Erotismo precoz

Max Avila

17 de enero, 2011

Los malos ejemplos cunden o “se pegan”, que pa´l caso es lo mismo. Ahora es el secretario de Administración quien va por su porción de sexi-fama con cargo a las hembras de buen ver y mejor tocar. Y es que Jorge Ábrego Adame es el segundo funcionario de importancia quien se place en condenar el uso de la minifalda y por supuesto la exhibición de “las bubis” con lo que, no lo dude, ganase el saludo de la porra de sol.

A falta de temas serios este asunto de alto contenido erótico ocupa la atención pública. Olvídese de las broncas magisteriales, la inseguridad o la confusión en la burocracia cuarta generación, del ejército de desempleados cuya esperanza se diluye con los últimos nombramientos. Olvidemos también rencores que se reciclan, saludos que se niegan, retaguardias que soberbias se muestran y gestos que pretenden sepultar lo que a deliciosos pecados remiten.

Ignoremos también el persistente distanciamiento de los medios de comunicación que dificulta lo más importante de toda esta parafernalia, sea la legitimación pronta y expedita de los tiempos insólitos.

Vamos olvidando eso y más. A propo, cuando todo transcurría en la tranquilidad dominical en la capital del estado, de nuevo el sobresalto y el retorno a la realidad nuestra de cada día.

A falta de compromisos por asumir, pareciera que la gran carpa se abre para dar cabida a la frivolidad hecha partido y dirigencia. Y discurso, que si fuera cierto y con parque suficiente, el PRI no estaría aquí, parodiando a mi general Anaya, el de Churubusco y la invasión gringa, ya sabe usted.

En este sentido Manlio Fabio Beltrones pinta su raya y coloca a los defensores a la distancia correcta del tiro de castigo. Ha dicho el sabio padrino, que el incremento a los combustibles y precios en general traerá más violencia. Y uno se pregunta, ¿hasta cuándo el tricolor en Tamaulipas se dará cuenta que lo suyo está en la defensa de las causas sociales?.

Para discursos, señoras, señores, la militancia debe estar hasta la progenitora. Ni como negar que el tricolor conserva la costumbre de dejar solos a campiranos, obreros y no se diga la clase media que han de cargar con las insolencias federales que literalmente dejan en cueros al respetable.

Los discursos en el PRI no pasan de ser piadosas mentiras que se cuelan por las rendijas de la fantasía popular. Solo los mercaderes de la política creen en el aplauso fácil. Y eso porque les conviene.

Habrá más violencia precisa “don Beltrone” que sabe más por viejo que por diablo, por obra y gracia del encarecimiento de la vida, mientras en Tamaulipas el PRI y algunos de sus distinguidos representantes se ahogan en las mieles de la frivolidad. Como si no fuera suficiente la danza macabra de alcaldes que recién salieron por la puerta trasera, eso sí, con las alforjas repletas, según las evidencias.

La nueva dirigencia debe saber que el tricolor está en deuda con la sociedad civil. ¿No sería bueno que aconsejara a los funcionarios que al menos dejen disfrutar la pródiga naturaleza femenina?. ¡Chingao, no sean tan envidiosos!.

SUCEDE QUE

Le digo que el conflicto SET-SNTE se agrava. La Gordillo le entró en forma directa al problema en tanto Arnulfo alarga hasta el viernes lo que podría ser tolerancia extrema. Por su parte el secretario general de gobierno agrega combustible y dice: “ ¿doblar las manos?, ¡nunca!, en todo caso Estado y magisterio son aliados”. ¿Ignorar al SNTE?, oiga, eso sí que calienta.

Por otra parte, sorprendió observar en el reciente evento del PRI que algunos ex funcionarios se dejaron crecer la barba, entre ellos a “el betico” Valdez. ¿Sucederá como en los equipos de fútbol cuyos jugadores acuerdan colorearse o raparse el pelo, o dejarse bigotes?. Podría ser, sobre todo cuando la afición se decepciona por nuevas contrataciones que solo sirven pa’ engordar la nómina haciendo del cuento una virtud.

A propo, usted se preguntará por las fuerzas básicas que no alinearon en el primer equipo. A lo mejor solo es “estragia”, como diría el ranchero, pero de que es un misterio, eso-que-ni-que.

Y hasta la próxima.

(maxi-avila@hotmail.com)