Luis Alonso Vásquez
Dirección General
Martha Isabel Alvarado
Sub Dirección General
19 de febrero, 2012
Nadie se salva del lodazal. Todos tienen uno o dos personajes con historias negras. No se ve nadie que pueda lanzar la primera piedra. Unos, cuentan con personalidades cuya historia está ligada a las economías bajo sospecha; otros, tienen amigos muy cercanos con oficios de alto riesgo.
¿Con cuál empezar?..
¿Con el PRD..?
¿Con el PRI..?
¿Con el PAN..?
No hay error. El que saquemos del ánfora tiene una larga lista de pecados que en el escenario actual, es munición para la guerra de cieno que se nos viene encima.
El PAN siempre ha sido un partido mojigato. Con doble moral. En la intimidad hablan barbaridades sobre la educación pública y promueven la educación privada pero para guardar las formas en público se dicen defensores de la educación. Igual posición tienen sobre los asuntos de la actividad política; consideran que sólo los empresarios –y panistas claro- pueden salvar denostando a los priistas por ser artífices del sistema corrupto que heredaron del tricolor.
En otras palabras: sólo el PAN puede gobernar con eficiencia y honestidad.
La realidad es otra. Los panistas que han llegado al poder en Tamaulipas han sido más corruptos y deshonestos que muchos del PRI. O para ser justos: son iguales. Baste recordar aquel alcalde – de apellido Echaverri- de Ciudad Mante que estuvo preso por hacer mal uso del erario. En Ciudad Victoria, también el panismo ha hecho de las suyas. Con Gustavo Cárdenas en la alcaldía, vimos cosas sorprendentes: como un tesorero panista que cobró millonarios cheques días después de que el trienio azul había concluido.
Y en Reynosa no se diga. El alcalde Francisco García Cabeza de Vaca, llegó acompañado de grandes amigos que se convirtieron en jubilosos y nuevos millonarios. Los corredores de bienes raíces en el Valle de Texas hicieron su agosto con este grupos de alegres reynosenses. Hay denuncias. Hay pruebas de los excesos. Pero nadie hizo nada.
El PRD no se queda atrás. Las administraciones municipales de Ciudad Madero, son la más evidente muestra de que los militantes del Sol Azteca, han sido peores que los peores priistas. Los hijos de Joaquín Hernández Galicia resultaron muy hábiles para enriquecerse desde la función pública. Pero hubo otros; Mario Sosa Phol es uno de los más destacados en este rubro. Llegó hasta el penal de Andonegui por su desmesurado afecto por el dinero fácil. Y ni que decir del ex dirigente del Comité Directivo Estatal que purga condena por robo a la nación.
Del PRI, hi hablar. Se han escrito miles y miles de cuartillas sobre las actividades irregulares de alcaldes y demás funcionarios que han construido imperios financieros desde los cargos de autoridad. ¿Nombres? Humberto Valdéz Richaud, José Cávazos, Erick Silva, Baltasar Hinojosa, Oscar Luebbert, y otros.
Pareciera que la clase política tamaulipeca está podrida.
Toda, la clase política.
Por eso no sorprende la campaña negra contra el ex gobernador Tomás Yarrington y otros ex gobernadores. No es sorpresa, porque la voz pública lo ha venido manejando desde hace años. Se ha sabido, lo que Yarrington hizo con el presupuesto y con sus socios y amigos. Se ha sabido, lo que Eugenio Hernández hizo con el presupuesto y con socios y familia. Se ha sabido, lo que los perredistas y panistas han hecho con el dinero público.
La tragedia de Tamaulipas no es que su clase política esté corrompida.
La tragedia de Tamaulipas, es que no se ve en el horizonte más cercano, los cuadros que se requieren para renovar esas élites pútridas, nauseabundas.