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25 de junio, 2009

Este fin de semana algunos candidatos a dipus dirán adiós a sus campañas y esperarán que la suerte los ayude. La pura suerte digo yo, porque en la mayoría de los casos transcurrieron con más pena que aplausos. Recordéis que las dichosas campañas se programaron en principio para sesenta días, después atacó la influenza reduciéndose a cincuenta, resultando al final que apenas sobrepasaron las cuarenta jornadas sin dejar huella y mucho menos camino al andar. No hay fecha que no se cumpla y estos próceres se pegarán estos últimos días a hacer cuentas de escritorio, sease a cuadrar cifras pa’ que el IFE no los agarre con los dedos en la puerta y sobre todo a seguir presumiendo en sentido que podrían convertirse en los futuros “padres de la patria”, o madres, según sea el caso. Mientras tanto a la paisanada urge que pase lo que tenga que pasar pa’ entrarle a lo bonito, ahí donde esperamos que el asunto se ponga sabroso. No olvidéis que pendiente está la resolución de la Suprema corte en cuanto a la fecha de las elecciones locales. Ya se sabe que si se mantiene en la tradición de que sea en julio, no quedará más remedio que “destapar” al bueno en pasando luego, lueguito las pachangas de diciembre. En el otro caso ganaremos unos meses q ue serán pocos o muchos, depende del grado de histeria de quienes suponen pueden darle una cachetada a la historia. Si usted preguntara sobre cuáles de los presuntos a la gubernatura se han conducido con prudencia y discreción, insistiría que ha sido “el güero” Assad, mientras en el bando de los “acelerados” se revuelven no menos de una docena que andan como gatos por las azoteas y no precisamente como dice el maese Joaquín Sabina, “en busca de una gatita, en esa hora maldita en que los bares a punto están de cerrar, cuando el alma necesita un cuerpo que acariciar”, sino implorando el reconocimiento de quien sabe que méritos y reclamando medallas por batallas aun no registradas, o que solo vieron trepados en la cerca. Señoras, señores, la sucesión estatal estará en exacta correspondencia con la lealtad, no puede ser de otra forma. Y si no pa’l baile vamos. En cuanto a los días de la campaña presente, pa’ los candidatos a dipus se han consumido y varios de los que usted conoce no se movieron del lugar donde los tomó el anuncio de que su partido los convertía en abanderados de su propio destino. Por ello Bety Paredes no oculta su preocupación por los distritos de Tampico y Reynosa al igual que lamentará la triste situación del candidato tricolor por Mante y desde luego las circunstancias que seguro influirán en la elección en Río Bravo donde no deja de trotar el fantasma de Juan Antonio Guajardo…¿ a propo, ya vio que hermosa gordura luce Edgardo Melhem por tantas barbacoas y carnes asadas?, salió goloso el muchacho. En cuanto a la gubernatura, se ve y se siente que en unas semanas Marco Antonio Bernal se desgastó lo suficiente como pa’ pasar a retirar sus aspiraciones, es decir que transcurrida la sorpresa escasos son los paisanos que lo toman en serio y a lo mejor solo sus “cuates”, y no todos. Quedamos en que pa’ los candidatos a dipus esto casi se acabó, solo esperamos que no batallen pa’ reencontrarse con su realidad…y todavía creímos que podrían debatir, ¿pssssss, con qué armas mi alma?. SUCEDE QUE Al igual que los panalistas, Arnulfo Rodríguez anda más preocupado que un guajolote de monte en navidad, por aquello de la pena que afronta “mamá grande”. Y es que ya sabemos, las desgracias nunca llegan solas. Por su parte
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