Luis Alonso Vásquez
Dirección General
Martha Isabel Alvarado
Sub Dirección General
17 de mayo, 2011
1.- Yo si le voy, le voy a la Izquierda. Creo que representa el futuro de México y una de las razones es que concentra a la inteligencia política pero además aprende de la experiencia, si es que se permite la expresión, y lo más importante, hay honestidad y congruencia.
Usted dirá que también hay algunas ovejas descarriadas que han dado mucho de qué hablar, y tiene razón, aunque por sus pecados sufren la penitencia. También existen farsantes pero estos se ahogan en su propio vómito, remember a Porfirio Muñoz Ledo y a Manuel Camacho Solis.
La Izquierda es el futuro digo, nomás porque las mafias del PRI-PAN no le permitieron ser el presente. De ello habla la ingenuidad y el exceso de confianza mostrado en las elecciones del 06.
Se pudiera creer que en algunos próceres existe protagonismo, como en los casos de López Obrador de Cuauhtémoc Cárdenas y pue-que hasta en “el carnal” Marcelo, aunque la realidad es que son liderazgos que en distintas modalidades captan el interés social. Cada uno mantiene e incrementa un capital político ganado en combate, y como no, si se han enfrentado al sistema en los tiempos triunfales de la oligarquía.
Seguro no fue fácil guerrear contra Zedillo o Salinas, fanáticos que son de la globalización y el empobrecimiento mayoritario. Tampoco ha sido como ir de vacaciones enfrentar al panismo enloquecido por sus victorias temporales.
Sin embargo ante el caos y la crisis la izquierda se alza como la opción válida para sacar adelante a los mexicas. Hay honestidad y congruencia insisto. Ello es garantía de que este desgraciado país podría transcurrir en paz y tranquilo por la ancha alameda del progreso y desarrollo.
2.- No podemos ignorar que el deplorable estado que guarda la nación es producto de la corrupción acumulada, como que el sistema tiene errores de origen. Gracias a la vocación inmoral de quienes presumen la creación del estado moderno es que se hizo famosa la frase de Obregón: “nadie aguanta un cañonazo de 50 mil pesos”. Se entiende que por aquellos días el oro era la moneda en circulación. Traslade a la actualidad el simbolismo de dicha frase y verá hasta dónde hemos llegado.
¿Acaso la inseguridad no es resultado de la enfermedad del sistema?. Que respondan quienes han caído en las garras de la complicidad.
Mientras tanto aquellos que confiamos en que México aun puede salvarse vemos con optimismo el futuro. Alienta la aparición pública y en arreos de combate de líderes históricos convencidos de que todo esto debe cambiar. Hace todavía algunos meses parecía imposible observar juntos a Cuauhtémoc Cárdenas y López Obrador por ejemplo, compartiendo lo que parece ser un proyecto único: lograr el poder para beneficio de los marginados que ya lo merecen. Y esto es una muestra no solo de madurez sino de que aprendieron bien de la experiencia.
López Obrador es un guerrero y Cuauhtémoc es el estadista frío, calculador y lapidario cuando ha sido necesario. Ambos han sido calumniados y enjuiciados por creer en la democracia. Han sobrevivido a la persecución de la sanguinaria inquisición surgida alrededor de las instituciones que ya sabemos cómo funcionan.
La Izquierda cuenta con líderes auténticos. Ni Cuauhtémoc ni AMLO son los únicos aunque a su lado surgen otros que obtienen medallas en el campo de batalla. Ebrard, Alejandro Encinas por mencionar solo dos que nada tienen que ver con el espectáculo ni la diversión televisiva a que priistas y panistas son tan afectos.
Lo cierto es que el sistema está agotado y es tiempo de renovarlo. Esto vale para todos los rincones de la patria, de otra forma no tendría sentido.
SUCEDE QUE
Que Zedillo y Carstens son candidatos a la presidencia del Fondo Monetario Internacional. Solo falta que Salinas y Calderón se disputen la dirigencia de la ONU. Entonces quedaríamos completos. No olvidéis que ya tenemos a la mujer más bella y al hombre más rico del mundo-mundial.
Y hasta la próxima
(sarama@live.com.mx)