Luis Alonso Vásquez
Dirección General
Martha Isabel Alvarado
Sub Dirección General
15 de octubre, 2009
En el libro “La diferencia”, sus autores, Rubén Aguilar y Jorge Castañeda, mencionan que luego de que Vicente Fox ganó la presidencia, en julio de 2006, se reunió con el entonces Presidente Ernesto Zedillo y uno de los temas que discutieron fue el de la Compañía de Luz y Fuerza del Centro, la que Zedillo consideraba, por sus enormes costos, un problema financiero para México. “Le dijo a Fox que durante su mandato había llegado a la conclusión de que sólo mediante la requisa y preparando una sólida estrategia de seguridad, para enfrentar a los trabajadores en las calles, se podrían cambiar las cosas. Fox acepta que Zedillo tenía razón y que la única manera de resolver a fondo el problema de la Compañía de Luz es que esta se integre a la Comisión Federal de Electricidad. El camino a seguir consiste en comprar el contrato colectivo y liquidar, con todos los derechos ganados, a los trabajadores. El costo financiero es gigantesco –cuatro mil millones de dólares—pero gracias a ello se generarían grandes ahorros. Seguir pagando cada año lo que cuesta el contrato colectivo resulta insostenible”. Fox no aplicó esta solución, dicen los autores, porque no quiso usar la fuerza pública para imponerse, “porque el costo político resultaba astronómico”. No fue Fox sino Calderón el que finalmente se decidió a liquidar la Compañía de Luz, a la que cada año había necesidad de meterle más de 40 mil millones de pesos para mantenerla en funcionamiento, la mitad de lo que ahora se gastara en indemnizar a los trabajadores, poco más de 1,500 millones de dólares, mucho menos de la mitad de lo que preveía Zedillo hace nueve años. En otro tema, la noche del miércoles, se reunió la gente de los medios de comunicación para ver el partido de futbol de la selección mexicana contra su similar de Trinidad y Tobago. Se sirvieron platillos regionales, cerveza y whisky, pero al final la mayoría hizo la graciosa huida y se les olvido dejarles propina a los meseros, que a grandes gritos protestaron por el desaire. No hay que ser así; haber dejado 10 o 20 pesos no los hubiera hecho ni más pobres ni más ricos y en cambio hubieran dejado la imagen de generosos. En otro tema, la CTM esta picando piedra para ver si es posible conseguir una de las tres diputaciones que se pondrán en jugo el próximo año. Como su abanderado, el sector obrero ha escogido a uno de sus líderes más carismáticos: Pedro Robles García, secretario general del Sindicato de Trabajadores de la Industria Embotelladora, exregidor, exsindico y exdirector de Desarrollo Social, exsecretario general y expresidente del PRI, quien por cierto acaba de estar de manteles largos con la reciente boda de una de sus hijas. Conseguir la diputación no será fácil, pues son muchos los que quieren y solo tres las posiciones a repartir. Ahora que si la decisión se toma en base a méritos partidistas, Pedro Robles le lleva ventaja a muchos. Desde este día Raúl Llamas se hace cargo de Subdirección de Comunicación Social, posición que quedó acéfala tras la renuncia de Alejandra Guerrero, que optó por irse a su casa, a darle un trato de mayor calidad a su familia. En cuestiones políticas es imposible caerle bien a todo mundo, pero en el caso de Llamas es increíble la polvareda que se la levantado en su contra, a raíz de que se supo de la renuncia de Guerrero. Son abrumadoramente mayoría sus opositores y ante el coro de voces que lo apalean, no queda más que pedirles generosidad y concederle el beneficio de la duda. Hay que dejarlo trabajar y el tiempo dirá si su llegada fue buena o mala