Número equivocado

Max Avila

1 de septiembre, 2010

1.- Felipe Calderón supone que el escribidor está en disposición de escuchar los presuntos logros de su gobierno. Lo supone digo, por ello quizá este primero de septiembre todo el santo día se la pasó bombardeando con mensajes telefónicos relativos al señalado asunto.

Una fecha de pesadilla: que tantos ya tienen vivienda, salud, empleo y quien sabe cuantas barbaridades que no solo trastocan la realidad, sino huelen a mentirillas piadosas. Pregunto y preguntome, ¿a qué país se refería?. Desde luego a México no.

De acuerdo con la Constitución FCH está en la obligación de rendir su parte de guerra anual al congreso de la Unión. Ya dipus y senadores sabrán qué hacer con el mamotreto recibido. Digo yo que pa’ eso fueron electos y en el mismo sentido pa’ eso les pagamos.

Entonces, ¡porqué jijos molestar como si fuera cualquier venta de productos exclusivos!. Cuando menos la tele la apagas y la molestia concluye, pero oiga, este miércoles apenas colgabas la bocina y de nuevo ahí está la vocecita. “le invitamos a escuchar un mensaje del presidente Calderón”. ¡Pamplinas!, que de mensajes, discursos, diálogos,  llamados a la unidad, convocatorias, convenios y otros cuentos, ya estamos hasta la coronilla, por no decir hasta la progenitora.

Y es que el Preciso nos receta tiro por día, que pretextos no faltan.

Como el escribidor, seguro que otros mexicas también fueron víctimas de la mercadotecnia telefónica. Y aquí perrrrrrrmítame reclamarle a Carlos Slim quien está claro, accedió a que Calderón violentara la tranquilidad hogareña. Que alguien explique si cabe una demanda por este abuso de poder que pareciera no tener más objetivo que hoder al vecino.

Y deje que cuando menos los mentados logros fueran ciertos, pero ya vemos que tratase de vil publicidad que de tan burda y absurda sirve para corroborar que el PAN “gobierna” como el gato de la canción, sea en la obscuridad y por el filo de las azoteas. ¡Órale!.

2.- Y ya que andamos con el bicentenario de la Independencia le recuerdo que don Miguel Gregorio Antonio Ignacio Hidalgo y Gallaga, El Padre de la Patria,  tuvo seis hijos con cuatro mujeres.

De Manuela Ramos Pichardo nacieron Agustina y Lino Mariano, de Bibiana Lucero, Joaquín; de Josefa Quintana, María Josefa y Micaela. No llegó a conocer al sexto porque Gabina Nátera “la capitana” apenas quedó embarazada después de que “el zorro” fuera fusilado a las siete de la mañana del 30 de julio de 1811 en la plaza de san Felipe en Chihuahua.

Y no lo digo yo, sino don Luis Castillo Ledón, el mejor biógrafo de Miguel Hidalgo y Costilla.

SUCEDE QUE

La Liga de Comunidades Agrarias y sindicatos campesinos de Tamaulipas no deja de ser excelente platillo para quienes aspiran a trascender al próximo sexenio. Por eso no extraña que disputen la dirigencia cuando menos cuatro próceres que tienen entre sus haberes un largo caminar por el agrarismo institucional.

Entre ellos destaca Juan Báez Rodríguez, hijo del histórico líder que lo fuera en los tiempos de auténtico peso político cenecista. Es  posible que el Juan de ahora alcance el liderazgo y con ello la oportunidad de oxigenar la organización que dicho sea, desde hace tiempo merece una sacudidita.

Y es que, ha sufrido tanto la pobre.

Y hasta la próxima.