Luis Alonso Vásquez
Dirección General
Martha Isabel Alvarado
Sub Dirección General
9 de octubre, 2025
Tiene varias lecturas la iniciativa de reforma presentada al Congreso de la Unión el pasado 3 de octubre, por el diputado mexiquense ARMANDO CORONA ARVIZU quien llegó a la Cámara Baja con el fierro del PVEM y luego fue fichado por MORENA.
Treintañero, abogado de profesión, su padre fue alcalde de Ixtapaluca, el joven CORONA propuso adicionar los artículos 211 Bis 8 y 211 Bis 9 del Código Penal Federal para castigar con cárcel a quien elabore y difunda sin autorización imágenes, vídeos, audios o representaciones digitales que supongan un ataque a la identidad y la imagen personal.
En medios le llamaron de inmediato “Ley Antistickers”, aunque la propuesta va más allá de los stickers (etiquetas o pegotes digitales) pues abarca todo el ámbito audiovisual, incluyendo audios y videos.
Buscaría el abogado CORONA tipificar como delito “la creación, manipulación, reproducción o difusión no autorizada de imágenes, videos, audios o representaciones digitales generadas o alteradas con tecnologías de edición o inteligencia artificial.”
En este último caso (la #IA) los llamados “deep fakes”. Falsificaciones profundas que el lector promedio vería demasiado cercanas a la realidad. La más reciente, el beso de LORD MOLÉCULA al señor de Palenque, ocurrencia que siendo tan absurda, logró sin embargo engañar a multitudes.
Tal iniciativa buscaría proteger la identidad, la imagen personal, la dignidad, la honra y la vida privada de las personas contra formas de violencia digital, como el ciberacoso, la difamación, el robo de identidad o la intención de ridiculizarla, acosarla, suplantarla, perjudicar su reputación o dignidad.
Se contemplarían penas básicas entre 3 y 6 años de prisión y de 300 a 600 días de multa. Mismas que, con algunos agravantes merecerían de 4 a 9 años de cárcel, con sanciones económicas entre 450 y 900 días de multa.
ESA CANIJA SUBJETIVIDAD
Como toda ley, el problema asoma en su interpretación. Más difícil aún cuando el proyecto advierte que no se aplica en expresiones humorísticas legítimas o sátira protegida por la libertad de expresión.
Difícil definir las “expresiones humorísticas legítimas”. O el tipo de sátira que merecería ser protegida al considerarla como libre expresión. O visualizar a partir de qué punto termina el humor válido y empieza el ridículo.
Dibujar como vampiro a ADÁN AUGUSTO LÓPEZ, ¿es broma o burla?... Llamar jirafa a su compañera de bancada o presentar a NOROÑA con cuerpo de gorila, ¿es humor legítimo o intención de perjudicar su reputación?
Duda omnipresente al hablar de estas cosas. Cuando alguien deba decidir si algo denigra a la persona aludida, le causa una molestia moderada o, de plano, le da risa.
Si poner apodos fuera un daño a la reputación, ¿ameritaría demandar al anterior mandatario por el centenar de veces que incurrió en dicha práctica cuando se refería a sus críticos y opositores?
Llamativo el tema de los agravantes. Penas más altas cuando la víctima sea menor de edad, persona con discapacidad o servidor público en funciones. Y también si el material se difunde masivamente en redes sociales, plataformas de mensajería o medios electrónicos. O causa impacto comprobable en la vida personal, laboral o psicológica de la víctima.
Ups, ¿cómo se mide el impacto comprobable en la vida psicológica?... ¿a partir de cuánta bilis y cuántas lágrimas, luego de haber visto un meme agresivo o un video chusco donde aparece un alcalde en calzoncillos?...
Hoy en día, los reels de Facebook (por citar una red) abundan en animaciones cercanas al deep-fake donde vemos interactuar en microhistorias hilarantes a jefes de Estado como los señores TRUMP, PUTIN, MADURO, MACRON, NETANYAHU y hasta el gordo KIM JONG-UN.
Videos fugaces, jocosos, crueles, donde se persiguen, enlodan, agreden, golpean, disparan, humillan, intercambiando papeles de víctima y verdugo, según las preferencias ideológicas del autor.
BIZANCIO VIRTUAL
Todo un problema el que una misma discusión incluya tantas variantes. Desde luego, el ciberacoso sexual existe, las amenazas de violencia (o muerte) por cierto más fáciles de sustentar cuando presagian la intención explícita de un ataque directo.
¿Y las mentadas de madre?... Por supuesto, tienen su expresión gráfica y de ellas son blanco, amén de los políticos, los artistas, deportistas, productores de “La Casa de los Famosos” y hasta el mismo diputado que propuso esta reforma.
La iniciativa difícilmente pasará el primer filtro, el estudio en comisiones. Menos podría convencer al pleno, salvo que impere alguna línea de Palacio. Pero el tema es más actual que nunca, hoy que un fogoso tropel de amateurs se incorporó a la producción de animaciones con inteligencia artificial.
Hecho reciente. La aplicación insignia, el detonador de este incalculable recurso expresivo, fue CHAT-GPT y apenas asomó a fines de 2022. Cuestión de imaginar su papel en las próximas campañas electorales, con videos ultrarrealistas lanzados como misiles entre adversarios.
Por supuesto, el tema debe ventilarse. Aún con el riesgo de incurrir en aquellas discusiones bizantinas atribuidas a los monjes medievales, cuando polemizaban sobre cuántos ángeles cabrían en la punta de un alfiler.
Polémicas circulares, repetitivas, sin resultados concretos, atoradas en abstracciones, minucias y tecnicismos inútiles, sin avances visibles de orden práctico. Para allá vamos, creo.
BUZÓN: lopezarriagamx@gmail.com