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La ternura de los inocentes

José Ángel Solorio

24 de marzo, 2012

El PRD nunca será lo que fue. O al menos en Tamaulipas y en el corto plazo. Ha sido copado por una burocracia partidista, ineficaz, torpe y holgazana que ha cerrado el paso a sus filas a muchos ciudadanos relevantes en la región. Sus prácticas internas, al mismo tiempo han expulsado a decenas de valiosos militantes que se han desencantado de la política.

Hace algunos años, dejó de ser competitivo. Con la desaparición de Juan Antonio Guajardo y el adormecimiento del quinismo en el sur del estado, el Sol Azteca se vino a pique. Esos dos reductos, Río Bravo y Madero, aportaron una notable potencia electoral al perredismo que llevaron a situarlo como la segunda fuerza política en la región: gobernaron ambos municipios con un amplio bono electoral.

Esos tiempos, parece que y no volverán.

Hoy el PRD está dirigido por una camarilla que no representa el menor liderazgo en el estado; un grupo, que arrastra una evidente ilegitimidad que se ha traducido en una clara desconfianza ciudadana y le ha imposibilitado para articular amplias alianzas político-electorales.

La riña por la candidatura al Senado, fue –con todo respeto por los que en ella participaron- una lucha por la nada. La ilegitimidad le disputaba el espacio a la inoperancia. La torpeza, pretendía desplazar a la estulticia.

O al menos esa idea dieron Almanza y detractores.

En los años 70 la Izquierda participaba con fines testimoniales en la lucha electoral. Conocía sus debilidades estructurales; pero al mismo tiempo, se trazaba un proyecto de largo aliento para tejer una corriente electoral que pudiera abrir en el futuro los espacios democráticos en el camino de las urnas.

Ahora pedir una estrategia de largo plazo a los cuadros perredistas tamaulipecos, es una ingenuidad. Ni tienen brújula, ni aspiran a tenerla. Van por esos caminos de la política desprotegidos, desnudos, esperando que los votos caigan del cielo y que los candidatos crezcan como por ensalmo.

¿Por qué pelear una candidatura de Izquierda en la coyuntura actual en Tamaulipas?..

¿Por qué gente como Camilo Martínez –acaso representará algunos mil 500 votos- se lanzan al ruedo..?

En le trayecto de descomposición del PRD en la entidad, vi a gente pelear una candidatura para recibir los 40 o 50 mil pesos que recibían del partido para su campaña. También me di cuenta de que candidatos al Senado se embolsaban los 300 mil pesos para su promoción y se iban de vacaciones con sus concubinas.

No dudo que eso puede estar pasando en los días que corren.

  En una de las visitas de Andrés Manuel López Obrador a Reynosa, me percaté de los verdaderos alcances de las tribus izquierdistas en la localidad. Más de media docena de capitanes de la misma cantidad de grupos, apenas pudo reunir a unas 300 personas en un mitin del tabasqueño en la plaza de la ciudad. Con la puntualización que uno de ellos movilizó casi a 200. Es decir: los otros generales apenas convocaron –per cápita- a una decena de simpatizantes.

¿Con esa maquinaria aspira la Izquierda a meter el hombro a López Obrador en Tamaulipas..?

Se ve complicada la tarea.

Muy complicada.

Si Almanza auguraba una que otra chispa mediática en la entidad, los nuevos candidatos sólo pueden prometer su actitud de mendicantes.

En los ocho distritos tamaulipecos, pasando por las dos senadurías, los candidatos de las izquierdas sólo mostrarán al electorado un muy triste espectáculo: la ternura de los inocentes…

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