Sombras nada más

Max Avila

12 de marzo, 2012

“El mundo está en manos de aquellos que tienen el coraje de soñar”: Paulo Coelho.

 

En  política lo que parece no es y lo que es no parece. ¡Órale!. Una línea apenas imaginada separa lo sublime de lo ridículo, pa’ decirlo en forma más elegante. El asunto es que “Chepina” Vázquez Mota quiso dar una lección, decirle al mundo y sus alrededores que es tan amada y aun más que Gualupita y que por simple aclamación puede convertirse en la primera hembra que gobierne este pobre país que va rebotando por la ancha alameda de su desgracia.

Quiso y no pudo porque la candidata panista “se pasó de rosca”. Olvidó que la tolerancia tiene un límite y que la resistencia también aburre. Sea que al cariño no llega a tanto y menos cuando existe humillación.

El respetable que acudió el domingo a su protesta como abanderada panista rumbo a Los Pinos, aguantó más de la cuenta. Si bien se divirtió con las rolas de Margarita, “la diosa de la cumbia”, no llegó hasta el discurso final. En verdad os digo, ya era mucho el sacrificio. Ni que la intención fuera imitar a Cuauhtémoc, el de a devis, el de los pies tatemados por la ambición gachupina de saber dónde se escondía el oro mexica.

Josefina quiso dar una lección digo, pero la gente respondió con desprecio. Dicese que muchos asistieron al estadio “Azul”, el de la máquina que ya no es la del fútbol frío calculador y efectivo al estilo europeo, sino el del “ojitos Meza” que divierte menos que “Chabelo”. Los que asistieron, repito, vaciaron el inmueble enmuinados por la larga espera que consumió algo más de ocho horas de su existencia. Lógico que cuando el hambre hacía “de tripas corazón”, la raza optó por abandonar a la señora con su demagogia. Oh, la,la, si las promesas se convirtieran en pan, otro gallo nos cantaría, pero ya ve la forma y manera en que los gobiernos azules han  derrapado enfermando al pueblo mexica.

Quedamos en que Josefina pretendió lo imposible y le fue como en feria. Ahora las explicaciones confirman que al pedir más de lo que vale “la regó” y eso incluye una ingenuidad que la mide de cuerpo entero. ¡Qué diferencia si el intento hubiera sido del PRI!, pero no, porque Peña Nieto, heredero de los brujos de la simulación, prefirió encerrarse con un millar de próceres en Dolores Hidalgo y desde ahí, donde hace poco menos de doscientos dos años el auténtico padre “invitó” a partirle la progenitora al esclavismo extranjero, desde ahí, insisto, Enrique protestó como el number one del tricolor en la gran pachanga que se avecina. Ni modo, el PRI va por el rescate de la concesión perdida.

Igual de discreto apareció AMLOVE con un auditorio que no regateó confianza y apoyo al proyecto de cambio verdadero que empieza a cubrir el territorio nacional. Aquí no cabe juego de palabras, tampoco engaño porque es la última esperanza. Y ni modo que sea invento.

2.- Mientras tanto, indudable que el informe del rector José María Leal Gutiérrez fue un evento donde se ratificó la confianza del régimen encabezado por el gobernador Egidio Torre Cantú en sentido de apostarle a la educación integral. Este puede ser el sexenio de la UAT, institución que abierta al tiempo está en posibilidades de ofrecer calidad en el desarrollo científico, intelectual, cultural y artístico para la construcción de una sociedad mejor, según se desprende de las palabras de “Chema”. Es la oportunidad de la máxima casa de estudios para su proyección definitiva y ya se ve y se siente que por el gobierno estatal no quedará.

SUCEDE QUE

Por supuesto nos solidarizamos con el doctor Jorge Salinas Treviño ante la pérdida de su madrecita. Un fuerte abrazo y el deseo de una pronta resignación. ¡Ánimo querido doctor!.

Mientras tanto, bueno y bien que Blanquita Anzaldua Nájera sea suplente de Enrique Cárdenas del Avellano en la diputación por Victoria. Un acto de justicia que la riobravense asume con disciplina y entusiasmo. ¡Claro!, es parte de una carrera política sólida y que seguro  dará muchas satisfacciones a su persona y a su partido, sea que “ya pinta” pa’ volar más alto y más lejos. Y si no pa’l baile vamos.

Y hasta la próxima.