Luis Alonso Vásquez
Dirección General
Martha Isabel Alvarado
Sub Dirección General
21 de agosto, 2011
Después de lo sucedido el sábado en el estadio de fut de Torreón, los mexicanos somos más famosos. Ojalá y fuera para bien, pero fíjese que de nueva cuenta aparecemos ante el mundo como un país donde la vida no vale nada, casi, casi al nivel de barbarie. Usted dirá que en una guerra todo puede pasar y tiene razón, pero es injusto que entre las más próximas y probables víctimas estuvieran miles de menores de edad. Deje a los mayores que con sus riesgos se diviertan pero niños y familias, ¡por Dios!.
Qué triste destino de las generaciones actuales. No sabes ni en qué momento topas con el peligro cuando eres el más ajeno a las circunstancias. Pero bueno, el gobierno federal ya dijo que está consternado y por su parte los dueños del balón decidieron implementar quesque mayor seguridad. Hasta ha de creer.
Lo que debieran hacer gobierno y empresarios es suspender el torneo hasta que en todo México existan suficientes garantías. De otra forma caen en la misma demagogia.
Suspender digo, ¡pero cómo!, si en este negocio debe estar metida hasta la iglesia, no se digan trasnacionales de todo tipo y por supuesto los cerveceros que en todos los estadios, ¡todos!, hacen su agosto en cada partido. Y ni modo que sea invento.
Los estadios, señoras, señores, están convertidos en enormes cantinas con la gracia y complacencia de las autoridades de todo tipo. Incluya al de los “Correcaminos” por favor.
De manera que en este caso, como en otros muchos, el gobierno federal se hace como tío Lolo sin importar que un día de estos tengamos que lamentar una desgracia cuando está claro que no ha podido con el paquetón que se echó a cuestas. Que suspenda el espectáculo insisto y no solo el del fútbol, sino otros varios donde hay riesgo colectivo incluidas las misas de doce si es necesario, al fin que unos cuantos padres nuestros y otras tantas aves marías no las podemos aventar en cualquier rincón, dicho sea sin ganas de ofender y sin que parezca albur.
El asunto es que las mayorías seguimos desprotegidas. Es insuficiente que Calderón lamente los hechos o que los dinerosos prometan mayor seguridad cuando el respetable ya solo sirve pa’ dos cosas, pa’ pagar impuestos y de tiro al blanco. ¡Qué gashoooos!.
2.- Egidio Torre Cantú hace lo que en el pasado hacían los gobernadores, es decir, habitar su propia casa y a cómo están los tiempos el gesto merece aplausos. Hasta donde la memoria alcanza Raúl Gárate, Treviño Zapata y Manuel Ravizé incluso rentaron casas. Que luego las adquirieron como en el caso de NTZ es otra cosa, pero en general sus residencias fueron modestas y acordes con la época de medianía republicana de entonces.
Alguna ocasión el escribidor propuso que la casa de gobierno actual, por sus instalaciones y enormes proporciones, debiera ser destinada a objetivos con mayor sentido social. Entonces nadie le hizo caso y a lo mejor ahora tampoco, pero no deja de ser buena idea cuando Egidio Torre Cantú da pie a que dicha residencia sea utilizada de mejor forma. En este sentido el hombre ha dado muestras de que está decidido a bien aprovechar todos los recursos públicos en bien mayoritario y la casa de gobierno no deja de ser un bien público. Digo, yo nomás digo.
3.-Mientras tanto, preocupan algunos hechos en la secretaría general del gobierno muy probablemente a espaldas del titular, en los que se utilizan artimañas rescatadas del canal del desagüe o del drenaje profundo, que pa’l caso es lo mismo. Pareciera que en estos penosos asuntos están involucrados Felipe Garza Narváez y Eliseo Castillo.
SUCEDE QUE
Por su parte el CEN panista toma las riendas del comité estatal. Esa era la intención desde el principio, por ello se creó el ambiente favorable de violencia. Se trata de aprovechar el vacío que en Tamaulipas va dejando el PRI con su mediocridad y abandono. Gustavo Madero y compañía saben que es la oportunidad de la alternancia y no la quieren dejar ir, para esto pretenden eliminar intereses locales y las componendas entre ciertos dirigentes que se volvieron costumbre, pero no se preocupe, solo es parte de la rebatinga del poder porque tan malo es el pinto como el colorado.
Y hasta la próxima.