Martha Isabel Alvarado
Dirección General
Fernando Flores
Sub Dirección General
5 de junio, 2012
Para lograr que los niños de Tamaulipas puedan alcanzar el desarrollo máximo de sus capacidades, la Secretaría de Salud priorizó en su Programa Estatal 2011-2016 el programa “Niñez y adolescencia protegidas” que mediante una atención integral y humana, permitirá formar generaciones de ciudadanos más fuertes y sanos.
El titular de la dependencia dio a conocer que este programa se enfoca en 4 ejes fundamentales: Atención integral del menor de 5 años; Alimentación balanceada, según sus necesidades nutricionales; Salud integral del adolescente con énfasis en la prevención del embarazo, enfermedades de transmisión sexual, y Vacunación universal.
Y es que de los 3,268,554 habitantes del estado, el 9.3 % son menores de 5 años y el 27.6% tienen menos de 15 años, mientras que cada año nacen 64 mil tamaulipecos, por ello y para atender el binomio salud-enfermedad, el Gobierno del Estado da prioridad a la prevención y la promoción de la salud sobre lo curativo.
“Con una “Niñez y adolescencia protegidas”, contribuiremos con la disminución de la enfermedad y la muerte de nuestros niños por causas prevenibles. Les aseguraremos todas sus vacunas, las acciones de detección de enfermedades y orientación nutricional, para que alcancen una vida sana” dijo.
El funcionario recomendó a los padres de familia infundir en sus hijos, seis hábitos sencillos que caracterizan a los niños que casi nunca se enferman y que son los que conformarán un Tamaulipas más sano, humano y fuerte.
El primer hábito es lavarse frecuentemente sus manos: con ello se reducen drásticamente las enfermedades respiratorias y gastrointestinales; está comprobado que es más efectivo y económico que cualquier tratamiento médico. El segundo es practicar ejercicio regular y moderado; esta actividad disminuye los episodios de gripe y resfrío;
El tercero es dormir suficientemente, con los beneficios que representa para su organismo. El cuarto hábito es en la medida de lo posible evitar que el niño se toque la cara con sus dedos, ya que los virus del resfrío y la gripe, así como las bacterias que producen diarreas se trasmiten al organismo por boca y nariz a través de los dedos de las manos.
El quinto hábito para ser un niño sano es una dieta equilibrada y saludable, es decir muchas frutas y verduras y como sexto, que cuenten con sus esquemas completos de vacunación. Al seguir estas seis acciones se logrará desacelerar el número de enfermedades como el sobrepeso y la obesidad, enfermedades diarreicas y respiratorias agudas.