Luis Alonso Vásquez
Dirección General
Martha Isabel Alvarado
Sub Dirección General
28 de septiembre, 2011
Es tiempo de contar las cosas buenas que suceden en Tamaulipas. Hablemos de la tranquilidad recuperada poco a poco que abre espacios para que el respetable reciba las positivas vibras de la existencia diaria.
Usted dirá que el estado es mucho más que sus problemas y tiene razón. En ello estamos de acuerdo porque circunstancias ajenas no definirán el rumbo de una entidad tan grande, rica y poderosa como la nuestra.
En este sentido viera que las autoridades también entienden que en estos días la solidaridad es fundamental. Estaremos de acuerdo en que proponer mejor calidad de vida es uno de los privilegios que al fin de cuentas enriquecen a la sociedad. De eso no hay duda, como no hay duda que gobierno y sociedad han de marchar juntos, de otra forma estaríamos perdidos en este laberinto de soledad.
De manera que busquemos el lado claro de la moneda. Por ejemplo tres anuncios que sin duda benefician a buena cantidad de ciudadanos.
¿No ha podido cubrir la tenencia ni los derechos vehiculares?. La respuesta oficial es pronta: se cancelan intereses, multas y el resto de los recargos, pero hay que pagar porque la solución de los problemas no esperan. Y hasta ha de creer que sin tanto ceremonial ni publicidad inducida hay resultados claros.
Recién el escribidor transitó por la carretera Rumbo Nuevo. Por las razones que entenderá no lo hacía desde hace algunos meses y sorprendido quedó de las mejoras encontradas. Ya no es la vía por la que se debía sacar vueltas a los “baches” cada determinado número de kilómetros, sino por la que el vehículo se desliza suavecito, suavecito, cual si fuera en first class.
Recordéis que la “Rumbo Nuevo” es una carretera estatal aunque su importancia es nacional porque sirve ni más ni menos que de enlace hacia el centro del país. Y es gratuita. Nada de cobrar cuota como lo hacen los potosinos por el lado de “Cerritos” hacia donde uno es ajusticiado cuando menos en dos ocasiones. Con otra porque aseguran que esta vía del vecino estado está convertida en altamente peligrosa.
Existen evidencias pues, de que en Tamaulipas nuestros impuestos trabajan y lo más mejor es que nos beneficia a todos.
2.- Le decía de otros ejemplos. El segundo tiene que ver con el rechazo por parte del congreso de algunos cabildos en sentido de incrementar el impuesto predial. ¡Psssss que no ven como están las cosas!. U como decía mi abue: “¡todavía ven la tempestad y no se hincan!”.
Aquí perrrrmítame aplaudir a los legisladores y por supuesto a Lupita Flores que dijeron ¡nó! A tan terrible pedimento. Aceptemos que la mayoría de los municipios están en la vil chilla y que casi todo se les va en el pago de empleados, pero hay formas de adelgazar la nómina e incrementar la posibilidad de desarrollo sin perjudicar al respetable.
En otras épocas los alcaldes se convertían en gestores incansables; tocaban puertas, derribaban obstáculos y por su municipio eran capaces de pedir lo imposible. De esta forma no solo atraían obras sino labraban su propio destino porque gracias a su responsabilidad ascendían en la escala política. Y de estos hubo muchísimos casos: Enrique Cárdenas González en Victoria, Manuel Garza González en Reynosa, Gerardo Gómez Castillo en Tampico, Moisés “Mussy” Melhem Kuri en Río Bravo, etc.
El tercer ejemplo es el anuncio del gobierno estatal en sentido de que no se crearán más impuestos. Quedamos entonces en que las cosas buenas llegan a Tamaulipas justo cuando ya era necesario sacudirnos las circunstancias que nos alcanzaron por la vorágine que vive el país.
SUCEDE QUE
La nota triste es la muerte de Juan Cruz Villarreal. Un hombre que llegó de Matamoros para quedarse entre los victorenses. Fue en la capital del estado donde formó su familia y donde mostró a plenitud su vocación de servicio. De simpatía admirable sus anécdotas son incontables. Juanito fue de los políticos que dejaron huella, sin duda. Descanse en paz.
Y hasta la próxima.