6 de diciembre, 2011
Hubo un tiempo, hace muchos años ya, en que en Nuevo Laredo había escasez de secundarias y preparatorias públicas, y no se diga de particulares, y todo mundo estudiaba en la Secundaria 1 y en la Prepa 1. Por ahí pasaban jóvenes de todos los estratos sociales, incluidos los riquillos.
Con el tiempo se daría un boom de escuelas particulares, desde las buenas hasta las patitos y tanto la Secundaria 1 como la Prepa dejaron de ser referente obligado para los jóvenes que entraban en esa etapa escolar
Hoy ambas instituciones siguen operando y por estos días la Prepa 1 felimente cumple 70 años bajo la dirección del maestro Guillermo Benavides, quien por cierto en los años 97-98 se hizo cargo de la dirección de comunicación social del Ayuntamiento y sin tener antecedentes en el periodismo lo hizo bastante bien, mucho mejor que otros que si llegaron con un curriculum con más páginas que el índice de la Reseña histórica del teatro en México, monumental obra de Enrique de Olavarría y Ferrari.
Y a propósito de obras literarias, no cabe duda que los mexicanos chorrean patriotismo, de la misma manera que un carro va regando aceite. Hace algunos días, cuando el escritor colombiano naturalizado mexicano, Fernando Vallejo criticó al Presidente Calderón y comparo a los partidos con cárteles de la droga, algunos periodistas se le fueron a la yugular, tachándolo de ingrato, como si en México solo correspondiera a los mexicanos decir su verdad.
Vallejo escribió un libro “La prostituta de Babilonia”, donde hace una feroz crítica a la iglesia católica y a sus dirigentes. El solo nombre del libro, fue objeto de censuras en su momento, porque ciertamente cuando Jean Paul Sarte escribió “La prostituta respetuosa” y Gabriel García Márquez su “Memoria de mis prostitutas tristes”, la gloria ya los acompañaba y todo se les perdonaba.
Vallejo estaba seguro de la polémica que causaría el nombre de su libro, pero tuvo el valor de enfrentar los riesgos, de la misma manera que seguramente actúo cuando dio su discurso al hacerse acreedor del premio de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara. Para decir nuestra verdad hay que ser valientes.
La FIL es el mismo escenario donde Enrique Peña Nieto, mostró su desapego de los libros y de paso corroboró lo que hemos dicho en este espacio: el hombre no es inteligente, ni culto, ni listo. Es resultado de una campaña mediática y tiene un 99.99 por ciento de probabilidades de ser el próximo Presidente de México.
Antes de él hemos tenido a Presidentes que tampoco fueron brillantes, como Vicente Fox, Miguel de la Madrid, Manuel Avila Camacho, Adolfo de la Huerta y muchos más.
Sin ser inteligente ni culto, Peña Nieto puede rodearse de hombres inteligentes y cultos que se encarguen de dirigir atinadamente al país. Todo es cuestión que el poder y el dinero no lo mareen.
Hemos tenido presidentes inteligentísimos como Carlos Salinas de Gortari, pero su inteligencia la uso muchas veces para cometer sus maldades y hemos tenido Presidentes cultos como José López Portillo, lo que no impidió que fuese un bandido descarado.