Luis Alonso Vásquez
Dirección General
Martha Isabel Alvarado
Sub Dirección General
18 de mayo, 2011
Lo conocimos cuando repartía los comunicados de prensa en los periódicos locales. Era el boletinero del SNTE y no hacía ruido. Sus pasos en el tejado de la grilla magisterial, pasaban tan desapercibidos como los de un gato doméstico. La coyuntura lo convirtió en Secretario General. Y después llegó hasta senador. Hoy lo mantienen en la SET, como Director de Centros Regionales de Desarrollo Educativo.
Recientemente la Unión Nacional de Padres de Familia denunció que durante el liderazgo de López Tijerina en la Sección XXX, los disimulos, las ventas de plazas y aviadurías, tuvieron mayor auge.
Si realmente se quiere trazar un parteaguas en materia de educación, la presencia de Lupito, no es la más adecuada, sino todo lo contrario: su nombramiento, es una pésima señal de retroceso y de gatopardismo, al más puro estilo lampedusiano, cuya frase sigue remontando la historia de nuestros días: si queremos que todo siga como está, es necesario que todo cambie.
Mencionamos lo anterior, dado que los llamados Centros Regionales de Desarrollo Educativo, tendrán especial incidencia, en los resultados de la prueba ENLACE. López Tijerina se erige como el gran conductor de esta estrategia que busca involucrar a todos los factores de la enseñanza pública en la entidad: maestros, padres y alumnos.
Obviamente que para este cargo, se requiere a una persona con un perfil más técnico, alejado del grillerío. Imagínese a un ex secretario general del SNTE, con filias y fobias, dueño de un pasado sumamente cuestionable.
¿Cree usted que tenga capacidad y fortaleza ética para sacar adelante lo que constituye una formidable tarea, de cuyo resultado depende nuestra imagen educativa a nivel nacional..?
Lo primero que se preguntarán los maestros y los mismos padre de familia: ¿y ahora hacia donde quiere trepar lupito..? ¿Realmente está convertido en un apóstol de la calidad educativa..? ¿O lo han colocado ahí para que lleve agua a su molino de ambiciones personales..?
Es muy probable que, durante la prueba ENLACE, el filósofo de las repeticiones infinitas..Federico Nietzsche..pasará lista de presente.
------PATCH ADAMS Y EL EJEMPLO TAMAULIPECO-------
Anoche tuve la oportunidad de ver nuevamente la película de Patch Adams, con Robin Wiliams. No es ocioso decir que el personaje es real, y tal vez es superior moralmente al mismo actor que lo interpretó. Pero bueno..dejemos eso y vayamos con una frase que la estrella del film me dejó para la reflexión:
---- Que distingue a un buen técnico, de un buen médico..?
En el caso de Tamaulipas, sería:
----¿Qué distingue a un buen ingeniero civil, de un buen político..?
Con lo anterior quiero decir que, arrancado de su hábitat, el empresario constructor que nos gobierna, ha tenido que aprender sobre la marcha, los secretos de la política. Abrazar niños, sonreír, dar el ejemplo de reciedumbre ante los medios. Enviar mensajes de fuerza, pues finalmente esto se requiere.
En la soledad de mi página luminosa, muy lejana ya de las máquinas Olimpia, me pregunto:
-----¿Qué habrá sido del Egidio que un día, al llegar al Poliforum, con su hermano Rodolfo en la cúspide de las pancartas triunfales, a escasos días de cerrar la campaña, me abrazó y me dijo:
-----Como está “maestro” Acuña. Aquí estamos, lo que se le ofrezca.
Sentí cálido a Egidio. No lo percibí hueco. Era simplemente un tamaulipeco entusiasta, como ese día lo estábamos todos. Pero ante todo, humano. Después lo fui a ver a la oficina. Me recibieron sus puentes colgantes del urbanismo norteaméricano y su Torre Eifel. Igual. Su rostro estaba en perfecto orden, como sus mismos hábitos y su excesiva preocupación por la pulcritud.
Otro día, taciturno y mesurado entró a Don Jorge, acompañado de su amigo Natividad Gonzalez Parás. El restaurante estaba casi solo. Yo comía con mi hijo, en aquellos tiempos cuando todavía la suerte del buen gourmet me sonreía, como al personaje “Simonini” de Humberto Eco. Los saludé a ambos , y antes de retirarme hice algo más en un gesto de amistad y de acercamiento.
Después…después ocurrió el terremoto que nos cambió la vida a todos. Nos hemos ido metiendo en un mundo de formas, reñido con la libertad y la poesía. La sonrisa dosificada, el gesto matemático, el humor restringido. Los funcionarios saludan con un manual de buenos modales en la mano. Los cuerpos caminan con mesura y pudor por los pasillos, como engarzados a un tejido invisible de impecable ecuanimidad y de equilibrio. Es como si una langosta de gestos duros nos comieran los rostros.
Han desaparecido las carcajadas, porque con ellas se violenta el nuevo orden de los sonidos cotidianos.
Y hoy, estoy aquí, cortándole silencios al atardecer, para convertirlos en líneas que buscan explicar mi irresponsable levedad de ser. Nunca he sido ordenado, lo confieso. Pero siempre he actuado de buena fe, y me gusta preservar a mis amigos, aunque algunos de ellos ya no están aquí. Me gusta leer y escribir, son mis únicos pecados culturales. Creo en el hombre que ahora nos gobierna. He percibido su amistad, a través de terceros. Me ha hecho sentir que, de alguna forma pertenezco a esa mayoría de tamaulipecos que el juzga valiosos. Y mucho se lo agradezco. Aunque a él, esto le sea indiferente, admiro su actitud personal, por la circunstancia que está viviendo.
En materia de opinión, soy el primero en desenfundar la espada escrita a favor de Tamaulipas. Siempre he odiado el centralismo y a quienes lo ejercen. En fin, esa es mi confesión no pedida, y mi inocencia manifiesta.