Martha Isabel Alvarado
Dirección General
Fernando Flores
Sub Dirección General
28 de junio, 2012
En México todavía, grandes segmentos poblacionales están lejos de tener una cultura de participación cívica, mediante el ejercicio del voto.
La pobreza e ignorancia en que están inmersos millones de mexicanos son, sin duda, un lastre que no abona a la democracia porque se puede lucrar con la voluntad de las personas al conculcar su legítimo derecho a decidir el rumbo del país mediante su participación informada.
A inhibir la conciencia cívica, desafortunadamente, contribuyen algunos medios de comunicación, cuando colocan por delante sus intereses, ante todo. Sin duda, persiste el analfabetismo político pese a que instancias como el Instituto Federal Electoral hacen su aportación para superarlo.
Y cierto que algo de eso se ha logrado debido también a la real competencia entre aspirantes a cargos de elección popular. Es pertinente decir que las cifras de los electores que acuden a las urnas tienen sus altas y bajas pero, en lo general, van en aumento. Si acuden a votar más del 50% de personas enlistadas en el padrón electoral asumimos que andamos bien, que se venció el abstencionismo. Incluso si se alcanza una cifra mayor en la elección inmediatamente anterior, en el mismo tipo de elecciones, pese a no lograr el 50% del total de los votantes, se asume que la elección fue exitosa. Sobre el comportamiento de los electores en los comicios, las referencias cercanas que se tienen, en cuanto al relevo en la Presidencia de la República, son que en año 2000 se tuvo una presencia ciudadana en las urnas del 64%. Con respecto a la elección del 2006 el porcentaje fue del 58.55% y el ganador obtuvo poco más de 15 millones de votos. Para la presente contienda se preven niveles aceptables de participación de los votantes.
Es de esperar que millones de personas acudan a cumplir con su obligación a favor de alguno de los proyectos que, en su momento, se ofertaron. Sin embargo, hay que reiterarlo: la cantidad de mexicanos, que se abstiene de votar sigue siendo alta. Hay otras personas que sólo acuden a las casillas para nulificar su voto. Estos, al menos en contiendas pasadas, sumaron cientos de miles. Así tenemos que en el 2006 fueron un millón 33 mil ciudadanos los que invalidaron el sufragio por causas diversas. Es decir, esa cantidad habría cambiado la historia del país tanto para alejar la sospecha de fraude como para dar el triunfo a otro actor político, de los contendientes. En lo particular respetamos a quienes se dan a la tarea de hacer llamados para invalidar su voto, pero es algo que de ninguna manera compartimos. Se trata de una manera cómoda e irresponsable de echar por la borda las luchas de compatriotas, algunos de los cuales ofrendaron su vida, para tomar hacer valer el derecho de elegir, libremente, a los representantes.
De hecho el voto nulo y el abstencionismo sólo ayudan a que persista el estado de cosas imperante. Quiere decir que, esta extraña forma de participación, en apariencia al margen de los partidos y candidatos, termina levantando la mano a uno de ellos. En ese sentido, aplaudimos cualquier iniciativa orientada a promover la emisión del voto, como la que hacen organismos de la sociedad civil.
Uno de estos es la Cámara de Comercio local, cuyos integrantes, bajan una campaña nacional a nuestra entidad a fin de hacer descuentos en sus negocios a los electores que enseñen su dedo impregnado de tinta indeleble. Es mejor actuar así, mediante un premio, que animar el supuesto voto nulo, con el argumento de que se trata de un acto de conciencia.
RULETA
Las preguntas siguen en el aire a dos años de la sentida muerte del doctor RODOLFO TORRE CANTÚ: ¿quiénes y por qué? Es el cuestionamiento que hace el gobernador, EGIDIO TORRE CANTÚ y que la Procuraduría General de la República no responde, pese a que la instancia está obligada a dar resultados.
Son dos años de un artero asesinato y aún no hay ni presuntos culpables. Lo que hay son indagatorias con sigilo y especulaciones, pero en concreto nada. Da la impresión de que, en 24 meses, solo se abultó un archivo, con cualquier cantidad de palabras de poco significado.
Si bien todavía persiste la esperanza de que se aclare el caso, las autoridades están lejos hacerlo, a juzgar por lo que se observa. Mientras esto ocurre, quienes segaron la vida de un hombre bueno pasean su impunidad. En reclamo de este día es el mismo del 2010: que se haga justicia y se castigue a los culpables.
Rodolfo Torre Cantú era una persona con profunda vocación humanista y sensibilidad social. Era alguien que hacia el bien, se comprometía y sabía cumplir.
De él se conocían sus ideales, sueños y esperanzas para sus semejantes. No tenía enemigos. Por ello, a dos años de su muerte es muy válida la exigencia a las autoridades, de parte del Gobernador y de los tamaulipecos para que se esclarezca este crimen y se haga justicia.
AL CIERRE
Se firmó el pacto de civilidad entre partidos, organismos civiles y candidatos a la Presidencia de la República. Un acto que se espera contribuya a que, tras los comicios del próximo domingo, se tomen los resultados con madurez social. Pero el momento que roba la nota es el apretón de manos entre los candidatos del PRI y del Movimiento Ciudadano, ENRIQUE PEÑA NIETO y ANDRES MANUEL LÓPEZ OBRADOR, respectivamente, tras la firma del pacto, muestra de la madurez politica que requiere nuestro pais.