Luis Alonso Vásquez
Dirección General
Martha Isabel Alvarado
Sub Dirección General
8 de junio, 2011
De naranja y negro, el moño moteado le explotaba en el pecho, como una galaxia alegre, de planetas recién planchados. Recordé con semejantes tonos, una portada del Mundo Feliz de Aldous Huxley, esa dictadura perfecta de la armonía programada de donde nadie quiere escapar. Liby apareció en el presídium de la sala, frente a los periodistas. A esa hora, el sol pisaba firme sobre la plaza de palacio. Eran las 12. Adentro, la mujer de la cultura, irradiaba su propio mediodía, pleno de luz anímica y conceptual.
Mostró primero el arma de su sonrisa y enseguida, sin mediar palabra, nos leyó un poema de Borges, “El Amenazado”. Lo hizo de manera pausada, mientras la raza mediática, escuchaba con respeto y en silencio, aquella especie de misa literaria. La señora obispa de la Cultura sexenal, iniciaba la liturgia de las palabras y de su magia infinita. No sé cuantos minutos duró, pero fue breve.
Al poema de amor borgiano, usado como sutil pretexto, para abrir el tema de la lectura, le siguió la explicación del esfuerzo oficial por difundir el hábito de esa rara virtud en nuestro país: leer, leer y volver a hacerlo, como tomar agua, ó morder una sandía.
Ofreció algunos datos ilustrativos de nuestras carencias en este rubro, que mucho tiene que ver con nuestra naturaleza de sociedad enflaquecida de conocimientos. Aquí leemos en promedio unos dos libros, al año, mientras que en Europa, cada ciudadano devora con la mirada hasta 47 obras escritas. La distancia es todo un abismo de ignorancia que durará mucho en mitigarse.
En nuestro país, las ideas dominantes se han inclinado ante el dios de las ganancias capitalistas. De esta religión y su altar de la plusvalía, han surgido las élites económicas, divorciadas de ese placer que en los niños, pudiera aparecer como uno más de sus actos lúdicos: jugar a leer es igual que meterse en un jardín y aspirar todos sus aromas. Tenemos una burguesía ignorante. Pero aquí en Tamaulipas, el liderazgo político sí tiene su armadura de lecturas. Egidio lee con regularidad.
La designación de Liby al frente de la cultura tamaulipeca, es un reflejo fiel de lo que el gobernador Egidio Torre anhela para las nuevas generaciones de la entidad: recuperar ese viejo hábito por los cuentos, las novelas fantásticas que acicatean la imaginación, y nos llevan a mundos desconocidos.
Meternos de nuevo al ejercicio de la lectura, no será fácil. Pero la tarea que ahora se realiza desde la actual administración estatal es digna de subrayarse. Tamaulipas cuenta con un gobernador que ejerce también el poder de la lectura. Sí, porque leer nos otorga fuerza interior, y nos convierte en ciudadanos libres de atavismos y de prejuicios. Nos aleja del chisme soterrado, como recurso único de la conversación.
La lectura es alimento intelectual y herramienta que favorece la competencia en éste mundo global. Como la luna de Sabines, la palabra también se toma a cucharadas..
Leer nos otorga el salvoconducto trasponer la pared del tiempo, y encontrarnos, un miércoles al mediodía, justo ahí en la sala de prensa de palacio, con la amiga Liby y a su lado un hombre llamado Jorge Francisco Isidoro Luis Borges, hablando de su amorosa timidez..y de un amor que encarcela y oprime,y que hace girar el alma y el cuerpo en torno a esa esquina por la cual no se atreve a pasar. Inútil escapar a esa obsesión. El autor de “El Amenazado”, no tuvo muchas novias reales. Pero sí las idealizó.
Ayer, la titular de cultura, sacó de su prisión amorosa a Borges, en pleno mediodía. Al evocarlo, le concedió la libertad bajo palabra.
------EL IV DISTRITO , NUESTRO ESPEJO DE LA SED-----------------
La sed es bíblica. Es la más humana de las necesidades. Estamos hechos de agua, requerimos de ella para vivir. Y conforme pasa el tiempo, el agua antes abundante se agota, eso ocurre en las grandes ciudades. Pero hay lugares donde el agua es objeto de un culto muy especial: el IV distrito tamaulipeco es uno de ellos. Aquí, la gente valora mucho la oportunidad de tenerla y administrarla, porque casi todo el año escasea.
El gobernador estará en Tula, el día de hoy para dar respuesta al grave problema del abastecimiento. Los pequeños pueblos del altiplano libran cada año, una batalla interminable contra el semi desierto y su vientre de pozos que son objeto de disputas entre comunidades y ranchos particulares.
Deberíamos vernos en ese espejo de veredas polvorientas y rostros enjutos, prófugos de las páginas rulfianas: ese mundo donde la tierra enseña su panza llena de cuarteaduras, que corren por todas partes como lombrices oscuras.
El otro mundo tamaulipeco, trepado en su trono de cactus y de pitayos enflaquecidos, de carreteras que bajan como cuerdas de trompo por los acantilados, hasta llegar al fondo, poblado de caseríos fantasma, donde los hombres vagan entre parcelas, con sus últimos caballos y burros, deambulando, embarrados a un sueño de espinas y soledad. No hay agua. Y la poca que hay, los humanos y las bestias se la disputan.
Aquí en Victoria aun tenemos agua. Pero deberíamos actuar como que si viviésemos en esos pueblos que resisten sobre la espina dorsal de la cordillera. Ay que hacer conciencia el agua se acaba. El gobierno deberá gastar cientos de millones para traerla. Y sin embargo, hay personas que suelen barrer con la manguera sus cocheras y sus banquetas. ¡Criminales..!
-------LA RUEDA DE PRENSA DE SALUD Y RAUL RAMÍREZ----
Hace días, el titular de salud en la entidad, el médico Norberto Treviño García Manzo, platicó con los reporteros sobre los beneficios que se están aplicando entre la población de escasos recursos.
Norberto está promoviendo una visión humanista, protegiendo a las comunidades más alejadas, dotándolas de servicios. Su propósito es revivir el viejo apostolado de la medicina pública entre los pueblos tamaulipecos. Adicionalmente, bien por Raúl, que está haciendo un excelente papel, en ese enclave estratégico del quehacer gubernamental.