13 de agosto, 2025
La amenaza del cancro bacteriano de los cítricos (CBC) encendió las alertas en la frontera norte de Tamaulipas, donde México y Estados Unidos han intensificado la vigilancia para frenar su avance y evitar un golpe a la producción de limón, naranja, toronja y lima.
Con operativos coordinados, la Secretaría de Agricultura (Senasica) y la agencia estadounidense APHIS-USDA realizan inspecciones en traspatios y huertos de Matamoros y Reynosa. En lo que va de la campaña, se han revisado 6 425 predios y detectado 474 árboles infectados. El CBC, aunque confinado por ahora al norte tamaulipeco, es una plaga de alto riesgo. Un brote fuera de control no solo afectaría a los agricultores locales, sino que podría comprometer el abasto nacional de cítricos y encarecer el producto en los mercados. Esta bacteria ataca hojas, tallos y frutos, dejando manchas marrones con halo amarillo que evolucionan en costras y provocan la caída prematura de la fruta, debilitando los árboles hasta su muerte.
Su propagación es veloz: el viento, la lluvia y hasta herramientas contaminadas la diseminan. En climas cálidos y húmedos, el contagio se acelera y la bacteria puede permanecer latente en tejidos dañados por meses, dificultando su erradicación.
El protocolo binacional es claro: detección inmediata y eliminación del árbol infectado. Cada día que se pierde, la enfermedad gana terreno.
La participación ciudadana será decisiva. Permitir inspecciones y reportar síntomas sospechosos es la única manera de evitar que Tamaulipas repita tragedias agrícolas como las vividas en Florida o Brasil, donde millones de plantas fueron destruidas.