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El eterno retorno de López Tijerina

Fernando Acuña

18 de mayo, 2011

    Lo  conocimos cuando  repartía  los comunicados de prensa en los periódicos locales. Era el boletinero del SNTE y no hacía ruido. Sus pasos  en el tejado de la grilla magisterial, pasaban  tan desapercibidos como los de un gato doméstico. La coyuntura lo convirtió en Secretario General. Y después llegó hasta senador. Hoy  lo  mantienen en la SET,  como Director  de Centros  Regionales  de Desarrollo  Educativo.

     Recientemente  la Unión  Nacional  de Padres de Familia denunció que durante   el liderazgo de López Tijerina en la Sección XXX, los disimulos, las ventas de plazas y aviadurías,  tuvieron mayor auge.

   Si  realmente  se quiere trazar  un parteaguas en materia de educación, la presencia de Lupito, no es la más adecuada, sino todo lo contrario: su nombramiento, es una pésima señal de retroceso  y de  gatopardismo, al más puro estilo lampedusiano, cuya frase  sigue remontando la historia de nuestros días: si queremos que todo siga como está, es necesario que todo cambie.

     Mencionamos  lo anterior, dado que los llamados Centros  Regionales  de Desarrollo Educativo, tendrán  especial incidencia, en  los resultados de la  prueba ENLACE. López  Tijerina  se erige como el  gran conductor de esta estrategia que busca involucrar  a todos los  factores  de la enseñanza pública en la entidad: maestros, padres y alumnos.

   Obviamente que para este cargo, se requiere a una persona con un perfil más técnico, alejado del grillerío. Imagínese  a  un  ex  secretario general  del  SNTE, con  filias y fobias, dueño de un pasado  sumamente cuestionable.

  ¿Cree usted que tenga  capacidad  y  fortaleza ética para sacar adelante lo que constituye  una formidable  tarea, de cuyo  resultado  depende nuestra imagen educativa a nivel nacional..?

  Lo  primero que  se preguntarán  los maestros y los mismos  padre de familia: ¿y ahora  hacia donde quiere trepar  lupito..? ¿Realmente  está convertido en un apóstol de la calidad educativa..? ¿O  lo han colocado ahí para que lleve agua a su molino de ambiciones personales..?

       Es muy probable que, durante la prueba ENLACE, el filósofo de las repeticiones infinitas..Federico  Nietzsche..pasará lista de presente.

------PATCH  ADAMS  Y  EL EJEMPLO TAMAULIPECO-------

     Anoche  tuve la oportunidad de ver  nuevamente  la película de Patch  Adams, con Robin Wiliams. No es ocioso decir que el personaje  es real, y  tal vez  es superior moralmente al mismo actor que lo interpretó. Pero bueno..dejemos eso  y vayamos con una frase que la estrella del film me  dejó  para  la reflexión:

---- Que distingue a un buen  técnico,  de un buen médico..?

  En el caso  de Tamaulipas, sería:

----¿Qué distingue a un buen ingeniero civil, de un buen político..?

  Con lo anterior quiero decir que,  arrancado de su hábitat,  el empresario constructor que nos gobierna, ha tenido que aprender sobre la marcha, los secretos de la política. Abrazar niños,  sonreír, dar el  ejemplo  de reciedumbre ante los medios. Enviar mensajes de fuerza, pues finalmente esto  se requiere.

   En la soledad de mi página  luminosa, muy lejana ya de las máquinas Olimpia,  me pregunto:

-----¿Qué habrá sido del Egidio que un día, al  llegar  al  Poliforum,  con su hermano Rodolfo en  la cúspide de  las pancartas triunfales,  a escasos días de cerrar  la campaña, me  abrazó  y me dijo:

-----Como está  “maestro”  Acuña. Aquí estamos, lo que se le ofrezca.

   Sentí  cálido a Egidio. No lo percibí hueco. Era  simplemente un tamaulipeco entusiasta, como ese día lo estábamos  todos. Pero ante todo,  humano. Después  lo fui  a ver a la oficina. Me recibieron sus puentes colgantes del urbanismo  norteaméricano  y su Torre Eifel. Igual. Su  rostro estaba en perfecto orden, como sus mismos hábitos  y  su excesiva preocupación por la pulcritud.

   Otro día, taciturno y mesurado entró  a  Don  Jorge, acompañado de  su amigo Natividad Gonzalez  Parás. El restaurante estaba casi solo. Yo comía con mi hijo, en aquellos tiempos cuando todavía  la suerte del buen gourmet me sonreía,  como al personaje  “Simonini”  de Humberto Eco. Los  saludé a ambos , y antes de retirarme hice algo más en un gesto de  amistad y de acercamiento.

  Después…después  ocurrió  el terremoto que nos cambió la vida a todos. Nos hemos  ido metiendo en  un mundo de formas,  reñido con la libertad  y  la poesía. La sonrisa dosificada,  el gesto matemático,  el humor restringido. Los  funcionarios saludan con un manual  de buenos modales en la mano. Los cuerpos  caminan con  mesura  y pudor por los pasillos, como engarzados a  un tejido  invisible  de  impecable ecuanimidad  y de  equilibrio. Es como si una langosta de gestos duros nos comieran  los rostros.

        Han  desaparecido  las  carcajadas, porque   con ellas se violenta  el nuevo orden de los sonidos  cotidianos.

   Y  hoy,  estoy  aquí,  cortándole  silencios al atardecer, para  convertirlos en  líneas  que buscan explicar  mi  irresponsable  levedad de  ser. Nunca he sido ordenado, lo confieso. Pero siempre  he actuado de buena fe, y me gusta preservar a mis amigos, aunque algunos de ellos ya no están aquí. Me gusta leer  y escribir,  son mis únicos pecados  culturales. Creo en el hombre que ahora nos gobierna. He percibido su amistad,  a través  de terceros. Me  ha hecho sentir que,  de alguna forma pertenezco a esa mayoría de tamaulipecos que el juzga valiosos. Y  mucho se lo agradezco. Aunque a él, esto le sea indiferente, admiro  su actitud personal, por la circunstancia que está viviendo.

    En materia de  opinión, soy  el primero  en desenfundar la espada escrita a favor de Tamaulipas. Siempre  he odiado el centralismo y a quienes lo ejercen. En  fin, esa es mi confesión no pedida, y mi  inocencia manifiesta.

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