Luis Alonso Vásquez
Dirección General
Martha Isabel Alvarado
Sub Dirección General
20 de octubre, 2011
1.- ¿Qué similitud, coincidencia, semejanza o parecido podrían existir entre “juanitas” y “adelitas”’. No, psss ahora sí que me la puso difícil, pero suponemos que podría ser su alto espíritu de sacrificio. Haga de cuenta como las madres dispuestas a dar todo por sus críos, aunque en el caso que nos ocupa más bien sería darlo todo por sus “viejos”.
Las “juanitas” fue una rara especie que irrumpió en la política nacional sin antecedentes en otras partes del mundo. Como sabemos eran propuestas como candidatas a cargos de elección llevando como suplentes a sus respectivas parejas y una vez triunfadoras cobraban las primeras quincenas, solicitaban licencia dejando el lugar a sus hombres mismos que con singular alegría y sin el menor recato o sombra de escrúpulos, se apoderaban de curules ajenas.
Era una trampa del sistema tan eficaz en esta clase de invenciones, mediante el cual los partidos en especial el PRI, “cumplían” la figura democrática de igualdad de géneros. Y viera que aun sabiéndolo todo mundo lo aceptaba, como si fuera una gracia.
Para fortuna al parecer ahora sí se intenta cumplir con el señalado acuerdo, aunque de manera parcial ya que en la práctica a las hembras solo corresponde la tercera parte de las candidaturas. Pues que bueno algo es algo, porque a la vista del portador marginar a las damas es injusto si como se asegura, son el motor que impulsa los triunfos políticos, pero además no tomarlas en cuenta o nada más “un poquito”, es un acto de misoginia que no merecen.
Total que las “juanitas” están al punto de desaparecer lo cual es doblemente bueno, en el entendido de que en la próxima legislatura federal sí habrá representación femenina que valga lo que a voto obliga. Eso esperamos.
En cuanto a las “adelitas” pasaron a ser solo una referencia folklórica de la Revolución bien aprovechada por los modernos “Robin Hood” de la grilla. ¿A poco solo servían pa’ hacer tortillas y preparar la comida a la tropa?. ¿Y la inspiración de carrancistas, villistas, zapatistas y demás qué?. Y luego ni caballos les prestaban, ahí van las pobres jalándose por caminos, brechas y veredas con todo y chamacos a cuestas, durmiendo a campo raso y con el riesgo de amanecer viudas.
Sirva el extenso introito pa’ señalar la importancia de que una veintena de distinguidas mujeres se reunieran hace unos días pa’ dejar constancia de que están dispuestas a defender hasta con el metate, los logros alcanzados desde hace más de medio siglo, sea desde que les permitieron votar y ser votadas.
Por ahí se vieron a Bety Paredes, Josefina Vázque Mota, Rosario Robles, las tres de distintos partidos y otras que como ellas han dejado el reboso en prenda y algo más, en esta lucha “cuerpo a cuerpo” contra los machos.
De manera que desaparecen “adelitas” y “juanitas” pero llegan estas chicas maravilla parecidas a “dulce Poly pura sangre” aunque más cercanas a “la generala” que personificó María Félix. Y, ¡cuidado!, que traen en sus manos el rifle bien cargado, dicho sea sin ganas de ofender.
2.- Y bueno, el PAN no resistió la tentación de entrarle al “dedazo”. Nada de reconocer militancias locales, nada de méritos que se puedan concretar en cargos de elección. Los candidatos serán impuestos desde el CEN así le duela al más azul de los panistas.
No resistió la tentación digo, cayendo en el vicio que siempre criticó. Esto comprueba que PAN y PRI cada vez están más cerca. Y Dios guarde la hora, hasta es posible que nos toque ver alianzas entre ambos que avergüencen a la militancia y hagan llorar de pena a la democracia.
En el caso de “el dedazo”, ya vemos que el PAN copia lo peor del PRI lo cual significa que estos casi dos sexenios en el poder le ha servido pa’ maldita la cosa.
Que no le digan que no le cuenten que “el dedazo” es un avance democrático cuando por el contrario, es una práctica que lastima a la militancia y desanima el activismo político. Pero allá los panistas y su mala cabeza.
Y hasta la próxima.