Martha Isabel Alvarado
Dirección General
Fernando Flores
Sub Dirección General
27 de mayo, 2012
Crece como alud de nieve el escándalo desatado con pretexto de corrupción de ex Gobernadores y aunque ya pasó suficiente tiempo sin que se libren órdenes de aprehensión la destrucción de prestigios está a la orden del día.
A los nombres de Fernando Cano Martínez se ha agregado el de Alberto Berlanga Volado y un tal Conga, reputados también como presta-nombres para lavar dinero mal habido.
Berlanga cobró triste celebridad cuando encareció escandalosamente una obra ejecutada en Tampico durante el sexenio de Eugenio Hernández Flores sin que nunca justificara públicamente el cuantioso desembolso adicional de más de cien millones de pesos.
En tanto que Cano Martínez tiene entre los fabulosos negocios perpetrados a la sombra del poder la compra a precio regalado de cientos de hectáreas en Altamira.
Son historias que se actualizarán para documentar las acusaciones vertidas contra estas figuras de la política tamaulipeca.
En Matamoros se repiten los cateos en casas de poderosos ex funcionarios y empresarios pero no se ha confirmado que existan todavía mandatos judiciales contra la libertad de los presuntos delincuentes.
Tomás Yarrington Ruvalcaba permanece callado como esperando una oportunidad de probar que no tienen fundamento las versiones de prensa que lo exhiben como una persona con relaciones peligrosas.
A pesar de que fue presidente del PRI en Tamaulipas y además el priísta número uno durante seis años, Yarrington fue suspendido en sus derechos de militancia no obstante que no existe un proceso penal formal en su contra ni en México ni en el extranjero.
Fallas en el sistema de internet nos obligan a suprimir el resto de esta colaboración periodística pero nos desquitaremos en la siguiente. Rogamos la comprensión del lector.