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26 de octubre, 2011

Pues ya le digo, el enésimo escándalo en la tres veces H cámara de diputados huele a alcohol. A lo mejor usted lo vio u escuchó. Los próceres enfrascaronse en sendas discusiones sobre el estado inconveniente de algunos que como Porfirio Muñoz Ledo negaronlo aun cuando uno de sus colegas aseguró que por la sangre del celebérrimo legislador transita el 95 por ciento de alcohol y el cinco por ciento de botana.

¡Válgame Dios!. Y la república encantada con esta guapura parlamentaria. Más cuando logrose saber que  el consumo etílico en san Lázaro es costumbre y resultado de las largas faenas que han de soportar, sobre todo en los días que urge desalojar iniciativas y lograr sendos acuerdos siempre a favor de la patria.

Hay que entender. No es enchílame otra, tampoco alzar el índice, votar, cobrar y pasar a retirarse. ¡No señor, señora!, aquí se trata de salvar las instituciones sin excusa ni pretexto.

Los grandes movimientos sociales exigen absoluta entrega y no graciosa huída. ¿Quién criticó a Stalin el consumo de enormes vasos de vodka en las reuniones del soviet Supremo?. Usted dirá que a lo mejor eso fue lo que le dio valor para ordenar aquellas sangrientas “purgas” que sirvieron pa’ eliminar la inteligencia más sofisticada de la Revolución rusa. Podría ser.

En este sentido los mexicas también  tenemos al que anticipándose a las urgencias soviéticas hizo del poder su deleite etílico. No olvidéis a Victoriano Huerta que bajo los humos del alcohol y dicen que de algo más, ordenó la muerte de Madero y Pino Suárez.

Claro, en los tiempos actuales no es pá tanto porque no existe un Madero ni un Pino Suárez, si acaso por las calles que al llevar sus nombres,  se encontrarán en cruceros de las grandes ciudades. Y nada más.

No es pa’ tanto digo, como lo observamos este martes en las tres veces heroica Cámara de dipus federales donde todo quedó en la orden fulminante de Emilio Chuayffet de suspender lo que se convertía, ora sí que en una discusión de borrachos, donde ya sabe, podrían resultar “hermanos” o rivales de encono tal que podrían sacar sus “fierros” y dejarse ir cual gladiadores en el coliseo romano. Como sucede en las cantinas, pues.

Sin embargo, ¡ea!, el asunto no es tan simple insisto. Recordéis que la mentada reforma política trae a la república de cabeza y aunque no será en su año pero sí en  su daño, las leyes no se aplican de manera retroactiva, los legisladores como que andan un tanto “ardidos” por el rechazo en los límites del área de la mentada reelección.

Eso sí que duele “mi buen”. Así que con el sentimiento a cuestas no hay más remedio que decir ¡salud!.

¿De manera que el objetivo era “reventar” la sesión del martes posponiendo así la discusión sobre la reforma política?. ¿Y usted que cree?. Para ello fue necesaria la presencia de “un fajador” como Muñoz Ledo, suplente en esta clase de menesteres de Fernández Noroña, titular ya sabemos, cuando tratase de balconear y exhibir a funcionarios comparecientes, no siempre utilizando los modales más ortodoxos. Pero bueno allá que se hagan bolas en san Lázaro

2.- Pero las buenas noticias también llegan. Eso de realizar la feria de Tamaulipas sin palenque ni alcohol es en verdad una auténtica conquista de la sociedad y sus autoridades. Quiero decirle que el gobierno estatal rescata la tradición original. No olvidemos que Norberto Treviño Zapata creó este evento justamente para esparcimiento de las familias.

Claro, al paso de los años los intereses la fueron contaminando pero eso ha quedado atrás. Celebremos con gusto que aquellos viejos tiempos  se instalan en la modernidad reviviendo la sana diversión.

En este sentido el escribidor considera que esta es una de las grandes bondades de los buenos tiempos que han de recordar sobre todo, las generaciones que crecen.

Y hasta la próxima. 
 

 

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