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El valor del agua

Angel Virgen Alvarado

31 de julio, 2013

Naturalmente que nadie es culpable de haber nacido pobre o rico, feo o atractivo, gordo o flaco.

El hombre o la mujer, cuando quieren superarse económicamente, se aplican, se esmeran y lo logran.

Cuando un hombre o una mujer, quiere perder kilos, igual. Se aplican y lo logran.

Si nos toco ser pobre o gordos,  si  nos tocó vivir en el campo, ni hablar. Esa vida nos toca vivir.

Todo depende de la lucha, la batalla que emprenda cada quien, por cambiar su forma de estar, su forma de ser o cambiar su lugar para vivir.

El progreso llega poco a poco a las ciudades y se extiende por las colonias, alcanza los ejidos cercanos a las cabeceras municipales y la mancha de ese progreso avanza poco a poco con los años hasta el área rural.

A finales de los años cincuentas y principio de los años sesentas, la ciudad de Matamoros, con apenas 100 mil habitantes, tenía una planta potabilizadora de agua con presión suficiente para llegar hasta lugares muy apartados.

A principios de los sesentas, donde ahora está  la calle Tercera y Avenida MCL, en el lado sur, de aquel lado del canal El Soliseño, había una toma de agua.

Cuando, niños nosotros, jugábamos por aquellos contornos llegábamos a la toma pública, abríamos el grifo de la llave y el agua salía a presión.

Allí, pegados al grifo, bebíamos agua para saciar la sed.

Pero en la colonia Aurora (de todos mis amores) donde vivíamos, no todas las casas tenían “toma de agua”.

Había que caminar a veces dos o más cuadras para ir a una toma pública de agua y llenar cubetas, llenar botes de lámina, aquellos botes cuadrados donde venía la manteca de puerco (cerdo) y, ya vacios, eran usados como envases para el acarreo de agua.

Esos botes de lámina eran atados con cuerdas a ambos lados de un resistente palo de ébano o un barrote.

Se les echaba agua y con ellos llenaban tambos de 200 litros.

Por aquellos años no había los famosos “piperos”  que años más tarde aparecieron (y todavía andan por ahí repartiendo agua a precios carísimos) haciendo negocio con la repartición del agua potable.

Todas las tardes los muchachos más chicos, con cubetas,  ayudábamos al acarreo de agua.

Por supuesto si no había red de tubería de agua potable para las casas-habitación, menos había drenaje.

La gente usaba las famosas letrinas para el servicio sanitario.

El pavimento de calles… ¡ni en sueños!

En algunas casas no había tampoco luz eléctrica, nos aluzábamos con quinqués.

Y si todos estos servicios, a finales de los cincuentas, principios de los años sesentas, no había en colonias ¡Menos en los ejidos!

De entrada, en los ejidos no había luz, ni agua, ni drenaje, ni pavimento ni nada.

Cuando llovía, el agua la almacenaban los ejidatarios y los rancheros en botes, tambos ¡lo que hubiera!

Se hacía norias (pozos profundos) y, a veces, los que tenían dinero, perforaban pozos artesianos y sacaban agua usando papalotes.

Al agua no potabilizada almacenada en los tambos de 200 litros, la gente les echaba cal.

La cal se iba “asentando” y “matando los bichos”- decían los rancheros.

No se usaba el cloro todavía.

No había agua entubada. El agua para hacer de comer se hervía varias veces.

En los ranchos y ejidos era espectacular ver el firmamento por la noche.

El cielo…lleno de estrellas.

Había meses, como octubre, que por las noches, la luna alumbraba “como si fuera de día” –decían los rancheros.

En aquellos años había las famosas “acequias”  que eran como pequeños esteros donde casi siempre había agua.

Cuando escaseaba el agua, en tractores la gente comenzaba a acarrearla desde donde la hubiera.

¡Pero siempre, siempre había agua almacenada en tambos de 200 litros o en pequeñas piletas que los rancheros hacían!

Y pasaron los años.

