19 de diciembre, 2010
En la próxima legislatura el PRI tendrá una aplastante mayoría de 28 diputados, en tanto que el PAN-PRD-PT, en conjunto suman apenas 8 posiciones. Con esa inmensa mayoría, el PRI no necesita ni consensar ni negociar con la oposición para sacar adelante cualquier reforma legal. Ni siquiera se necesitará a la oposición para aprobar cambios a la Constitución del Estado que exige tener el voto de dos terceras partes del Congreso para autorizar reformas, es decir, 24 de los 36 diputados.
El PRI llegará el próximo año con 22 diputados propios, 3 del Verde Ecologista y 3 de Nueva Alianza, pero tanto los representantes de estos dos últimos partidos, son elementos identificados con el PRI. Son uno solo.
Así, pues, el PRI llega fortalecido, pero eso puede ser grave, primero por la natural sujeción del poder legislativo al ejecutivo estatal y segundo, porque se gobernaría con una sola visión partidista y en toda sociedad se necesitan contra-pesos, como los hay en toda democracia.
Cuando realmente haya un poder legislativo autónomo, cuando los legisladores atiendan la voz de su conciencia y no la voz del amo, entonces no tendrá nada de extraño que haya mayoría en un Congreso, porque los legisladores atenderían el llamado de la población y no los susurros de un semi-Dios.
Mientras tanto, el PRD y el PT públicamente están acusando al Tribunal Federal Electoral de ser un órgano de consigna, al servicio del PAN, al revocar el acuerdo del IEETAM y del Tribunal Estatal Electoral que en primera jnstancia, en el caso del primero y en segunda instancia, en el caso del segundo, les asignó dos diputados a cada uno y el Trife dio marcha atrás, asignándoles uno. Los otros dos se los reasignó al PAN.
Haya actuado o no por consigna, lo cierto es que el fallo del Trife es inapelable y en el caso de Nuevo Laredo al PRD también se le quitó la regiduría que se le había asignado a José Luis Ochoa para dársela al PAN, en la persona de Gerardo Madrazo Orejas.
El PAN esta contentísimo con el fallo del Trife, aunque nosotros no dejamos de insistir en que se debe revisar esta victoria pírrica pues de los seis regidores electos solo dos militan en el PAN, en tanto que Martha Chavira se cantea por el PRD, Adán de Hoyos milita en el PRI y Gerardo Madrazo también simpatizaba con el PRI. Bien puede darse el caso de que alguno de ellos se declare independiente. Ya sea porque no comulguen con la ideología del PAN, no quieran atender indicaciones de nadie o cuando se enteren que hay que entregarle al PAN el 10 por ciento de su salario.
Estos cuatro regidores electos llegaron como candidatos externos y en el caso de Felix Canales y Martha Chavira aceptaron por ir en el primero y cuarto lugar, sabiendo que en el caso del primero tenía su posición asegurada y en el caso de la cuarta, con altas posibilidades. El primero, antes de la campaña se aventó la balandronada de decir que él le tenía tanta fe al proyecto que gustoso aceptaría ir en el lugar 14, pero nunca cedió ese primer lugar y al final fue el responsable de que Salvador Rosas rompiera con su amigo y socio, que quien le presentó al insípido de César Nava.
En cambio, Adán de Hoyos entró de emergente y Madrazo acepto ir en el sexto por cumplir con quien lo invito a integrase en la planiilla, pero en el fondo estaba convencido de que sus posibilidades eran mínimas.