¡Que no le quiten el bigote a Rodolfo!

Martín SIFUENTES

22 de enero, 2010

Dije en una anterior colaboración que los expertos en imagen y marketing político deberán hacer un gran trabajo con el Doctor Rodolfo Torre. Y para eso se pintan solos quienes se encargan del manejo de medios y promoción. Torre Cantú, a simple vista, es un elemento por el cual se pueden manejar muchos aspectos positivos, a los que se les puede sacar jugo. Por ejemplo, insisto, tiene cara de buena gente, de bonachón. Como que inspira confianza. No tiene la mirada malévola, ni el porte ranchero de un Manuel Cavazos. No trae la soltura y los dotes histriónicos de un Tomás Yarrington. No posee la buena imagen física de Eugenio Hernandez. Sin embargo, es poseedor de una imagen limpia. No se ve ambicioso, ni sobrado. Se siente y se ve “muy normal”, como cualquier individuo. Y eso, es aprovechable. En la actualidad, las campañas políticas se llevan de la mano de un buen manejo de imagen. La mercadotecnia política es una materia insalvable en nuestros tiempos. Nadie puede venir a decir que el doctor Torre ya es suficientemente conocido. Que ya hizo una campaña en la que le fue muy bien en votos. Que su labor como secretario de salud lo posicionó entre la sociedad. Pero eso no es suficiente. El candidato a gobernador debe ser conocido e identificado plenamente, no tan solo por las personas vinculadas de algún modo con la política. No. Debe ser reconocido por toda, absolutamente toda la población, desde Nuevo Laredo hasta Tampico. Incluidos aquellos que nada saben de política y hasta por aquellos que no votan, los niños. Para lograr esa penetración, es más que importante, un buen manejo de imagen y de medios. Debe ser indiscutible para la coordinación de la campaña, tener trabajando a gente experta en esos menesteres. Y desechar aquella gastada frase de que “El PRI hace ganar a cualquiera”. Ya no es así. Habría que preguntarle a Labastida y a Madrazo que opinan de eso. Rodolfo Torre en los próximos meses, cuidando el justo equilibrio para no eclipsar al actual mandatario estatal, debe ser el hombre mas visto, más escuchado y más comentando en la entidad. Si, los reflectores tienen que virar poco a poco. Irlo metiendo poco a poco, paso a paso. Para que llegue fuerte. Para que no se perciba débil. Para irse quitando el sello geñista y para que sea él, y solamente él. Interesante será ver ese trabajo. Y reitero, mucho tendrán que ver los mercadologos. A quienes, por cierto, les pido que no vengan con ideas españolas y quieran tumbarle el bigote. El bigote no, por favor.