Luis Alonso Vásquez
Dirección General
Martha Isabel Alvarado
Sub Dirección General
30 de octubre, 2011
¿Porqué en México la gente no vota o mejor dicho, porqué vota tan poquito?. A qué chulada de pregunta. Las razones son harto conocidas y van desde la resignación de que todo seguirá igual hasta la decepción por candidatos que no llenan el ojo, dicho sea sin que parezca albur. ¿Acaso con todo lo sucedido desde que mataron a Zapata, Villa, Carranza, Obregón y el resto de los próceres, nos hemos convertido en sujetos no aptos pa’ la política?. Pudiera ser.
Cuando el balón lo jugaba el tricolor más de la mitad del respetable se guardaba en sus casas u donde lo trataran mejor, con tal de no acudir a las casillas. El pretexto era que nada cambiaría porque de antemano sabíamos lo que iba a suceder.
Después Fox dio una sacudida y medio se animó la raza, alguito igual sucedió hace casi seis años para luego caer en el juego a media cancha que no promete más emociones, ni siquiera obligando a tandas de penales.
No es pesimismo, ¡qué va!, lo que sucede es que ni a los partidos ni al poder federal importa que los votantes acudan. Es más pareciera que es lo que conviene cuando problemas, circunstancias y exigencias sociales rebasaron el sistema de partidos. Por parte de los mexicas ni modo que sigan confiando en organizaciones que han servido pa’ maldita la cosa en eso de solucionar lo fundamental.
Hay decepción porque ni el tricolor ni los azulejos han conducido a buen puerto a la nación. Faltaría experimentar con los amarillos del PRD, pero se ve tan difícil y lejano como que los chamacos vuelvan a creer en los santos Reyes. Digo porque tiempo les falta pa’ deschongarse, a los perredistas no a los chamacos ni a los Reyes Magos que dicho aquí entre nos, estos últimos con eso de la globalización también traen sus broncas por la discriminación y esas cosas.
Ya le digo hace once años y medio cuando parecía que las cosas cambiarían para bien, el gobierno de Fox resultó un fiasco por su frivolidad y locura que ahora mismo ratifica ya como integrante de la sociedad civil con las propuestas de alto riesgo que comprometen la integridad moral de las familias. Eso de legalizar lo que a desorden y pecado llama es como pensar que en México ya se perdieron los valores y las buenas costumbres.
Y luego con Calderón que no sabe uno si va o viene al grado de que a todos nos trae con el Jesús en la boca. Amanecemos, pero igual y no anochecemos o anochecemos, pero bien asustados.
Lo cierto es no se ve ni se siente que los próximos comicios resulten diferentes, salvo que algo extraordinario motivara la participación. ¿Y qué podría ser ese “algo”?, pregunto yo. Quizá que Pumas fuera campeón y que el América desapareciera o que “la gaviota” tomara el lugar de su marido como candidata a la presidencia y llegado el caso, ¿qué tal si Lucero le hace la competencia por un partido distinto del PRI?.
Detalles solo detalles que podrían entusiasmar al electorado o cuando menos que sirvan pa’ no olvidar que la política sigue siendo asunto de humanos. He aquí el problema. Bien dice Javier Sicilia, por ejemplo, que en el congreso de la Unión diputados y senadores solo legislan para mantener viva la oligarquía. Y pue-que tenga razón.
2.- A propo, ¿cómo ve eso de que María Luisa Calderón Hinojosa, la mentada “cocoa” está en franca posibilidad de convertirse en gobernadora de Michoacán?. Usted dirá que es una de las ochenta y dos mil cosas que le importan pura progenitoria y tiene razón porque eso queda lejos de Tamaulipas, pero viera que “todo tiene su razón de ser”, como decía mi santa abue. Y es que de significar casi nada el PAN en aquel lugar, de pronto surgió y rebasó expectativas al grado que está en la mera punta de las encuestas.
Y eso no es gratuito. Mucho tendrá que ver ser hermana de Felipe. Nomás pa’ que vea que el poeta Sicilia está en lo cierto y aunque lo circunscribe al congreso de la Unión, la verdad es que se refleja en todos los ámbitos de la política y desde luego también en la economía. Es una pequeña muestra de que la democracia y la justicia social siguen atascadas en nuestro país. Y ni modo que sea invento.
Y hasta la próxima.