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Reynosa, los veracruzanos y Gamundi

Martín SIFUENTES

17 de septiembre, 2009

A Reynosa nos la han vendido como “la ciudad con mas desarrollo en el estado, la mas grande, la de mayor numero de habitantes”. Todo esto puede ser cierto. Es más, no lo dudamos. Pero también nadie nos puede negar que Reynosa es una ciudad problemática, caótica en su vialidad, con colonias carentes de servicios básicos, y hasta con sobre población. Nadie nos ha podido explicar bien a bien a que se debió la migración veracruzana. Lo único que nos han dicho es que tuvo que ver con el explosivo crecimiento de la maquila en la década de los 80s y parte de los 90s. Y nos dicen que en Reynosa viven más de 250 mil personas de origen veracruzano. Se nos antoja un número inflado. Sin son muchos, pero no son tantos. Pensar que la sola comunidad jarocha puede decidir una elección, por ejemplo, se nos hace una total mentira. Más bien creemos que a algunos les ha convenido a través de los años, propagar la idea de que los veracruzanos constituyen el más numeroso y unido segmento poblacional de la Reynosa actual. No le vemos sentido a la colocación de anuncios panorámicos, hace varios años, cuando Fidel herrera era candidato al gobierno de Veracruz. ¿Acaso los jarochos que viven en Reynosa, votan en Veracruz?, ¿No que podrían “decidir” una elección en Reynosa? Hay que dejar muy en claro que no son los migrantes del sur los causantes de los problemas de Reynosa. No, porque se trata de gente que llegó a la frontera en busca de un trabajo honrado, y porque en su mayoría son gente trabajadora y sencilla, como son los habitantes de la tierra de Agustín Lara. Reynosa, con todo y su gran crecimiento, se metió en un brete, debido a que se abrió indiscriminadamente la puerta a la inversión. Parece paradójico, pero en la medida en que se fueron instalando industrias, fueron creciendo los problemas, porque se fueron creando asentamientos humanos en donde no deberían. Y ahí nació todo. No se controló el crecimiento de la ciudad. En aras de recibir empresas que crearan fuentes de trabajo, se descuidaron aspectos fundamentales que toda ciudad debe cuidar. Hoy, esas empresas pagan a sus trabajadores salarios de hambre, y esas personas viven en colonias sin servicios públicos. Y están demandando que el gobierno se los de. Y el gobierno no puede. Desde los tiempos del fallecido Ramon Pérez, pasando por Rigoberto Garza, la primera etapa de Luebbert, el breve paso de Higareda y los interinatos de Ernesto Cantú y Betico, fueron los mismos problemas. Ya con Serapio, Cabeza y su Miguel Villarreal Ongay, y hasta nuevamente con Luebbert, Reynosa aparece en dos listas, una buena y una mala. Se presume como ciudad con gran desarrollo. Pero a la vez, no se quiere mencionar que aparte de la inseguridad publica, como toda la frontera, tiene otros graves problemas de desarrollo urbano. Y viene todo lo anterior a propósito de que Reynosa una vez más se convertirá en “la joya de la corona”. Tal parece que hay un enorme interés desde donde se toman las decisiones más importantes en Tamaulipas, para que por ningún motivo haya riesgos electorales en esta ciudad. No está por demás recordar que el poder se ha alternado en Reynosa en los últimos tiempos. Que lo mismo en elecciones federales, como locales, el PRI ha probado miel y hiel. Y que sus victorias han sido bastante apretadas. Ahora, se tendrá la intención de que en Reynosa, como debe ser, por tener el mayor numero de electores en todo el estado, se debe arrollar a sus oponentes. Y que para ello, se vislumbra la formación de una terna de candidatos a alcalde y diputados locales, que sea un trabuco. ¿Se atreverán a insistir con Everardo Villarreal? El asegura que no irá. Pero en esto de la política, no se vale decir que no a una invitación de esa naturaleza. Lo cierto es que más de tres se mueren por encabezar esa terna. Serafín Gomez, Esiquio Resendez, Raúl Jiménez Cárdenas, Pepe Elías, más lo que se agreguen están dispuestos a darle la pelea a quien parece llevarles gran ventaja: Ricardo Gamundi. Y del Presidente del PRI estatal, se dice que ya tiene el permiso para pasearse y plazearse por Reynosa. Que sus buenos resultados en el comité estatal, le han dado manga ancha para “decidir su futuro”. Y que el ve en su futuro una chamba en Reynosa. Si, como un buen ciudadano de origen veracruzano, Gamundi también ve en Reynosa, el lugar ideal para establecerse. Aunque en el caso de él, solo sea por un tiempo. Falta un buen tiempo. Pero le debe ser suficiente para planear que hacer con la Reynosa emproblemada de hoy en día. Con la ciudad más grande, más habitada y la de mayor desarrollo. Pero también con la ciudad más difícil de gobernar.
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