Luis Alonso Vásquez
Dirección General
Martha Isabel Alvarado
Sub Dirección General
10 de noviembre, 2011
1.- Dos anuncios, dos, para recrear el optimismo nacional. El primero que buscaremos la sede de los juegos olímpicos y dos, que entre el 18 y el 21 del mes que transcurre buena parte de los mexicas estarán en condiciones de agradecer la generosidad del comercio organizado, porque, oh-la-la, se dignará a bajar los precios.
Buscaremos la sede de los juegos olímpicos, digo. Ya imaginamos el montonal de enviados a todos los confines del mundo a efecto de lograr lo que en el 68 fue más dolor y lágrimas que coronas de olivo.
En este sentido el gobierno federal entusiasmado por el brillo de los panamericanos, va por el deporte grande. Sucedió entonces en el 68,¿volverá a suceder?. En aquel entonces los males que hoy nos aquejan bien que los encubría la magia tricolor. Tal vez no eran tan evidentes pero de que los había, eso-que-ni-que.
Y como a oídos de Díaz Ordaz llegó el rumor de que un “compló” internacional pretendía obnubilar la fiesta del deporte, no se tentó el alma pa’ ordenar lo que a juicio histórico y memoria personal fue condenado.
Cientos de difuntitos y presos políticos pagaron la factura dejando constancia en el libro negro de la patria que aquí corrió la sangre de inocentes. Pero al gobierno de esos días no le bastó, hacía falta inventar algo que dejara beneficios contantes y sonantes. Así nació el pago de la tenencia vehicular que se alargó hasta el 2011 y lo que falta.
Sea que pa’ pagar la olimpiada hubieron de pasar 43 años abarcando cuando menos tres generaciones. Díaz Ordaz dijo que el dichoso impuesto era reclamado por el honor nacional evitando “el qué dirán” de los envidiosos que ya veían a México sumido en el fracaso. Eso dijo.
Ahora vamos por otra sede olímpica que si la obtenemos quien sabe hasta cuándo tocará, con eso de que los calendarios están adelantados, creo, una docena de años. Lo más seguro es que muchos no lo veremos, ahora que si lo vemos será en otra dimensión.
En cuanto a la generosidad de los comerciantes merece aplausos por la sencilla razón de que hábiles y aprovechados como son, han de agandallarse por adela y en efe de los haberes de familias las que por los mismos efectos, verán pasar las navidades ora sí que con el Jesús en la boca y los bolsillos más vacíos que una pastorela sin el diablo juguetón.
¿Usted les cree a los comerciantes?. El escribidor afirma y sostiene que el sacrificio no está en la agenda de quienes esperan estas fechas pa’ apropiarse de las finanzas sociales. Eso de adelantar el aguinaldo es un extraño anuncio entendible por la presión empresarial pero no justificable por el perjuicio familiar que podría acarrear. Solo que se trate de celebrar el aniversario de la Revolución, o quizá se trate de rendir tributo a la costumbre de que los mexicas no sabemos llegar a fin de año, ni siquiera a fin de mes, pero no crea que por falta de ganas.
2.- Mientras tanto hasta este jueves a las seis de la tarde con veinte minutos y casi diez segundos, Alonso José Ricardo Lujambio, sea el secretario de Educación federal seguía perdido. La última noticia se tuvo hace más de una semana cuando aseguró por las redes que “regresaría”, sin embargo pareciera que sus males hepáticos no terminan, agravados dicen con las bronconas que bajo sospecha se carga.
El de la voz insiste en que su ausencia tiene algo más que ver con la supuesta enfermedad. Ojalá y regrese pero a como se ven las cosas pa’ mi que el misterioso asunto más bien está entre los pendientes de Sir Arthur Conan Doyle, el famoso creador de Sherlock Holmes y su inseparable doctor Watson.
SUCEDE QUE
Que en pasandito el año viejo se harán públicas las pretensiones de Marco Antonio Bernal de convertirse en candidato a senador de la república. Lo dicen sus “cuates” y lo respaldan fuentes confiables del CDE tricolor. Que sería una concesión al CEN. A lo mejor, puede ser, quién sabe, tal vez, quizá.
Y hasta la próxima