Luis Alonso Vásquez
Dirección General
Martha Isabel Alvarado
Sub Dirección General
11 de octubre, 2011
1.- ¿Acaso los mexicas estamos frente a un nuevo PRI sin darnos cuenta?. Puede ser, a lo mejor, tal vez, quizá, quién sabe. Por lo pronto anote que el tricolor pertenece a la Internacional Socialista, no sabemos desde cuándo pero es una noticia que por alguna razón ahora le dan vuelo. Justamente fue Marco Antonio Bernal el encargado de recordar que el PRI está adherido a la organización donde moran, viven y habitan partidos que en serio y sin simulaciones se preocupan por resolver la problemática popular. Es decir, los más desarrollados en este sentido.
No se asuste pero a la IS pertenecen la mayoría por no decir la totalidad de los partidos comunistas, los que quedan, los que no pssss no, incluidos el cubano y el chino. Y desde luego otros que sin llegar a los extremos abanderan las causas de los que suman más que en sus respectivos países se hacen llamar socialistas. El español por ejemplo.
No se asuste digo, porque el PRI no alcanzará el grado de perfección a que han llegado en China, Cuba o España. A lo más que aspira es a “estar más cerca de la gente”. Es lo que dijo Marco A. Bernal, presidente de la Fundación Colosio, en la última reunión donde se vieron las caras, sonrieron y finalmente puñal en mano se abrazaron Peña Nieto y Manlio Fabio.
No olvidéis que el PRI ya anda placeando a quienes se disputarán la candidatura presidencial y para ello utiliza foros en los que tanto Peña Nieto como Beltrones proponen lo que a su entender solucionaría las broncas que nos cargamos derivadas de los errores del pasado y presente.
De manera que el PRI desea volver a sus orígenes. Usted dirá que en el principio con el PNR lo que realmente se buscó fue la unificación y disciplina de los políticos y militares que eufóricos, no solo se enfrentaban entre sí buscando más poder, sino estaban convertidos en reyezuelos regionales “de horca y cuchillo”, y tiene razón.
Pero bueno, aceptemos que el tricolor pretende retornar a las bases y, “no ocupar una cúpula para definir lo que decidimos como partido”, como precisa Bernal. Pues es bueno, ojalá y se logre a la brevedad y sin excusa ni pretexto porque la raza en verdad está encaboronada y en espera de que el tricolor sea lo que fue, es decir, un gestor social por el que transcurría la confianza de las mayorías.
Pero ¡urge!, de otra forma ha de resignarse a perder la presidencia de la república por tercera ocasión. Serían tres derrotas consecutivas que no las aguanta ni el mejor entrenador del mejor equipo del mundo.
2.-Y ya “entraos en gastos”, ¿qué opina de un gobierno de coalición?. Bueno lo propone un grupo de distinguidos intelectuales y políticos de buen merecer, “en base a un acuerdo programático, explícito, responsable y controlable”. No psss está difícil. Es la polémica que inquieta al mundillo de la grilla. Y es que una coalición significa que el régimen estaría integrado por personajes de todos colores y sabores no siempre de acuerdo en las grandes decisiones. ¡No’mbre!, aquello podría convertirse en una cena de negros en luna llena. Y disculpe la comparación.
Como opción es aceptable pero como realidad está tan lejos como pretender que López Obrador y Salinas se hagan compadres o hagan cita pa’ irse de parranda una noche loca.
Lo anterior, es decir, el presunto gobierno de coalición, es producto de la desesperación entre quienes piensan y creen que México merece mejor destino al margen de los partidos que dicho sea, han sido rebasados desde hace pero muuuuucho tiempo. Y ni modo que sea invento.
SUCEDE QUE
Blanca Anzaldúa Nájera es candidata naturalita a una diputación federal, como lo es Lupita Flores a una senaduría. Vamos apostando a las mujeres con alta dosis de moral y mística revolucionaria que la han hecho por méritos propios y nadie les ha regalado nada. Seguro nos irá mejor.
Y hasta la próxima.