Los gobiernos municipales empezaron a extender la red de distribución de líneas de agua potable y alcantarillado.

Y esa red de distribución de agua también se hizo en algunos ejidos y poblados, como Control, Ramírez, San Francisco, Empalme, etcétera.

Mucha gente dejo de almacenar agua.

Los motores de bombeo enviaban el líquido, agua bronca, a la red de distribución de los ejidos.

¿Para qué almacenar si en la llave hay agua?

Casi nunca pensamos en los imprevistos.

Y cuando fallan los motores de bombeo, cuando revientan los tubos que se usan para enviar el agua hasta los ejidos… viene la angustia.

La semana anterior el gobierno municipal de Matamoros y la gerencia general de la Junta de Aguas y Drenaje de la ciudad de Matamoros, sin corresponderle, auxiliaron en la reparación de motores de bombeo de agua en RANCHO VIEJO.

De allí se bombea agua a los poblados Ramírez, San Francisco, etcétera.

Pero ahora sucede que al sur del municipio también hay ejidos que no tienen agua en las líneas de distribución.

Se les está auxiliando llevando agua en camiones-cisterna, en pipas.

Y se busca una inmediata solución a este problema de la falta del vital liquido que le ha dado la exacta dimensión al VALOR DEL AGUA.

Rancheros y ejidatarios los hay que no se preocupan porque tienen pozos artesianos, pero los más… no tienen.

A esos es a los que hay que auxiliar.

MI PECHO NO ES…

En lo que representó el primer paso para iniciar la entrega-recepción del gobierno municipal, ayer se dio el primer encuentro entre el presidente municipal ALFONSO SÁNCHEZ GARZA y la alcaldesa electa, LETICIA SALAZAR VAZQUEZ.

En esta entrevista prevaleció un ambiente de respeto y buena disposición entre ambas partes.

Al alcalde en funciones lo acompañaron, el Secretario del Ayuntamiento, el Tesorero Municipal y la Contralora, ISRAELDE LEON, SERGIO ZERMEÑO ROBLES y CLAUDIA GRISELDA MARTINEZ CASTILLO, respectivamente, en tanto que a la alcaldesa electa, la acompañaron el diputado federal, coordinador del equipo de transición, CARLOS GARCIA GONZÁLEZ, ALMA BERTHA GARCIA BETANCOURT, CÉSAR RENDÒN GARCÍA, RODOLFO SIMÓN HERNÁNDEZ, GUILLERMO NIEVES REYES, ABELARDO RUIZ  GARCIA, ANTONIO AMARO y LUIS FUENTES.

-“La reunión se dio en la mejor disposición de ambas partes y hacer una entrega recepción en los mejores términos, con el interés de atender cada una de las áreas que le conciernen al Ayuntamiento, pero sobre todo que los servicios públicos los puedan prestar desde el primer día en la próxima administración”, señaló el alcalde ALFONSO SÁNCHEZ GARZA.

La alcaldesa electa, LETICIA SALAZAR VAZQUEZ, dijo:

“Es la primera reunión de acercamiento. (Vinimos) a presentarle al presidente municipal al equipo que he denominado comité de entrega recepción de manera provisional.

La idea es ir avanzando un poco en los acuerdos de esta entrega en las inspecciones oculares, finalmente es mucha la información que se tiene que entregar y en un mes es muy difícil poder saber cada documento de lo que se tienen que dar”.

A las 10 de la mañana de hoy, en el auditorio Pedro Sáenz González, se llevara a cabo la 32° Sesión Ordinaria de Cabildo.

El pésame de la columna es para el ingeniero ABEL VILLARREAL CANTU por el sensible deceso de su señora madre, DOÑA HORTENCIA CANTU de VILLARREAL acaecida del día de ayer.

A ABEL, le enviamos nuestra más firme solidaridad.

También un abrazo solidario para SERGIO MALDONADO, ELCHILANGO por el deceso de su querida hermana.

Por hoy, es todo.

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