Martha Isabel Alvarado
Dirección General
Fernando Flores
Sub Dirección General
24 de mayo, 2012
1.- El nuevo padrón electoral contiene 79 millones de mexicas en aptitud de votar. Ojalá y sucediera lo que el IFE presume, es decir, que tal cantidad acudiera cual feliz ejército a cumplir con el derecho y el deber de elegir en tiempo y forma a sus representantes, sin embargo no deja de ser una fantasía.
“Me explico”, como dijo aquel. En efecto, el listado tiene nombres y apellidos pero no la intención de mostrar la madurez ciudadana que exige cualquier proceso de esta naturaleza. ¿Sabe por qué?, por la sencilla razón de que no existe ni el desarrollo ni la evolución que ha negado el sistema a través de las incontables aventuras fallidas de la democracia. Ni como ocultar las dudas. La última aun palpita en la conciencia de quienes hace seis años creyeron que había ganado su gallo López Obrador.
Recordéis que la presunta ventaja de Calderón fue de 200 mil votos, ¡en un padrón aproximado de 76 millones!.
Pero bueno ahora está al punto de escribirse una nueva historia. El consejero presidente del IFE, Leonardo Valdez celebra que 79 millones de compatriotas al inscribirse en el padrón “confían en la democracia”, cosa que estaría por verse. Ya sabemos que el promedio de votación bordea el cincuenta por ciento y a lo mejor exagero, pero aceptando sin conceder, el primero de julio podrían acudir a las casillas unos 40 millones, lo cual de ninguna manera cubre las expectativas de una sociedad que ciertamente se cansó de la simulación.
No hay interés en votar porque a la democracia fallida se agrega la necesidad de contar con un documento de identificación, así que lo mero importante de inscribirse en el padrón radica en la obtención de la credencial respectiva. De otra forma seríamos mexicanos en la clandestinidad o el anonimato que pa’l caso es lo mismo.
El esfuerzo del IFE es válido, digamos que hace su “chamba” a pesar de las circunstancias, sin embargo no debemos dejar todo en manos del optimismo cuando las evidencias indican que en esta ocasión la votación no será mayor, con todo y el entusiasmo de los jóvenes que mantienen virtualmente tomadas las ciudades más importantes en demanda de equidad informativa. Ojo, en este sentido como que las protestas no han sido consideradas con la seriedad debida y ello representa un peligro agregado que ojalá no desemboque en violencia.
En concreto, en teoría existen 79 millones de votantes pero, ¿a cuántos les interesa que México cambie de verdad?.
2.- No podría ser de otra forma. Ante las críticas que han desatado los desatinos de Peña Nieto, algunos de sus defensores más calificados acudieron prestos a cubrirlo. La entrevista en el consorcio televisivo más importante la noche del miércoles mostró el deseo de sacudirle algunas de sus angustias. Fue ahí donde el candidato tricolor se sintió “arropado” como en casa, nomás le faltó doña Angélica, pero como si estuviera y no solo por el encanto de Denisse.
Lo cierto es que Peña Nieto contó con toda la cancha para él solito. Llevó el balón de una portería a otra mostrando el sutil manejo del verbo partidista, el que le enseñaron sus mayores en el objetivo de rescatar el poder. Peña Nieto no se salió del libreto, ni siquiera cuando se deslindó que Elba Esther Gordillo que hace tiempo lo había hecho, pero era necesario repetirlo para satisfacción de sus escribanos.
Pésimos actores, sus entrevistadores no pudieron ocultar sus debilidades, tampoco sus preferencias.
SUCEDE QUE
Este viernes en el congreso local se llevará a cabo un evento que no deja de ser tierno, limpio y absolutamente sincero. Se trata de la sesión infantil “Diputado por un día 2012”, sin duda una buena experiencia que ya veremos celebrar a toda la chiquillería al lado del líder Gustavo Torres Salinas.
Mientras tanto y considerando el carácter difícil tanto de Pancho Filizola como del nuevo entrenador del “Correcaminos”, José Luis “el chelis” Sánchez Sola, ¿cuánto cree que dure su luna de miel?. Aunque por un salario de 700 mil pesos mensuales quién sabe hasta donde se puedan soportar, como en los matrimonios de conveniencia pues.
Y hasta la próxima.