: “se vende en cien mil pesos, lo menos, lo menos, ochenta mil”.
La carta de Tomás a Santa Claus es tan pretenciosa como el proyecto de redondear un gasto público en 2012 por ¡mil millones de pesos!, combinando recursos de la federación, el Estado y los propios, así como de particulares y dependencias concurrentes como PEMEX y otras.
De hecho, este mini-informe de Tomás a la sociedad fue un ensayo del informe formal que rendirá para cumplir el mandato oficial, el miércoles 14 de diciembre, en sesión pública y solemne del Cabildo.
San Fernando tuvo ayer un día atípico pues descendió bruscamente la temperatura pero sólo unas horas y luego se repitió el clima infernal. El primer cuadro empieza a recuperar la normalidad y la carretera está abundantemente vigilada.
La pesadilla empieza a disminuir.
En otros temas, Nuevo Laredo vivió un episodio que hace fama al dicho que advierte: entre abogados te veas pues hubo una revuelta para deponer al presidente de la Barra de Abogados Manuel Galván Almendarez.
Un grupo de disidentes usó pinzas de acero y las habilidades de un cerrajero para violar los candados que hacían imposible el acceso al edificio de la organización gremial, y así se posesionaron del inmueble.
Galván, también periodista, hizo la denuncia ante las autoridades judiciales por despojo y otros delitos que resulten, pidiendo la intervención del Gobernador Egidio Torre Cantú.
Dos famosos ex agentes del Ministerio Público figuran entre los vándalos, Oscar Sepúlveda y Octavio García Garza.
Correo electrónico: albertoguerra65@hotmail.com