Luis Alonso Vásquez
Dirección General
Martha Isabel Alvarado
Sub Dirección General
8 de septiembre, 2011
El diputado Gustavo Torres ha puesto alerta sobre irregularidades en algunos ayuntamientos. Ha dicho que, entre otras, las anteriores administraciones de Tampico y Xicoténcatl están en la mira de la justicia. Sea que pa’ empezar los exalcaldes Oscar Pérez Inguanzo y José Andrés Picasso se mueven en la cuerda floja. En este sentido no es gratuito que el primero de ellos haya acudido a la justicia federal para no ser detenido. Ya veremos si logra su objetivo con eso de que aseguran ya vive en los united states y de allá cómo lo sacarían, si es que lo sacan si no psss no. Quizá “encajuelado” como alguna vez hizo “la quina” con “el trampas”.
Sin embargo el diputado Torres deja a la adivinanza pública el nombre de otro munícipe que estaría en tres bolas y dos strikes. Uno imagina que se refiere a Ramón Garza Barrios de Nuevo Laredo, tal vez a uno del caliente trópico con olor a molienda, ¡sabooooor!. A lo mejor a alguien del centro del estado del que dicen, “quebró” la administración a su cargo y desde entonces no aparece ni a comprar barbacoa los domingos.
De manera que si nos atenemos a las declaraciones del legislador estaríamos en los albores de un escándalo mayúsculo que incluiría la pérdida de confianza a distinguidos militantes del tricolor. Y es a este punto a donde el escribidor quería llegar.
Y es que de resultar ciertas las supongancias de que los mencionados ex alcaldes actuaron en forma equivocada, el PRI está en la obligación de pedir perdón. El de la voz insiste en la necesidad de hacerlo ahora o callarlo para siempre. Total, siempre hay una primera vez y hasta puede resultar disfrute pleno.
Así que Luchino Cervantes en lugar de andar buscando candidatos pa’ las elecciones que se avecinan que nadie sabe si podrían resultar “pior” que los interfectos, debiera aprenderse un buen discurso de arrepentimiento. Es decir, colocarse ante el respetable con toda la humildad que la nómina le permita y pa’ abrir boca recetarse el Yo pecador vistiendo el san Benito de los condenados.
Usted dirá que a este personaje de misteriosa presencia y enigmática sonrisa no le corresponde porque el asunto no fue en su año. Y tiene razón, pero alguien tiene que salir al ruedo y suplicar una segunda oportunidad, no pa’ los que están en capilla sino pa’ los presuntos y el partido que los acoge.
Hay que entender, no se trata de “borrón y cuenta nueva” y nada de que “lo que antes fue no será”, como diría el maese José-José, tampoco producto de una noche loca como la canción de Yuri, sino de recobrar la confianza de una sociedad que transita sobre el oleaje de la incertidumbre.
Quedamos en que el dirigente tricolor estaría en la obligación de pedir perdón y rezar porque los que vienen sean mejores. Luchino tendrá la seguridad de que en estos buenos deseos será acompañado por Richard Gamundi desde donde se encuentre, que ha de ser muyyyy lejos. Ya ve que este se las pinta solo pa’ eso de hacerle al cuento. ¡O’nde andas Richi!.
2.- Y bueno cuando las cosas se apresuran también las listas se reducen. Por ejemplo pa’ candidatos al senado el de la voz no cuenta a más de cuatro: Lupita Flores, Manuel Cavazos Lerma, Marco Antonio Bernal y Diódoro Guerra. El secretario de Educación no es ninguna sorpresa porque el funcionario tiene tanta experiencia política que da cuarenta y las malas a los más salidores.
Ni como negar que Diódoro es jugador de grandes ligas y su seriedad avala una representación digna. Además el hombre cae bien por su profesionalismo en las tareas que se le encomiendan. Y ni modo que sea invento.
Con decirle que a los 24 años ya era suplente del diputado federal Mario Santos Gómez en el segundo distrito que comprendía desde Río Bravo hasta Miguel Alemán. Échese ese trompo a la uña.
SUCEDE QUE
Ya no hay duda que el asunto político se ha vuelto prioritario. El problema para el PRI es que pa’ candidatos a dipus federales el ganado está flaco. Recordéis la experiencia de hace seis años que ha pesado como el eslabón perdido a los tamaulipecos. Por ello os digo que Luchino debe empezar a rezar y prepararse pa’ pedir perdón. Si es que pide, si no, pssss no, ni que fuera tan santo el pelao.
Y hasta la próxima.